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— MEADOWS.

A penas pudo moverse durante todo el viaje. Rick tuvo que llevarla en brazos, como una niña pequeña que se hizo una herida en la rodilla. Sus ojos estaban secos, pensando que ya no quedaban más lágrimas para llorar. Tenía miedo, estaba en la oscuridad.

—Sólo cierra los ojos, y piensa en un momento feliz —se acordó de la voz de Rick, que consiguió calmarla.

Agarrando la camisa sudada de Rick, sintió que paró de caminar. Pudo oír como un sonido metálico ensordecedor llenaba el aire, y esos gruñidos... Esos gruñidos que tanto temía. Rick comenzó a caminar de nuevo, y el sonido metálico volvió a sonar.

—Ya puedes abrir los ojos –susurró Rick.

Lentamente sus ojos se abrieron, sus pupilas dilatadas por la falta de luz. Rick la dejó en el suelo, mientras observaba las miradas paranoicas que daba a su alrededor.

Se escondió detrás de Rick tímidamente al ver tantos desconocidos estudiándola.

—¿Y mi papá, Rick? –Preguntó en voz baja pero lo suficiente para que todos lo oigan.

Las personas se miraron entre sí, confundidos. El líder les miró seriamente, provocando que se callasen.

—Tu papá está...

—Descansando –terminó una voz que nunca había escuchado antes.

[_____] desvió su vista de Rick y se cruzó con la mirada de su hijo, Carl. Tenía una sonrisa que le hizo sentir escalofríos.

—Yo me encargaré de ella, necesita descansar –le dijo a su padre.

Rick dudó, pero acabó aceptando. Le dio una mirada aseguradora a [_____] antes de que se vaya.

—Vamos, [_____] –llamó Carl, extendiendo su mano.

La chica la cogió con reluctancia, y siguió al chico sobre las calles de Alexandria. Sus manos estaban frías, la verdad es que la estaba agarrando tan fuerte que la estaba haciendo daño; sin embargo, no mencionó nada. Sentía cómo sus piernas rogaban a que no fueran tan rápido, ya que sentía que se iban a romper porque iban corriendo.

Carl paró en frente de un bungalow blanco. Soltó su mano y se agachó para coger las llaves debajo del felpudo. Después de abrir la casa, se quedó con las llaves en vez de dárselas a [_____].

 Después de abrir la casa, se quedó con las llaves en vez de dárselas a [_____]

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—¿Con que [_____] Meadows, eh? –preguntó, sentándose en el sofá. Le dio unos golpecitos al sitio de al lado, haciendo que ella se siente, preservando su espacio personal– Acércate, no muerdo –sonrió de lado al ver cómo se incomodaba al acercarse.

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2017 ⏰

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REQUIEM [C. GRIMES]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora