II: Los colores del otoño

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1

No hay tiempo, no hay nada. Solo ellos dos, viendo un espacio gris con columnas grises y un abismo negro debajo de ellos, el cielo es gris...todo es tan oscuro, tan carente de vida, pero no se siente frío...sino calor. 

El niño frente a ella se ve avergonzado, con la mirada gacha y sus largos cabellos naranjas cubriendo un poco de su rostro. La luz es suficiente para ver sus rasgos, ojos café oscuro y pronunciadas ojeras...el chico está casi en los huesos y tiene múltiples cicatrices en los brazos, en las manos y las piernas. 

¿Qué ha vivido todo este tiempo? 

No puede permitir que ese niño siga sufriendo, ella debe protegerlo. Sí algo así le sucediera a uno de sus hijos...solo de tomar esa posibilidad consigue un gran malestar.

Han pasado ahí bastante, no sabe cuanto tiempo, pero su cuerpo comienza a exigirle alimento. Y aun así, lo primero es lograr confianza con el niño. Si fue él quien los envió ahí, lo mejor es que se tranquilice para ambos salir en buen estado.

Se acerca a él y se sienta con las piernas cruzadas, la mirada del niño se posa en ella. 

—Tú... ¿llamas? ¿Nombre? —Aunque sepa palabras no las sabe decir bien, y aunque logre entablar conversaciones no le es posible con palabras que casi no ocupa...además de obviar algunas necesarias para un mejor entendimiento como lo son los adverbios, adjetivos, artículos y algunas preposiciones.

—Aizawa Sakura, ¿y tú? —El pequeño se graba el nombre, sabe que los apellidos van primero, es algo básico que enseñan, pero si no dan los resultados esperados se corta la educación. Como se dio con él. 

—Yo... —Niega, desconocedor de si la palabra que tiene en la mente es la correcta o si se debe emplear de otra manera. 

—¿No tienes nombre? —Niega otra vez. 

Sakura solo hace una pequeña mueca. Un niño no debería vivir algo como eso... ¿cómo estarán sus pequeños? ¿Cómo estará Shouta? ¿Habrá pasado suficiente tiempo para que la den por desaparecida? 

Pero no puede mostrar tristeza o preocupación. Su deber como héroe es ayudar y en estos momentos se ayudará a sí misma y a ese pequeño.

—Entonces te pondré uno —Le sonríe. El pequeño presta toda su atención a eso. Uno de los otros niños dijo que las mamás y los papás son quienes ponen los nombres, ¿eso significa que ella será su mamá? No puede evitar emocionarse... porque eso es emoción, ¿cierto? —. Tu cabello y ojos me recuerdan a los colores del otoño... Natsu, ¿te gusta?

¿Natsu? 

—¿Otoño? —Repite la palabra antes de su nombre, ¿qué es el otoño? 

—Sí, después del verano llega el otoño y las hojas de los árboles se van poniendo del color de tu cabello.

El recién bautizado Natsu toma una mechón de su cabello, ¿ese es el color del otoño? ¿Le gusta? Lo que se siente agradable es bueno.... 

2

Y mientras, en la residencia Aizawa; Todoroki habla por teléfono con su padre mientras vigila a los mellizos y Renji, los demás adultos están ocupados. Shouta decidió ir personalmente por información a la policía, Kenzo al parecer debía viajar a Osaka por un par de días por un asunto con un villano que se le escapó y ya saben, orgullo y sentido de que es su responsabilidad.  Y Midoriya anda en el supermercado haciendo las compras del mes, aunque en esa ocasión le tocara a su ex-profesor y no a ellos. 

—Solo te estoy avisando, no pidiendo tu aprobación. Si no quieres, no me importa —Un grito de parte de Koichi es la excusa perfecta para acabar con esa incómoda conversación, porque a pesar de que su relación no es tan fogosa como antes (gracias a Midoriya), sigue pareciendo a punto de estallar cuando están en desacuerdo —. Debo colgar, parece que Koichi se cayó. Adiós.

Cuelga el teléfono y se dirige hacia el pequeño, que contiene las lágrimas a pesar de haberse golpeado fuerte la barbilla. Hikari también se acerca y como llega primero trata de hacer lo mismo de siempre, compartirle sus pensamientos, pero no puede... y se enoja. 

—¡Doki! —grita indignada al chico de cabello bicolor, quien ha tomado ya en brazos a Koichi —. ¡Nu puedo! —Empieza a hacer berrinche y ella, a diferencia de su hermano, no solo llora sino que también grita. 

La peor parte de eso es que cuando la carga en medio de sus berrinches lo atacan recuerdos sin sentido de la niña y a veces de los tomados de Midoriya, porque ella puede ver también los recuerdos de otras personas...algo que nadie sabía hasta que Shouta se dio cuenta al verse a sí mismo el primer día de clases de los ahora graduados héroes. Ahora a esa peor parte agréguenle los sentimientos tristes y de añoranza que la ausencia de Sakura ha creado...

Pero no va a dejarla solo llorar, debe hacer algo. Así que la toma en brazos también, pero no ocurre mucho, no con gran intensidad a pesar de todo...y eso hace que deje de gritar, pero llora sin consuelo. 

—¿Po qué? —Le hala la camisa a Todoroki, aunque él está algo confundido al respecto. ¿Su individualidad está siendo anulada o algo así? 

Mira a Koichi, siendo hijo de Aizawa, ¿habrá heredado su misma individualidad? Pero el niño está viendo hacia el patio haciendo muecas raras, al ver, ahí está Ezra mirando hacia ellos. El llano de los niños lo despertó. 

Renji bosteza y se levanta, dejando los juguetes a un lado, para ir hacia Todoroki. Son las once de la mañana, él tiene su siesta a esa hora y quiere dormir.

—Toki, Toki... mi siesta —Todoroki decide bajar a Koichi, que solo hace muecas y cuando lo baja Ezra se acerca y este lo abraza. 

Ahora puede tomar a Renji, y está seguro que Ezra no permitirá que le pase algo, tiene suficiente tiempo para llevarlo a la sala. Aun no entiende por qué aun tiene siestas, si esos mellizos desde hace dos meses las dejaron de lado...quizás sea porque ya los inscribieron en una guardería. 

Aun así, antes le da una última mirada al pequeño. Quien acaricia la cabeza del gato, no parece dar indicio de que haya sido él quien anuló la individualidad de su hermana, pero lo hablará con Shouta cuando regrese.

3

—¿Qué haces aquí? —All Might se retiró hace un par de años, no se explica que podría estar haciendo en la policía. 

—Ya no soy un héroe, pero a veces vengo a hablar con los detectives... viejas costumbres —Ríe escupiendo sangre, pero recupera la seriedad casi al instante —. ¿Aun no hay noticias de tu esposa? 

—No, se la tragó el aire —Comienza a bajar las escaleras, debe volver a casa, no quiere llegar a preocupar a sus hijos. Es lo último que desea, suficiente estrés el tener que estar con la incertidumbre de si Sakura volverá o no, dentro de dos días se cumplirá la segunda semana. 

—¡Todo va a estar bien! 

—Lo sé...— Es solo un susurro que se pierde en el aire.

Todo va a estar bien, pero quiere YA esté todo bien. 




Y segundo capítulo, no siento que sea tan triste como el anterior, pero son momentos necesarios. 

¿Qué les pareció? ¿Alguna opinión? ¿Les gusta el nombre Natsu? ¿Fue Koichi el que anuló la individualidad de Hikari? 

Gracias por leer♥

Wars of Faith [Shards of Light II] || Boku no Hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora