Él

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"El era travieso, inquieto y fluido como el aire, no tenía imposibles en su haber, todo lo podía hacer en esta dimensión; gustaba de sentarse en las noches a observar la luna para tratar de recordar su tortuoso pasado, o por lo menos inventarse uno más interesante. El mundo cambio; el mundo comenzó a existir o tener una razón de existir cuando la conoció.

Cuando la encontró las horas con ella parecieran minutos y los minutos sin ella parecieran horas."

Cuentos de amor, brujería y muerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora