El sonido de mis tacones suena a cada pasa que doy, mis piernas tiemblan pero no dejo que lo noten, claro, según yo.
Camino con mi barbilla ligeramente levantada haciendo un intento de total seguridad que pretendo demostrar, si quiere este empleo tengo que esforzarme.
No soy el tipo de chica que elige que ponerse para el trabajo, pero esta vez lo hice, esta vez fue la excepción total, si quiero causar una buena impresión tengo que esforzarme. Ya tendré tiempo de ser yo misma.
Pido indicaciones a la chica que está en recepción y me indica el piso donde me esperan.
Camino por el largo pasillo hasta llegar al ascensor presiono el botón y se abren las puertas para abrirme el paso y entrar. Para mi buena suerte me toca el ascensor solo. Presiono el último piso y las puertas se cierran.
El espejo del ascensor muestra mi imagen completa y debo admitir que me gusta el resultado.
Practico algunas sonrisas. Sé que me veo patética, pero me parece bien intentar una linda sonrisa.
Intenso hacer una cara "atractiva" por diversión y las puertas se abren. Siento el rubor subir por mi cara pero no digo ni hago nada, un chico un poco más bajo que yo me mira como si fuera de otra galaxia.
- Hola – saluda, volteo a él y le sonrió.
- Hola – saludo y miro al frente.
- Lindo, hablas inglés – frunzo el ceño – oh, eres la mexicana ¿cierto?
Lo miro totalmente confundida, creí que solo el presidente de la empresa lo sabría.
- Si – contesto algo perturbada.
- Por tu cara me imagino que te sorprende el que te conozca– su tono burlón y afeminado hace que mi sonrisa crezca – linda, quédate tranquila, solo lo saben todos – Mis ojos se abren como plato y el suelta una carcajada.
- Claro..., eso sí que da miedo – digo aun con un intento de sonrisa.
- Mi nombres es Rosario – lo miro con un gesto de ¿Es enserio?- mi madre es mexicana – el entendimiento me entra, extiende su mano derecha y la izquierda la deja en su cadera-
- ____ - digo sonriendo y tomo su mano.
Las puertas se abren en el último piso, dejo salir todo el aire de mi cuerpo y escucho a rosario decir: - Mucha suerte guapa – me empuja con sus caderas y volteo a verlo – Oh, yo iré a decir tu nombre – y cierra la puerta.
No puedo evitar una sonrisa en mi rostro, giro y veo a una linda chica rubia, camino hasta ella.
- Hola - digo y ella me mira con esos ojos celestes, y una sonrisa asalta sus labios.
- ____, justo te estaba esperando – dice animado, y el hecho que sabe mi nombre me pone nerviosa – puede esperar sentada, el señor Biersack está un poco atrasado.
- Gracias – digo y camino hasta el sillón color morrón, me dejo caer cuidadosamente.
Ya pasaron veinte minutos desde que estoy aqui sentada y la verdad comienzo a desesperarme.
El sonido del ascensor suena y veo a un hombre salir a toda velocidad, toda su ropa es negra, algo así como los motociclistas sexys de las películas, lo observo con más detenimiento.
Es el.
El asombro llega a mi sistema, la verdad no esperaba que vistiera de esa forma, pero eso no me incumbe a mí. Me pongo de pie y el camina directo con la secretaria.
Escucho algunos murmullos pero no entiendo del todo, camino hasta ellos, me detengo a pocos pasos de él y aclaro la garganta.
- Buenos días – digo con una sonrisa de oreja a oreja, logro captar su atención – mi nombre es ____ y... - extiendo mi mano y su mirada recorre mi cuerpo.
- Eres... la... ¿Mexicana? – dice con arrogancia. Quiero golpearlo en este momento y sin contar que es el dueño de esta grandiosa empresa – que bueno que la veo... el empleo ya tiene vacante. – se gira ignorándome completamente.
- ¿Qué? – hablo sin poder creerlo – si el puesto está ocupado, ¿Por q...
- Veo que no te enseñaron buenos modales que implica respetar a tus superiores y... -
- ¿Superiores?, usted no es mi superior, le recuerdo que no soy empleada de esta empresa – digo enojada– y creo que a usted no le enseñaron la palabra ¡humildad! – Hago énfasis y no me molesto en retener todo lo que pienso – por gente como usted el mundo cada vez es más ruin y horrible, no solo me hizo venir desde México hasta aquí, hizo perder mi valioso tiempo – estoy molesta y quiero insultarlo – puede quedarse con su puesto de Mierda y restregárselo por las pelotas!! No me interesa – lo miro de arriba abajo - ¡Racista¡
Sin dar oportunidad a que diga algo me giro para caminar directo al elevador, pero en ese momento todo mi cuerpo choca con una persona. Retrocedo un par de pasos por el impacto, estoy a punto de caer pero el patán me sostiene de la cintura, levanto mi rostro para ofrecer una disculpa y me quedo helada al ver a otro Biersack justo delante de mí, si no fuero por su vestimenta apropiada y elegante podría jurar que es el mismo imbécil que está aún tomándome de mi cintura de mí.
- Felicidades por decirle sus verdades a mi hermano – siento el color subir por mis mejillas y en este momento quiero morir – pero creo que habría sido más interesante si no lo hubiera dicho en español, ya que el apenas entiende el inglés.
- Era hora que llegaras – dice el otro Biersack con tono molesto y aun con su mano en mi cintura.
Retiro su mano de un movimiento brusco y me alejo de él.
- Creo que tú puedes esperar – responde su hermano – lamento la demora, ____, por favor acompáñeme a mi oficina – asiento y camino detrás de él pensando en cómo disculparme por lo de hace un rato.
Esto solo me pasa a Mi...
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Los Gemelos Biersack
FanficDennis, vanidoso, mujeriego y sexy. Andy, agresivo, sarcástico y odioso. _____, inteligente, sarcástica y fuera de lo común. Salir de su país fue el primer paso al éxito, según ella. Pero con lo que no contaba era que se encontraría con los Gemelos...