Oh no, esto no puede ser, ya llegó! hablaron de portería a preguntar si él podía pasar; al ser mi respuesta afirmativa, mis mejillas empiezan a tornarse rojas, puedo jurar que estaba como un tomate, me echo un poco de maquillaje para intentar disimular un poco pero como es mi mala suerte no funcionó, pero para mí buena suerte el también se sonrojó. Se veía tan lindo, tan apuesto, tan violable, esos ojos café oscuro, sus largas pestañas, cejas gruesas bien detalladas, labios carnosos, alto y acuerpado, luego me sonríe y hasta ahí llegue le sonrió como estúpida y ahora si soy un tomate con mezcla te pimentón rojo, el me hablaba y yo le contestaba simplemente sus preguntas, me tenía hipnotizada con esa voz esa voz tan varonil pero a la vez tan suave, a pesar de tener una conversación tan amena, le detalle cada partecita no lograba entender cómo alguien podía verse tan bien luego de un partido de fútbol, cuando una pregunta me saca de mis pensamientos y un carraspeo frente de mi.
Él: me gustaría saber qué pasa tanto por esa cabecita porque aunque me respondes pareces en otro mundo.
Solo sonreí apenada y le dije; no, tranquilo te estaba prestando atención, mejor tomémonos una foto.
El asintió seguido de estas palabras: yo no sé a qué me estabas prestando atención yo solo estaba mirándote, te ves tierna así ( me tocó el cachete), tome la foto la guarde y se la envíe, hablamos otro momentico más para luego el marchar pues en verdad ya habían transcurrido 3 horas y media, me abrazo y dio un beso en la mejilla al despedirse le pedí que me avisara al llegar a casa el solo asintió cuando nos íbamos a separar, genial mi buso de lana se había enredado con su reloj el solo comenzó a reír mientras intentaba safarlo de mi buso, al lograrlo se encaminó a su casa.
Pasaron 45 minutos y él ya me estaba avisando que ya había llegado se encontraba bien además de que me dijo pequeña yo me atribuí el gusto de decirle grandote, y para juzgar como se puso de sonrojado cuando me vio puedo decir que si que le llame la atención, lo que no era normal era yo sonrojada, y tan embobada nadie había logrado eso en mi y él porque si y más sabiendo que tiene un problemita llamado novia, no no soy ninguna zorra no me meto en relaciones y esa la respetaré así me guste lo haré, dos días más y tendré clases de nuevo, mucho que contarles a ellas sé que se emocionaran.
Pasaron los días les conté a ellas lo único que supieron decir fue ambos se están enamorando el uno del otro yo solo negué, mi amiga loca Lucy decide hacerle dizque inteligencia a la novia de él mi grandote, lo que encontramos no fue tan lindo pues aquella mujer llamada Camill le era infiel a él y muchas cosas feas además de eso, al conocer esta información la joven respetuosa de 17 años que no se metía en relaciones cambio de opinión ya que sabía que aunque lo quisiera negar el me gustaba y yo a él.
ESTÁS LEYENDO
Un amor cliché
RomanceSolo queda decir que es una historia de la vida real, donde se viven altos y bajos en una hermosa pero enredada historia de amor.