Capítulo 3

46 6 1
                                    

7:00 am.

A esa hora sonó mi alarma, dejándome saber que ya me tengo que levantar para el primer día de clases, pero ya llevaba un rato despierta en mi cama, mirando el techo después de desvelarme la mayoría de la noche.

Desganadamente, me levanté de mi cama, y fui a mi baño. Mientras me bañaba, no pude evitar pensar en los últimos días.

***Flashback***

No me respondió anoche. De seguro creía que estaba desesperada y pensaba que era una rara. ¿Quién no?

¿Quién escribe menos de una hora después? Nadie.

¿En qué estaba pensando? No estaba pensando, así de simple.

Estaba desayunando sola en la cocina cuando vibró mi teléfono. De seguro era de las compañía de teléfono ofreciéndome un plan nuevo.

Casi me ahogo con el té cuando vi de quién era realmente.

2 mensajes nuevos. De Max.

Tan solo mirar su nombre, se me aceleraba en corazón. 

             "Hola Sofia :)

              Perdón por no haberte respondido anoche, pero se me agotó la batería."

Sentí como las mariposas se volvían locas con esas pocas palabras, y como ponía una carita feliz al lado de mi nombre.

¿Y ahora qué? ¿Le respondo ahora o espero un rato?

Antes de que mi cabeza pudiera reaccionar, mis manos, como si tuvieran mente propia, le respondieron.

Mierda. De nuevo.

Pero después me contestó, y luego yo, y empezamos a hablar. De cualquier estupidez, era ridículo e incómodo, pero era una conversación.

***Fin Flashback***

Desde  entonces que hablamos casi todos los días por teléfono, nunca llamadas, pero sí mensajes.

Era indescriptible la sensación que me daba cada vez que su nombre se prendía en mi celular. Como si despertara algo en mi que había dado por muerto hace mucho tiempo.

Luego de cortar la llave y secarme con mi toalla, me vestí en mi uniforme nuevo. Constaba de una blusa blanca, con una falda y calcetines grises además de zapatos negros, o sea, mis zapatillas caña baja.

Estaba haciendo mi cama, cuando suena mi teléfono desde mi velador donde lo cargaba. Era Max. 

Con tan solo ver su nombre, sentí como las mariposas amenazaban con salirse de mi estómago. 

        "Buenos días, Sofi. Que tengas un buen primer día :)"

Podía llegar a morirme con lo tierno que era. 

Le había contado hace unos días que empezaba a ir a un colegio nuevo, y no puedo creer que se acordara. En especial que era hoy.

Le mandé las gracias, y bajé a tomar desayuno sintiéndome optimista. 

Hoy va a ser un buen día.

-Buenos días, mamá.- la saludo al entrar a la cocina.

Estaba haciendo el desayuno para ambas. Viendo la taza sucia en el lavaplatos, sé que mi papá ya se fue.

-Buenos días, Sofi -me dio un beso en la mejilla, y me pregunta -¿cómo dormiste?

-Bien.

No quería preocuparla más de lo que ya estaba diciéndole que no dormí casi nada.

InmarcesibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora