Capítulo 2

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Despertó en los brazos de sus hijos, un apretado abrazo que lo hacía sufrir con los 23 grados en el ambiente. Se separó suavemente y se puso de pie. Antes de abandonar la habitación, se giró y vio los oscuros ojos de YoonGi, había ira y temor en ellos, sabía lo que iba a decirle su hijo, así que se sentó frente a él con la cabeza baja.

-YoonGi...-

-No. No. Lo prometiste. ¡Prometiste que te ibas a quedar en casa con nosotros! ¡Pero te fuiste y yo tuve que lidiar con Hobi llorando porque te extrañaba! ¿¡Por qué!?- JiMin cerró los ojos y respiró profundo antes de mirar a su hijo.

-YoonGi, te amo, cariño. Pero  no es justo que me hagas sentir culpable por trabajar. Te amo, los amo mucho, trabajo por ustedes, para que podamos comer, para que ustedes puedan aprender a leer, corazón, los libros no los regalan.- Tragó saliva y miró al niño a los ojos.- Trabajo para que puedan ver televisión, comer golosinas y divertirse. Sólo te pido que me entiendas...

La garganta le dolía de maneras inimaginables por el llanto, pero decidido a continuar, se aclaró la garganta y continuó.- Yo no quiero trabajar más, pero tengo que hacerlo, por ustedes. Si trabajo ahora y reúno lo suficiente, podré dedicarme a otras cosas, por ahora pido que me perdones todas las noches que los he dejado solos, pero tendré que seguir haciéndolo. Te prometo que algún día viviremos tranquilos y ustedes me tendrán todo lo que deseen, pero espera por mi, cariño. Espera.

-L-lo siento e-es sólo que no me gusta ver a Hobi llorar y tú- papá... luces como si fueras a romperte, papá. Tía ChaeRin me dijo que... La gente muere cuando se rompe.- YoonGi sollozó dolorosamente y eso rompió su corazón de pollo.- Yo no quiero que-que te mueras, papá... No quiero...

Le dolía tanto tener que poner a sus hijos en esa situación. No lo negaba, a veces quería morir y dejar todo tirado, pero ellos sufrirían, YoonGi y HoSeok eran pequeños y dependían de él, no podía dejarlos, pero era tan injusto. Sus hijos eran niños buenos que se merecían lo mejor, pero él no podía dárselos y eso lo lastimaba tanto, tan fuerte. Odiaba no poder darles todo lo que querían, porque a pesar de ser niños, ellos comprendían que no podían tenerlo todo y no pedían nada, si pedían algo era con culpa y eso era tan triste.

JiMin apretujó a YoonGi tan fuerte como pudo y besó su cabeza durante mucho tiempo, entonces HoSeok abrió los ojos y sonrió antes de abalanzarse sobre su papá y su hermano.

-Buenos días, papá. ¡Te hicimos un dibujo! Lo dejé en la mesa, iré a traerlo.- Entonces corrió fuera de la habitación y volvió a los pocos segundos con una hoja. Se subió rápidamente al regazo de su papá

-Es muy hermoso, Hobi. Te amo, bebé. Los amo mucho.- Entonces los abrazó a ambos hasta que ellos rehuyeron de su contacto y corrieron fuera de la habitación. Sentado en la cama, JiMin pensó que podía no tener dinero, pero tenía hijos maravillosos que lo hacían feliz y que le recordaban que debía esforzarse. 

-Estúpido. Lo tienes todo.-  Murmuró y se levantó para darles de comer a los niños.



JiMin agachó un poco la cabeza cuando vio a ChaeRin sentada junto a los niños. Se veía tensa y las cosas no iban bien para él cuando ella estaba tensa. Se acercó con sigilo y tocó su hombro suavemente. La Alfa lo miró con una sonrisa renuente y señaló la silla. Luego de sentarse y comenzar a comer, ChaeRin llamó su atención.

-JiMinnie, estoy a pocos días de mi celo y tendré que pedirles que salgan de la casa durante esos días. La madre de Bom se está quedando en su casa y planeo pasar el celo con ella, así que hazme ese favor.- JiMin trago sus huevos revueltos en seco y miró a la Alfa con sorpresa.- No te preocupes, te daré dinero para que se queden en un hotel, pero tendrás que devolvérmelo luego.

Ya se lo esperaba, ChaeRin era siempre así. No le avisaba las cosas y le creaba más y más deudas para que él no pudiera irse. Pero lo haría, algún día se iría lejos de ella de su amistad por conveniencia. Decidió no decirle a la rubia que su celo también estaba cerca, si tenía suerte, lo pasaría fuera de la casa y no tendría que hacer nada con ella.

-Está bien, Chae. Me iré el día que llegue tu celo para no gastar tanto dinero.- ChaeRin asintió y HoSeok miró curioso entre ambos, manteniéndose callado. Como siempre que la Alfa estaba en casa.

Los niños se levantaron primero y lavaron lo que habían ensuciado, mientras que JiMin y ChaeRin comían en un silencio tenso e incómodo. La rubia lo observó atentamente y extendió la mano en la mesa.

-No me has entregado el producido de anoche.- JiMin se tensó y la miró con los ojos entornados.- Sé que te dije que esta vez iba a ser todo para ti, pero lo necesito, no podrá ser por el momento. Lo que hagas esta noche va a ser todo tuyo.

JiMin suspiró y se encaminó a la habitación para sacar el dinero y dividirlo. Él nunca le entregaba todo a ChaeRin, siempre sacaba una parte para él y eso era lo que guardaba. Tenía 280.000 wones. Podía tomar 178.000 y darle el resto a ella. Podía decir que había sido una mala noche. 

Guardó su dinero y volvió a la cocina para darle su parte a ChaeRin. La rubia lo contó con lentitud y luego lo miró tajante mientras liberaba sus feromonas. Ella olía ira y eso asustó terriblemente a JiMin. 

-Fue una mala noche. Lo siento. Hoy traeré más dinero, lo prometo.- La Alfa se puso de pie violentamente y lo agarró del cuello, cortándole el paso del aire.

-No te atrevas a traerme tan poco esta noche, JiMin, porque tendremos problemas. Me importa una mierda qué tan mala haya sido la noche.- Tras eso, lo arrojó contra la pared y salió de la cocina. JiMin vio desde el suelo, como acariciaba a sus hijos en la cabeza y dejaba el apartamento.

Todo el lugar olía a miedo, al suyo y al de sus hijos, pero ellos ya sabían que no debían ayudarlo cuando las cosas se ponían así. Se levantó e ignorando las lágrimas en los ojos de los niños, se metió al baño y tomó una ducha rápida para despejar su mente. Al salir se vistió y tomó 10.000 wones de lo que había guardado, los puso en su bolsillo y salió de la habitación.

Los niños lo miraron esperando a que les dijera algo y sonrieron cuando él lo hizo. Liberó un olor a calma y eso ayudó a relajar a los niños que de repente lucían bastante tranquilos.

-Vayan a bañarse, iremos al parque.

Todo valía la pena por esas sonrisas hermosas.



Luego de una ducha y juegos, los niños se acomodaron en la puerta mientras que JiMin buscaba las llaves. Salieron tomados de la mano y caminaron durante un largo rato hasta que llegaron al parque y los niños soltaron sus manos para correr a los juegos.

Al verlos ahí, corriendo y jugando, se vio a sí mismo cuando era pequeño, temeroso del mundo y de las demás personas, se vio de adolescente, padeciendo bajo las manos pesadas de un Alfa y luego contrastó toda esa mierda con lo que sus ojos veían en ese instante. Era hermoso. Había pasado por todo eso, para llegar ahí, a ese preciso momento en el que su felicidad dependía del bienestar de sus hijos.

Esto es amor. Pensó.









Rockabye *KookMin* OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora