Ella.

•.¸¸❀ dos.

—¿Estás seguro de que es una buena idea? —preguntaba con cierta inconformidad un chico de cabello corto de color negro, mientras apartaba su vista del televisor y la dirigía hacia su compañero, sin soltar en un sólo momento el control remoto, estando aún recostado sobre la cama con los pies en el aire.

Ambos se encontraban en la habitación del castaño, pasando el rato después de clases, como era de costumbre. Ese día habían ido a un supermercado a comprar comida chatarra, por lo que habían unas cuántas bolsas de papitas de ésta tiradas den el suelo.

—Sí, ¿por qué tienes que volvérmelo a preguntar por tercera vez? —respondió entre ligeras carcajadas Taehyung, ante la pregunta que su mejor amigo le había hecho; mirando la tele, y abriendo la lata de su refresco de dieta.

—Quizás porque... planeas escribirle cartas de amor al chico que te gusta, pero haciéndote pasar por la chica sin vergüenza que te pidió el "favor" de hacerlo.

El sonido de la televisión sacudía las paredes, y Tae sentía cómo a pesar de todo esto, no podía evitar no pensar en su amor secreto. Pero también era cierto el hecho de que el castaño no podía hacer algo para que aquél amor tan delicado, inútil, injustificado y al mismo tiempo, perfecto, se fijara en él... de manera romántica.

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