XVII: first time;

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+losing.

Daeun despertó alarmada cuando sintió que caía de la cama, a pesar de que solo era su brazo el que se encontraba colgando del borde. ¿Donde estaba? ¿Porqué la cama era tan pequeña?

Observando a su alrededor, notó que la habitación era completamente desconocida y estaba vacía; a excepción de ella misma y del chico que podía sentir durmiendo a su lado, con parte de su cuerpo sobre el de ella.

Todo en suaves tonos de azul y blanco; Daeun vio la cama gemela que estaba del otro lado de la pequeña habitación y lo entendió. Así que a final, se había quedado a dormir en el dormitorio de Baekhyun. En el dormitorio de uno de sus alumnos, en el campus donde ella trabajaba.

Su corazón comenzó a latir frenéticamente dentro de su pecho y ella se apresuró a patear la sábana azul lejos de sí para tomar sus cosas y largarse de ahí lo más rápido posible. Aunque antes de que pudiese poner los pies sobre el suelo, sintió como unos brazos la tomaban de la cintura y la arrastraban de regreso a la cama, para luego envolverla en un abrazo somnoliento por la espalda.

—¡Baekhyun, sueltame! —dijo ella en una clase de susurro a gritos; la desesperación franca en su voz.

Él le respondió con una serie de murmuros incoherentes y resguardó su rostro en el cabello de ella, abrazándola con más fuerza.

Una parte de Daeun quería patalear y empujarlo lejos de si; estaba verdaderamente aterrada por las consecuencias de sus anteriores actos, pero no pudo evitar sentirse cómoda entre sus brazos. Ella le echó una ojeada al reloj digital que estaba sobre el escritorio, y vio que apenas eran las ocho de la mañana. Muy temprano para que él despertara. Pero muy tarde para que ella se escabullera sin ser vista. Estaba jodida, ¿que iba a hacer ahora?

Suspiró con desgana y se dejó abrazar por él, tomando sus manos entre las suyas enfrente de ella. Fue entonces que notó lo rojas que estaban las muñecas de ambos y pudo sentir un fuerte sonrojo subir hasta sus mejillas.

Sabía que no debía, pero aún así comenzó a relajarse, dejándose llevar por la calidez que emanaba de las sábanas y de la propia piel del chico. No fue hasta que su cuerpo se desconectó de su mente y ella dejó de preocuparse por unos minutos, que su cuerpo comenzó a doler y punzar en las zonas por donde los toques no tan sutiles de Baekhyun habían hecho estragos.

Soltó un pequeño siseo cuando el chico recargó su brazo sobre sus caderas, donde una amplia marca que oscilaba entre tonos de rojo y morado se había formado. Su cuello también dolía, al tenerlo recargado en una posposición un tanto incómoda sobre la almohada. Se sentía destrozada, en el sentido más literal.

Aún así la chica acarició con sus pulgares las muñecas adoloridas del más joven, percibiendo su suave respiración en su nuca y sintiendo a su espalda como su pecho subía y bajaba a un ritmo reconfortante.

Todo se le estaba escapando de las manos, se dio cuenta; o nunca habría accedido a quedarse en su dormitorio. Debió haberlo evitado antes de que comenzaran la noche anterior. Debió llevarlo a su departamento, como acostumbraban.

En su mente daban vuelta muchos reproches, pero también recuerdos de palabras y acciones que ambos habían compartido, y no estaba segura de porque la combinación de las tres cosas la hacían sentir tan vacía y decepcionada de si misma.

Daeun pensó en las últimas palabras que Baekhyun había dicho, aunque le hubiese gustado no haberlo hecho. Porque al voltear sobre la cama para quedar frente a él y observar su suave y adormilado rostro, iluminado por los cálidos rayos que penetraban a travez de las cortinas, cubierto en parte por el ahora oscuro cabello que caía sobre su frente, con los labios entreabiertos y un ligero tono rosáceo en sus mejillas; el corazón de la chica se encogió dolorosamente en su pecho.

aphrodite | baekhyunWhere stories live. Discover now