Querida Julieta

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Querida Julieta:

Recuerdo el día en el que te conocí. Fue a finales de noviembre, te acababas de mudar y eras la chica nueva en la escuela. ¿Quién lo diría? Ahora eres parte del grupo de los "populares", todo mundo te conoce.

Hablamos por primera vez el día que llegaste, estabas perdida y no encontrabas el aula de matemáticas. Chocaste conmigo en la cafetería, después caminamos juntos a clases mientras me contabas sobre tu antigua ciudad. Yo no hablé mucho, creo que estaba demasiado ocupado escuchando tu hermosa voz y preguntándome cómo podía ser tan interesante la descripción de una casa.

Al día siguiente, me dí cuenta de que no podía parar de pensar en ti. Creí que seríamos buenos amigos.

-Anónimo