¡ITALIA TE AMO!

186 11 0
                                    

Capitulo 11.

Llegamos al aeropuerto, estaba muy cansada, su representante nos dijo que nos fuesemos al hotel a descansar, y así hicimos. Nada mas entrar en la habitación me tiré a la cama. Xriz se me quedó mirando, y sin pensarlo sonrió y se tumbó a mi lado, empezó a acariciarme y me miró con esos ojos que enamoran. Me guiñó el ojo. Sabía lo que quería, pero estaba damasiado cansada, así que me negué y me di media vuelta.

-¿Por qué?

-Estoy cansada...

-Está bien... descansa princesa.

Se levantó de la cama y se dirigió hacia el balconcito de la habitación. Se quedó ahí un rato, poco después, cuando yo estaba medio dormida se fue dando un portazo, se fue muy rapido y parecia enfadado o preocupado, sin rayarme mucho la cabeza me dormí. Estaba demasiado cansada. Después de un par de horas me desperté. Xriz estaba sentado en una silla mirandome. Al ver que abrí los ojos me sonrió.

-Ya era hora, dormilona.

-¿Que hora es?

-Eso no importa, arreglate y ponte esto en los ojos.

Me dio una venda, me arreglé y me la puse. Xriz me cogió por la cintura y me guió. Subimos unos cuantos escalones y finalmente llegamos.

-Ahora tienes que dar seis pasos.

-Uno. Dos. Tres. Cuatro. Cinco. Y seis. ¿Y Ahora?

-Ahora viene lo mas bonito.

Me quitó la venda de los ojos y me quedé impactada. Era increíble, todas las vistas, todo Roma estaba en mis pies, era precioso, estaba todo iluminado, esas luces, las de las casas, las farolas, era todo perfecto, jamás habia visto algo así, tan maravilloso, perfecto. Tal vez me estaba enamorando, puede ser, no se si era buena señal, o mala, pero es que cuando estoy con él, es todo bonito, diferente, Sergio me hizo mucho daño, y en nuestra relación, no pasaba esto. Era increíble. No me lo podía creer. Alguien como él es lo que necesitaba.

-¿Te gusta?

-Me encanta.

Xriz me besa en el cuello. Es mi debilidad, los besos en el cuello, es que no puedo. Es pensar en ellos y se me pone la piel de gallina, y cuando los siento, son muy perfectos.

Y dertás nuestra estaba una mesa, con unas velas, y decorada para dos. Miré la mesa, y le miré a él sonriendo.

-¿Es para nosotros?

-Eh... Sí. -Me dice poniendose la mano en la nuca.

-¿Tan romántico eres?

-Si...

-¿Que pasa? ¿Tienes vergüenza ahora?

-Bueno... es que es la primera vez que hago algo así.

-¿Soy tu primera vez?

-En hacer una cena bajo la luz de las luna, y en Roma, sí. Nunca había sido así con una chica, me gustaba hacerlas felices, pero no hacer esto.

-Eres perfecto. Me muero de hambre, ¿que hay para cenar?

-No se, lo ha hecho un amigo.

Al poco después de sentarnos entró un camarero. Cenamos y nos asomamos otra vez, donde antes. Había una barra, lo suficientemente ancha como para sentarmos, y así lo hicimos, nos sentamos.

-¿Sabes? Dicen que hay un puente en el que pones un candado con el nombre de la pareja y lo pones, y tiras la llave, y dicen que es una señal de que es para siempre. ¿Y si tu y yo cambiamos la tradición?

-¿Cómo?

-Fácil. ¿Ves este pañuelo? Ya lo hemos usado varias veces. Pues es como nuestra señal, y aquí llevo un permanente. Ponemos nuestros nombres y lo atamos en este palo, que es el mas alto de todo Roma.

-¿Enserio? Xriz, ¿Sabes que con eso estas haciendo una promesa? Estás prometiendo un para siempre.

-Si es contigo, me da igual, si es un para siempre, o si es para dos vidas mas. Solo quiero estar contigo.

-Pues... habrá que hacerlo ¿no?

-¿Estas segura?

-Segurísima.

Xriz sonrió, y los dos escribimos nuestros nombres sobre el pañuelo, que usamos para vendarme los ojos. Nos pusimos en pie, y bajamos al suelo, él me cogió en brazos y yo até el pañuelo en el punto mas alto, éste empezó a balancearse con fuerza. Ahí estaba la señal de nuestro amor. Solo el nuestro. Tal vez yo temía a algo que ya había ocurrido. Temía al amor. A enamorarme. Pero ¿Y si ya lo estoy? ¿Esto es amar? Si el amor es así, es lo mas bonito, con Sergio era diferente, en serio, nunca me habia sentido asi, tal vez lo de Sergio solo era sonrisa bonita, era todo lo contrario que Xriz, lo juro. El corazón no me late como me latía con Sergio. Con Xriz todo es mas bonito, esto no es solo sexo, esto es algo mas que solo sexo. Esto es amor. No se si quiero una vida entera con él, pero, no quiero que esto termine, estas risas, estos momentos romanticos, y ni mucho menos quiero que terminen las mañanas a su lado.

Los dos sonreimos y bajemos a la habitación. Ahora si. Los dos solos... Una habitación... lo necesitaba. Bueno, lo necesitabamos. Entramos a la habitación entre besos y risas, fue quitandome la ropa poco a poco. Finalmente caimos sobre la cama y lo hicimos, lentamente, no como las otras veces, esta vez con mas caricias, mas despacio, con mas amor, con sentimiento del de verdad, de ese que solo se siente una vez en la vida. Era como si lo hiciese por primera vez, como si me estuviese desvirgando ahora, era especial, nunca habia sentido esto, las otras veces eran sexo, ahora es amor, sí, amor, pensé que nunca usaría esa frase, pero sí, estabamos haciendo el amor, estaba excitandome, me entraban ganas de gritar, gritar de placer, por que sí, me estaba gustando, mas que otras veces, en serio. Y así lo hice, me puse a gritar de placer, eso a Xriz le excitaba mas con lo cual iba mas rapido.

Finalmente los dos, agotados, nos tumbamos y poco después nos dormimos.

Había sido un dia agotador, pero dormir en Roma, era uno de mis sueños, así, que a pesar de haber descansado poco, este ha sido uno de los dias mas bonitos de mi vida. Quiero mas así. Me arrepiento de no haber conocido a Xriz antes.

Algo mas que solo sexo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora