Después de 6 horas, salgo del instituto y me dirijo hacia la parada del bus.
-Hola, ¿ qué tal tu día?- me dice Lia con una gran sonrisa
-Bien, aunque cansada, tengo que hacer muchos deberes- digo yo y termino suspirando
-Bueno me tengo que ir
-¿No vienes en bus?-digo extrañadamente
-No, por las tardes me lleva mi novio siempre, adiós mañana nos vemos- se va corriendo, se mete en un coche rojo eléctrico, creo que es un mustang y se va.
Espero unos 5 minutos más al bus, pero no llega, así que optó por caminar un poco hasta la siguiente parada o hasta que encuentre un taxi.
Después de 3 minutos caminando se acerca a mí un chico que tiene el mismo uniforme que yo.
-Hola, estoy en la misma clase de química que tú, eres nueva ¿no?- me fijo un poco más en el y... es el tío que estaba en el árbol, el que vi através de la ventana hoy. ¿Hoy no lo vi? ¿En mi misma clase de química? Imposible lo hubiera visto...
-No, en verdad no estoy en tu misma clase, es mentira, tan solo me apetecía hablar con una chica guapa-al instante me derrito.
-Ah, con que para ligar necesitas la excusa de la clase de química ¿no?-jugueteo con mi mechón de pelo.
-Es buena técnica, pero no, yo no necesito mentir para conseguir-bastante creido por su parte, pero me hace gracia
-Bueno señor que tiene a todas loquitas, tengo que seguir mi camino.
-Le acompañó, últimamente hay mucho loco suelto y usted es toda una señorita, no queremos que le pase algo, por cierto ¿podría decirme su nombre?-me giña el ojo, me hace mucha gracia como me habla, así hablaba siempre mi abuela.
-No sé si debería decírtelo, al fin y al cabo eres un extraño-suelto el mechón de pelo y sigo caminando.
-Yo me llamo Zack, ya no tienes excusa, ya no soy un extraño-odio sentirme así, solo me ha pasado dos veces en primaria, cuando me dio la mano por primera vez un chico y luego Jason mi amor platónico, cada vez que sonreía me sentía como ahora, como si mi cerebro se apagara y me corazón se encendiera.
-Si quieres saber mi nombre, tendrás que adivinarlo tú solito
-Una pista- y pone cara de pena. Es tan guapo.
-Puedo ser de mar- me empiezo a reír, mi antigua mejor amiga me llamaba estrella de mar, debido a eso y yo siempre le pegaba.
-Que difícil- justo cuando termina de hablarme, llego a una parada, donde el bus está parado y la gente está entrando, mierda esa es la línea que tengo que coger, me lo estaba pasando bien.
-Bueno me tengo que ir, ahí está mi transporte- y señalo al bus
-Bueno, chica sin nombre, nos vemos mañana en química- me guiña un ojo y se va corriendo, no se a donde pero parece decidido, me meto en el bus y me pongo a oír música.
ESTÁS LEYENDO
Moriría mil veces por ti
Novela JuvenilEl amor a veces te ciega, a veces sales ganando y a veces perdiendo, posiblemente siempre acabes herido, o destrozado, pero nunca hay que rendirse a la primera.