Derek Luh

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Narras tu.

Bajé de mi auto y la abrí la puerta a mi hermana Alex.

- Vamos cariño - la tome en brazos.

- Mami mis compañeras dicen que tu eres mala chica, porque me tuviste muy joven- dijo mirándome triste.

En realidad ella es mi hermana, pero mis padres murieron cuando ella apenas tenía tres meses y desde entonces la cuido yo. No le quiero decir la verdad, o no aún.

- No le des importancia, tienen envidia de no tener una mamá tan bonita, joven y divertida - sonreí.

- Si, sus mamas son arrugadas y sus caras dan miedo-  hablo y reí.

Besé su cabeza y ella entró feliz al kinder. Comenzó a charlar con su mejor amiga Michi.
Me di la vuelta y la mamá de Ashley, la chica que molesta a Alex, se me acercó.

- Hola ________- sonrió falsamente.

Idiota.

- Hola Karen -

- ¿Cómo llevas lo de ser madre joven y estudiar al mismo tiempo? - se río.

- Bastante bien de hecho - puse mis manos en mi cadera - Mejor de lo que esperaba, Alex es una niña muy buena y nunca me hace renegar.... Sólo la pasa mal cuanto tu hija la molesta-

Su cara cambio completamente.

- Ashley no la molesta - dijo segura.

- Ajam si y vos no sos pura cirugía.... Ups perdón - levante una ceja y la miré fijo - Espero que tu hija no se vuelva a meter con la mía porque ahí si que me vas a conocer-

Me di la vuelta y me fui. Subí al auto y comencé a llorar. Soy una estúpida, estoy haciendo lo peor para Alex.
Estacione en el bar de siempre, el de mis tardes y mañanas. Entre y pedí algo fuerte.

- Gracias -dije y lo tome.

- No es de mi importancia, pero ¿Estas bien?- dijo el barman.

Asentí y comencé a llorar.

- No lo estas- hablo y lo miré, era muy lindo, de hecho siempre me pareció lindo - ¿Quieres hablar?-

Me quedé en silencio.

- Está bien si no quieres, soy un extraño, un completo extraño- dijo y se fue.

- Mi vida apesta- hablé y el retrocedió hasta llegar a mi- Mis padres murieron y ahora me hago cargo de mi hermanita, ella sufre porque en la escuela la molestan porque creen que yo soy su madre y le dicen que soy una perra por ser una madre joven, pero en palabras que usarían niñas de cuatro años... Las madres me juzgan todo el tiempo, perdí mi trabajo y no puedo seguir con mis estudios, soy un fracaso.... no se que haré con Alex, tal vez la deje en un lugar donde la puedan cuidar mejor-

El chico se quedó callado, mirándome a los ojos, pensando que decir.

- No eres un fracaso, eres una luchadora, eres una mujer fuerte- tomó mi mano - Eres joven y puedes hacerlo, no cualquiera hace lo que tu haces -

- Gracias, supongo - intente sonreír - Creo que me tengo que ir, tengo que buscar trabajo -

- Te...Te puedo ayudar - hablo rápido.

- No hace falta -

- Si, la mamá de mi amigo abrió una tienda de Cupcakes y necesita vendedores -

- ¿Enserio harías eso por mi?, osea soy una desconocida -

- Si- sonrió - Soy Derek Luh, el chico detrás de la barra que siempre te sirve tragos y observa tu belleza-

- Soy ________ Foster, la chica que pide tragos y no deja de mirarte - reí.

- Ahora nos conocemos - mordió su labio - Pasame tu número así te recomiendo para el trabajo-

- Claro -

Un mes después.

Derek me consiguió el trabajo, pero me hecharon.
Por tener una hija de cuatro años teniendo veinte. Hoy en día las personas son idiotas, demasiado.
Nuevamente estoy en bancarrota, impuestos invaden el cartero y el dinero falta en mi billetera. No puedo seguir pagando el kinder de Alex, ni la comida, no me alcanza para la ropa y muchas necesidades. Lo pensé demasiado y creo que es lo correcto. Dejaré a Alex en una casa, observé a la familia y es muy buena, ellos eran los papas de mi primer novio, lastimosamente él murió en un accidente con su moto hace dos años.

- ¿Iremos de vacaciones?- preguntó ansiosa.

- No cariño, te quedaras en una casa por un tiempo, te prometo que volveré por ti- guarde sus valijas en la cajuela.

Comencé a conducir  y llorar al mismo tiempo, mientras Alex jugaba con sus muñecas. Llegue a la casa y deje a mi hermana al lado de la puerta, con sus valijas y una carta. Ella lloraba, ambas lo hacíamos. Toque timbre y me fui, subí al auto y di la vuelta en una casa, volví a pasar y Alex estaba ahí, siendo abrazada por una mujer.

Llegue al bar y baje. Pedí algo muy fuerte y Derek se acercó.

- No se que hice - dije - Soy una estúpida, merezco morir y dejar de existir -

- Oye no, no... no digas esas cosas...¿Qué hiciste?-

- Deje a Alex en una casa-

Él me miró y salto la barra, me abrazo y beso mi cabeza.

- Te ayudaré, saldrás adelante y volverás a verla- me miró y beso mis labios - Te amo y no te dejare asi-

-¿Qué dijiste? ¿Me amas?-

- Siempre lo hice- hablo y lo bese.

- Alex estará de nuevo con nosotros -

Siete años después.

Subí al auto y conduje hasta el colegio Benjamín Franklin. Estacione y baje, me pare atrás del árbol y la vi, ella estaba jugando con unas chicas. Lucía tan hermosa, es idéntica a mamá.
Estuve mirando una hora y luego me fui. Me tocaba entrar a trabajar, conseguí trabajo en Starbucks, los dueños de esa sucursal son los papas adoptivos de Alex, les conté toda la historia a ellos y de apoco me ayudaron. Todo esto lo conseguí con ayuda de Derek, mi prometido y el padre del pequeño que estoy esperando. Cuando conseguí el trabajo hace seis años, tenia miedo de hablar con mi jefes y decirles la verdad, pero cuando tomé confianza les dije todo y de apoco la voy viendo. Me contrataron como niñera de la pequeña, para poder estar juntas y conocernos.

Solo puedo decir una cosa, gracias Derek.

•One Shoot•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora