CREEPYPASTAS

Oda al payaso

¡Hey, tú!

Sí, ¡tú el que lee esto!

Dime:

¿Te acuerdas de mí?

¿Acaso me has olvidado?

Sí, soy yo, el que trajo alegría a tu infancia.

Aquel, que te hizo reír a carcajadas.

Aquel, que alguna vez te dijo amigo.

Todos me dicen "Payaso", pero no conocen mi verdadero nombre.

¿Quieres saber quién soy?

Pues, creo que llego el momento de contarte la verdad.

¡YO NO SOY HUMANO!

Yo no soy aquella persona, que se maquilla en el espejo.

Yo soy aquel personaje.

Soy la reencarnación de todos los hombres que deciden representarme.

Soy el producto, luego del maquillaje.

Yo me apodero del las personas, que no sabe disfrazarse de mí.

Yo soy la verdad, y ustedes son la mentira.

Lo que tú siempre viste de niño, no era una simple actuación de hombres.

No lo era, porque era yo quien poseía su cuerpo.

Lo controlaba, y lo obligaba a actuar de una manera, muy anormal.

Era yo el que querías ver.

Muchos me consideran inofensivo.

Y te incluyo a ti, al juzgarme como un personaje inocente.

Pero todo el mundo se equivoca.

Yo soy todo lo contrario a la inocencia.

Lo contrario a la bondad.

Yo soy lo que soy.

Soy un monstruo.

¿Ahora me conoces mejor?

He tenido que mostrar esta enferma sonrisa para que tu sonrías.

He tenido que regalarte globos para que te acerques a mí.

E incluso he bailado junto a ti para que me tengas confianza.

Pero ya eres mío.

Tú me perteneces.

¿Aún crees que soy inocente?

Pues, te demostrare lo que hice contigo, y con todos los niños que rapté con sus mentes.

¿Recuerdas aquellos cumpleaños?

Sí, los recuerdas, ¿te acuerdas cuando me burlaba de ti para que los demás compañeros también lo hicieran?

Aprendiste el significado de la humillación.

¿Recuerdas cuando te prometía un regalo si lograbas ganar en uno de mis concursos, y que cuando ganabas al final no te regalaba nada?

Aprendiste el significado de la decepción.

¿Recuerdas cuando te saqué a bailar con la niña que te gustaba, y que se negaba hacerlo?

Aprendiste el significado del desamor.

Quizá no te acuerdas de las palabras horrendas que hablaba en frente de ti, y de tus amigos porque eran tan inocentes que no entendían, pero igual, aun así.

Aprendiste lo que es la malicia.

¿Aún recuerdas mis manos frías cuando pellizcaba tus mejillas, con mi mirada sombría, y con esa sonrisa aterradora?

¿Tú recuerdas el circo?

Pues, sabes te he estado vigilando todo este tiempo, aunque tu creías que no.

Suplicabas que no te escogiera como víctima de mis bromas.

Te enviaba mensajes subliminales, lo que te indujo a hacer cosas horrendas.

Algunas veces he logrado ponerte en contra de tus padres, aquellos que me juzgaron, al final terminaron soportándote.

Fuiste tan fácil de manipular, que te he enseñado el significado del miedo.

¿Pero aún crees que soy inofensivo?

Ahora me toca perturbar a tu hijo, luego al hijo de este, y así sucesivamente.

Pues, he podido engañarte y lo seguiré haciendo con todos hasta la eternidad.