Este Solo Es El Comienzo...

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Era una mañana muy normal como cualquier otra mañana, me tenia que levantar temprano para ir a la escuela, después de alistarme para la escuela baje para desayunar, mi abuela estaba sentada en la mesa de comedor, se veía muy preocupada pero yo estaba muy apresurada, ya era muy tarde para ir a la escuela, así que no le pregunte nada... Pero al parecer ella noto mi afán por irme y me dijo -Camila... Creo que ya es hora de que sepas todo- y yo le dije -Abuela, no tengo tiempo, después me lo dirás - así que me fui a la escuela.

Cuando llegue a la escuela entre a mi salón y me senté en el mismo lugar donde siempre me siento, pero algo andaba mal, mis amigos aún no llegaban, era muy raro, ellos siempre llegan primero que yo, pero bueno, mi única opción era esperarlos, al rato llegaron pero no me dijeron nada, ni me saludaron, ¿que mosco les pico? pensé, pero no le di mucha importancia; al sonar el timbre de salida ellos salieron primero que yo, agarre mi bolso y salí, cuando salí de repente me taparon los ojos y la boca, intente soltarme pero no pude, pero no me di por vencida, sentí que se abrió una puerta y supuse que habíamos entrado a un salón, utilice todas mis fuerzas y con mi codo le pegue en el estomago a la persona que me había "secuestrado", el "secuestrador" me soltó y vi que todo estaba oscuro, iba a empezar a corre cuando de repente se encienden las luces y escucho -¡Feliz Cumpleaños!- estaba muy asustada, de la preocupación que tenia se me había olvidado que hoy era mi cumpleaños, en ese momento pensé que tal vez mi abuela me iba a entregar un regalo y yo la ignore, me sentí muy mal por eso, pero bueno, tenia que disfrutar la fiesta que mis amigos habían organizado.

Al terminar la fiesta guarde los regalos que me habían dado mis amigos en mi bolso y me iba del salón y mi mejor amiga me dijo -Camila, ¿no te quedas a limpiar?-  y yo le dije -no, yo no organice la fiesta, fueron ustedes... pero ¡gracias!, los quiero, salí del salón para ir a mi casa.

Cuando llegue a mi casa mi abuela estaba sentada en la mesa de comedor, le dije -Hola abue, ya llegue- y mi abuela me dijo -si, ya me di cuenta, no estoy ciega... Necesito decirte algo muy importante, ven, siéntate- supuse que me iba a dar algún regalo, tal vez me iba a dar el celular que tanto le había pedido, no pude contener mi emoción, así que solo sonreí, y mi abuela me dijo -no, no es el celular que me pediste- en ese momento se borro la sonrisa que tenia dibujada en mi cara, pero bueno, debía ser algo muy importante  para mi abuela, así que le dije -me lo imagine, ¡dime que es!-  y ella me dijo -Camila... Creo que ya es hora de que lo sepas todo...

La Leyenda Del Diamante Sagrado (pausado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora