Episodio #1

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Un pelinegro caminaba por los alrededores del gimnasio, se le había puesto como castigo limpiar el gimnasio por haber hecho unas bromas pesadas a sus compañeros de clases, por esa razón se le encargo el ir a limpiar todo, todo eso él solo, solo se lo busco, solo sabrá como se sale de ese problema. Ya era de tarde, no había ningún estudiante merodeando por allí.

Quería hablar con su amiga de la infancia; Rei Miyamoto, quería saber del porque estaba tan distanciada con él, además, por lo poco que sabía era que Rei, junto con Hisashi, su mejor amigo, estaban en una relación amorosa, algo que el instituto si sabia y se lo decía a él, pero el pelinegro no quería creerlo, Rei y Takashi se prometieron, con el meñique, que se iban a casar cuando sean mayores y, una promesa de meñique no se rompe nunca.

Aún tenía sentimientos de por medio, sentimientos verdaderos y puros, el aún era un niño, no quería pasar a ser un adulto como lo eran sus antiguos amigos fallecidos, no quería ser como ellos, por eso aun poseía sentimientos, creyéndose un niño, un niño que merecía ser amado, un niño que merecía ser mimado y acariciado. Si, Takashi Komuro era un niño.

Dejo de pensar en el pasado ya que había llegado al gimnasio, así que solo suspiro y abrió la puerta de entrada, solo esperaba que no esté tan sucia y que le tome mucho tiempo de su valioso tiempo.

—Ah, ah, ah, ah—Se oían claramente lo que podían ser gemidos de una mujer, la voz era fina y femenina, así que era eso.

—No gimas muy fuerte, nos pueden oír—Se escuchó otra voz, pero esta era masculina que hablo en un susurro, una voz que Takashi escucho que venía del baño de mujeres que tenía el gimnasio, creía reconocer la voz masculina, pero solo podría ser el estrés del momento que lo hacían escuchar cosas que no eran.

—¡No importa Hisashi, solo hazme sentir en el cielo! —Takashi, el cual estaba por abrir la puerta del baño para darles una buena hablada, detuvo su mano cuando estaba por girar el picaporte, ahora si escucho bien la voz femenina, era de su interés amoroso; Rei Miyamoto.

—Está bien... ¡te hace sentir en el mismo cielo! —Takashi abrió mucho más grande sus ojos al oír la voz de su mejor amigo; Hisashi Igo.

No, esto no podía ser verdad, solo era una mala pasada, un mal sueño. Para comprobarlo abrió un poco la puerta, sin hacer ningún ruido, lo que vio, le destrozo el corazón en miles de pedazos.

Allí estaba su mejor amigo Hisashi, con el pantalón y bóxer hacia abajo, penetrando con sumo fervor a Rei, la cual estaba siendo sostenida por los brazos del muchacho en el aire, penetrándola con todo, la hacía gemir de placer a la chica, hacía que caiga baba de la comisura de sus labios, se besaban con pasión y lujuria, ambos se necesitaban en ese mismo momento.

—Ah, ah, ah, ah... ¡me corro~! —Grito la mujer con un rostro de ahegao.

—¡Ahhhhhh! —Hisashi de igual forma termino corriéndose, en el interior de la mujer.

Ambos respiraban frenéticamente, buscando el oxígeno para poder seguir con lo que estaban haciendo. El chico saco su miembro del interior de la mujer, dejando caer aquel liquido blanco como si de una cascada se tratase, aquel liquido salía como si no tuviera fin, Rei impedía que saliera de su interior, le gustaba tener la esencia de su novio en ella, no podía quedar embarazada porque tomaba las precauciones necesarias para eso.

—Ah, ah, ah... ¿lista para el segundo asalto? —Pregunto el muchacho con una sonrisa de oreja a oreja, su novia era la mejor, además de ser su primera vez, la amaba con locura y con lujuria.

—Espero y me puedas seguirme el paso—Hablo Rei, sonriendo también de forma lujuriosa, su novio la tenía grande y eso le gustaba, la hacía llegar al orgasmo en tan solo 10 minutos, le gustaba ver del como aquel aparato ingresaba en su entrada, le gustaba sentir del como sus paredes se abrían de poco a poco hasta tener aquel pedazo de carne en su interior, le fascina el sexo a montones con su novio, él era el único que se merecía su cuerpo, nadie más.

Continuous Fights (Finalizado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora