Un ghoul en la firma de libros

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Nos ubicamos en la ciudad de Tokyo, Japón, en el centro de la ciudad a eso de las 8:20pm. La fila para una firma de libros de la autora Sen Takatsuki había sido larguísima más valía la pena si eras un fan de sus obras, tal y como uno de  nuestros protagonistas Ken Kaneki.

El había asistido a esta firma de libros después de terminar (o avanzar) con el libro titulado "El huevo de la cabra negra" .

- valió la pena- se decía a si mismo mientras miraba su libro firmado. De ahí, camino de vuelta a anteiku en la quietud de la noche y bajo la sábana azul marino estrellado, ahora que lo analizaba bien, empezaba a hacer algo de frío así que solo pensaba en llegar y relajarse dentro de sus cálidas instalaciones.

Al llegar se dió cuenta de que estaba cerrado ya, ahora eran las 9:10pm y nuestro peliblanco había olvidado sus llaves dentro del lugar (se maldijo en su interior por eso) había salido tan emocionado por llegar a tiempo que las olvido, y además, no contaba con que hoy cerrarían temprano. Tuvo esperanza de que aún estuviera alguien dentro así que trato de llamar a la puerta un par de veces... Más nadie respondió, se sentó en la banqueta a pensar que podría hacer.

El chico frustrado se levantó de nuevo y comenzó a caminar cerca de ahí por si reconocía a alguien y que le ayudase. Finalmente después de esperar lo que se sintió como una eternidad vio venir a lo lejos una figura alta y un tanto delgada, vestía ropa llamativa pero a la vez formal, lo reconoció por su forma peculiar de caminar
- Tsukiyama...- Dijo para si.
Se sintió aliviado pues podría pedirle ayuda a él (aunque seguramente empezará con sus propuestas inapropiadas...) 

-Kaneki-kun~ buenas noches.
Sonrió el mayor al encontrarse de frente con el.
-Tsukiyama-san, buenas noches.
-Te has quedado afuera de anteiku?
Menudo problema -respondió el mayor poniéndose una mano en la frente.
-ah...podría decirse -contesto Kaneki nervioso -sabrás de alguien que tenga alguna copia de las llaves o algo parecido?
- Pardon moi Kaneki...no sé de alguien cerca- de la nada acerco su rostro al del chico inclinándose un poco a su estatura -te ofrecería quedarte esta noche en mi mansión...si no es molestia.-

El peliblanco se sobresalto un poco por su acción y propuesta repentinas, teniéndolo así de cerca alcanzó a oler su perfume...tenía un olor peculiar.

-seria un problema y una carga que prefiero ahorrarte...ya veré qué hacer.

Se apartó un poco de el yendo a la izquierda más el gourmet lo siguió con la mirada y lo detuvo
-No sería ninguna molestia!- se enderezó -seria un honor que me acompañaras está noche, Porfavor...

En este punto y por su insistencia empezó a dudar su debía aceptar o no. Analizemos esto:
Era ya tarde en la noche.
Estaba fuera de casa y sin llaves.
Hacía frío y su única prenda era su camisa negra, un pantalón blanco y unos tenis algo usados.
Al único conocido cerca ahora era Tsukiyama.

- me parece que no me queda de otra- pensó el chico, miro a su acompañante y con un suspiro dijo
-vale, iré pero solo esta noche-
-Magnifique! - ofreció su brazo al chico para caminar-
- estoy bien...- dijo levemente sonrojado y comenzó a caminar. El gourmet rió levemente por su expresión, lo alcanzó y guío por el camino
-Antes...hay una cosa que tengo que hacer- añadió Tsukiyama
-Que es? - contesto Kaneki
-Necesito ir a ver rápidamente a una conocida...me tiene un encargo que necesito recoger urgente, me distraje un poco con tu repentino encuentro- dijo volteando a ver al menor que lo acompañaba.
-Parece que te desvíe un poco de tu ruta, no era mi intención- Kaneki bajo un poco la mirada
-No te preocupes...fue suerte encontrarte- lo calmó Tsukiyama.

La mayoría del camino se la pasaron hablando sobre la firma de libros a la que Kaneki había asistido, compartieron gustos, opiniones y puntos de vista que tenían sobre los libros de aquella gran autora. Fue un momento muy agradable para ambos, Kaneki se sentía cómodo hablando así con alguien que tuviera opiniones tan similares a las de el, por su parte Tsukiyama le agradaba compartir esto con el, hace tiempo no hablaba de este tipo de temas y los extrañaba.

Fue así hasta que llegaron a un edificio que se veía que eran oficinas de una empresa realmente importante.
Shū invito a Kaneki a pasar y lo guío hasta una pequeña sala de espera

-Espera aquí, Kaneki-kun no me tardo-
El gourmet le guiñó el ojo y camino dando la vuelta y perdiéndose detrás de una esquina en la pared que conducía a un pasillo, donde lo esperaba una mujer de pelo negro, largo lacio, ojos grandes y cafés y un cuerpo parecido a una modelo
- será alguna compañera de trabajo seguro- pensó Kaneki asomándose curioso al pasillo.

El Gourmet y la chica platicaban normal, de vez en cuando se lanzaban unas miradas coquetas y reían juntos...esto... comenzó a incomodar un tanto al chico y no de una forma normal... Estaba....celoso?

-no no Kaneki...no te sientas así...además ella solo es una compañera de el...no? Y el...es un amigo tuyo...solo eso...- se volvió a decir para si mismo, pero eso no lo calmaba del todo, el verlo con ella lanzando ese tipo de miradas y riendo no lo convencían.

La espera pareció ser eterna hasta que por fin la chica había entregado un sobre bolsa color crema y se despidieron con un beso en la mejilla, esto si que incómodo más a Kaneki quien se encogió de hombros y bajo la mirada

-Todos listo, nos vamos Kaneki-kun~? - extendió una mano hacia el, Kaneki solo volteo con una mirada un poco más seria y asintió
- si... vámonos- se levantó y camino junto al gourmet ahora en dirección hacia su casa, el chico peliblanco iba más serio de lo normal y se veía un tanto más apagado. Ante tal extraño comportamiento Tsukiyama se lanzó y pregunto:
-¿Ocurrió algo mientras me fui?
-no...todo bien
-estas un poco callado a comparación de hace rato...- miro al menor de reojo -¿me viste con ella?
-ella? Quien ella?
El mayor sonrió
-lo hiciste...je..vaya Kaneki-kun, quién diría que te dieran celos...
- ¡¡¿Celos?!! No estoy celoso- se sobresalto y se sonrojó, Tsukiyama correspondió a eso con otra risa
-tu expresión me lo dice todo...no te preocupes Kaneki...nadie podrá ocupar tu lugar jamás- palmeó un poco la cabeza del chico y sonrió ante el
-...mi...lugar? - respondió Kaneki

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