La casa Tsukiyama

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El reloj junto con sus horas había avanzado, eran ahora las 10:40pm cuando nuestros protagonistas Tsukiyama Shū (El gourmet) y Ken Kaneki (chico fanático de la lectura) llegaron al una gran mansión propiedad de la familia Tsukiyama. Ambos estaban un tanto agotados por el largo viaje

-Perdona por hacerte caminar de más Kaneki-kun, este paquete era algo importante de lo que me debía ocupar, claro....no más importante que tú para mí- le dijo mirándolo de una forma cautivadora

Kaneki se extraño un poco pero no pudo evitar sonrojarse -claro no te preocupes, sé que también tienes tus pendientes-

-Yo ahora solo soy un peso que cargas está noche- penso.

Tsukiyama tomo unas llaves que estaban en su bolsillo mientras guiaba a su invitado por un camino que llevaba a la entrada de su gran casa, al llegar él abrió la puerta de madera con adornos dorados en ella.

-Pasa con confianza, puedes dejar tus cosas en un sillón o si lo prefieres, esperar a que te muestre donde puedes quedarte- sonrió el gourmet inclinándose a la altura del chico.

La casa era enorme, el recibidor era un salón espacioso con varias puertas y pasillos que llevaban a diferentes partes de la casa, en el habían unos cuantos muebles así como bancos, mesitas, sillones pequeños y lámparas, también se podían ver cuadros hermosos con diferentes tipos de arte y unas escaleras que formaban una media luna la cual conducía a una segunda planta donde había más puertas y pasillos.

-dejare mis cosas aquí...- contesto el chico peliblanco, dejando su mochila que llevaba en uno de los sillones y el libro autografiado en una mesita junto a este. El mayor lo miraba e inconscientemente esbozó una sonrisa al explorarlo con la mirada
Por un momento se le vinieron a la mente los momentos que había pasado con el, sus charlas, sus paseos y salidas e incluso las situaciones donde se tuvieron que apoyar mutuamente; reacciono cuando su contrario volteó y sus miradas se juntaron.

-Caramba! Dónde están mis modales?- se exclamó a si -te invito a pasar a mi sala de estar y beber algo, claro...si no es molestia...
-No No Tsukiyama...está bien, me hace falta relajarme un poco- Tsukiyama rió por su comentario, cuando lo guío a esa sala de estar lo tomo de los hombros y lo hizo mirarlo

-No te sobre esfuerces...así la carne se torna dura y difícil de morder- lamió su propio labio inferior mientras veía al menor frente a él quien no pudo evitar sonrojarse

-Cada expresión que tu rostro hace...me cautiva de una manera inexplicable Mon amore- pensó el gourmet y termino de guiarlo hasta la sala

-Te ruborizaste
-No es verdad...- Kaneki desvió la mirada
-Y lo sigues estando
-Que no...- obviamente era mentira, el joven intentaba ocultar su rojo rostro apenado
-No tienes de que preocuparte Kaneki-kun~ me gusta así- sonrió permitiendo que su invitado se pusiera cómodo en uno de los 4 sillones que habían ahí mientras el se dirigía a una pequeña sección donde tenía botellas de vino, tomo una y la abrió, seguido saco 2 copas de vidrio y vacío el líquido rojo en ellos. Sin perder la postura los tomo ambos y vovlio con Kaneki sentándose junto a él dandole una de las copas que tenía

-Enjoy Kaneki...no te preocupes...lo puedes tomar con toda tranquilidad, no tiene alcohol y además es exquisito- junto el dedo índice y el pulgar dejando al aire los otros 3 dedos que le quedaban, dando una señal de que estaba bien.

Kaneki confío y bebió un poco, noto ese sabor que le resultaba familiar, era uno fuerte y la textura del líquido era algo densa pero no del todo...aún tenía escencia de liquida. De la nada, su ojo derecho comenzó a cambiar a los colores rojo y negro...el líquido que le dió...

-Acaso es...
- Sangre mi querido Kaneki...
Después de eso el menor dejo la bebida a un lado y cubrió su ojo
-te avergüenzas sin sentido- Trato de calmarlo Shū -no tiene nada de malo beber de vez en cuando, aunque se salga tu lado oscuro...- se acerco más a él tomando su barbilla y haciéndolo mirar a los ojos
-Dejame verte así...- sonrió tocando el labio inferior de su acompañante, limpiando una gota de sangre de sus labios, seguida de ser retirada por el pulgar de Tsukiyama este la lamió
-mmm... Dolce- cerró los ojos disfrutando del sabor que generaba en la sangre la saliva de Kaneki.

Por otra parte, el peliblanco se empezó a sentir un poco incómodo por la situación - querrá comerme seguro, y si fue para eso por lo que me invitó? - pensó en ese momento. Se alejó un poco de Tsukiyama

-Que es esto?
-El que Kaneki?- sonrió
-Me invitas a tu casa a pasar la noche y comienzas a actuar y hablar extraño...no tendrás planeado comerme... O si?
El gourmet se sorprendió un poco más le pareció gracioso las sospechas del menor
-Non Non... Kaneki-kun, no podría hacer eso...un vacío estaría en mi sin tu hermosa escencia
Kaneki volvió a sonrojarse
-Ademas de que...tu rostro es lindo cuando te sonrojas, y tus celos son iguales​ de tiernos
-Celos?! Mi rostro?! Vez a lo que me refiero? Hablas extraño... Además de qu...- no termino de hablar, algo se lo impedía, era algo en sus labios, suave y cálido
Tsukiyama no resistió más y lo interrumpio con un beso robado.

Al principio, Kaneki abrió mucho los ojos impactado por lo que estaba pasando, con forme paso un rato en el que sus labios tenían contacto el empezó a notar algo extraño...
Le...gustaba...
Si, le gustaba la sensación que los labios del Gourmet en los suyos le hacía sentir... cálido, suave, tierno.
Correspondió cerrando los ojos y ladeando un poco la cabeza, posteriormente...paso a tomar sus mejillas y continuar besándolo. A él gourmet le agrado que el correspondiera así que lo tomo de la cadera y lo acerco un poco más a él.

Así paso un buen rato hasta que se decidieron separar, ambos abrieron los ojos exalando el aire que habían contenido muy cerca uno del otro

-Trés Bien, Kaneki-kun...había probado otras partes de su cuerpo...más los labios... Jeje...debo confesarlo, fueron la mejor parte.

Kaneki reaccionó después de escucharlo y se separó
-Olvida esto...fue un desliz
-Un hermoso desliz...- sonrió Tsukiyama -lo disfrutaste...no es cierto? Por alguna razón me correspondiste
- ....mmm....- aquel chico peliblanco se quedó sin palabras y desvió la mirada un poco nervioso aún con la cabeza ligeramente inclinada hacia un lado.
El mayor seguía sonriendo y se acerco a besar su cuello, y así lo hizo, respiro en el mientras seguía besándolo haciendo sonrojar mucho más a su acompañante, este cerró los ojos y separó un poco sus labios para hablar

-N-no... Tsukiyama...aquí no...
-mmm... entonces prefieres en un cuarto?
-eh?! No! Hablo de...este no...es el momento...
Tsukiyama con una de sus manos apreso las de Kaneki y con la otra libre lo tomo de la espalda baja y lo acerco tocando nariz con nariz, mirandolo fijamente.

-Estas seguro...de que quieres que pare?

Solo un momentoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora