"No poco tiempo después de que nacemos empezamos a desarrollar habilidades cruciales para el resto de nuestras vidas: sentarnos, caminar, hablar y escuchar. A medida que crecemos se nos añaden dos nuevos talentos: leer y escribir. De ahí en adelante lo que puedas hacer con lo básico aprendido funciona para etiquetarte: tonto e inteligente. ¿Pero cómo sabemos si el "tonto" es tan solo inteligente para algo más? ¿O si el inteligente puede ser en realidad un completo tonto fuera de su zona de confort?"
―GreySurgeon
Jesse Scott, cada vez que se menciona aquel nombre un aire de inferioridad recorre el interior de quien sea que haya sido verbalmente aplastado por él alguna vez. ¿Cómo es que lo sé? No ha sido por ningún rumor, es más el hecho de que se ha ganado cierta reputación que hace imposible que alguien no le conozca, eso y un detalle que debí mencionar desde el comienzo: yo soy Jesse Scott. Supongo que hablar en tercera persona sobre mí mismo habrá confundido un poco tus neuronas pero como todo buen narrador debía mantenerme al margen de la historia y simular que hablo de alguien más o de lo contrario estaría narrando una común ―pero muy interesante―autobiografía, creo que esta vez haré una excepción benevolente hacia ustedes para lograr que comprendan mejor la historia.
Mi nombre completo es Jesse Antoine Scott pero logré borrar de las bocas de casi todos el segundo nombre por cuestiones de estética verbal ―cortesía de mi madre biológica―, una mala combinación al nombrar a un hijo debería ser un delito tan grave como negar la existencia del calentamiento global. Como ya habrán leído, sí, soy adoptado; era con tan solo visualizar a mi familia adoptiva para darse cuenta que no hay forma que haya sido concebido por ellos debido a simple biología humana: se necesitaba un aparato reproductor femenino. Mis dos padres ―Albert y Rory― me han mantenido informado de mi madre biológica la cual solo he tengo la oportunidad de verla dos veces al año cuando viene voluntariamente: Marissa O'Connel.
Ella es una neurocirujana reconocida en toda la comunidad médica por sus técnicas innovadoras y sus muchas menciones honorarias, nada de eso hubiera sido posible si se hubiera encargado de cumplir con su rol maternal a tiempo completo por lo que una vez se enteró de que un hijo se avecinaba a su vida no dudó ni un segundo para buscar a parejas con planes de adopción ―una decisión bastante razonable: unos pañales sucios no se comparan en nada con una carrera en ascenso si han de preguntarme― y ahí es donde mis padres entran en acción, una pareja homosexual con un IQ elevado era más que un paradero perfecto para la crianza de un niño cuyo destino iba a ser inigualable. Junto a ellos crecí con los mejores refuerzos educativos, deportivos y demás actividades típicas de un prodigio.
Adelantémonos algunos años después de eso, específicamente en la escuela primaria donde mi vida realmente comenzó por así decirlo. Ya contaba con tan solo 8 años cuando descubrí la magia y poder que tienen las palabras adecuadas en cada persona sin importar el tamaño, género o pensamientos; era la clase de arte de la Srta. Robins en donde cada jueves de cada semana nos daba la tarea de dibujar lo que se supone nos dejara volar la imaginación, yo como el único con sentido común de la clase imaginé montañas nevadas junto algunos animales de la región, lo cual comparado con los dragones, princesas y manchas sin forma dibujada por los demás niños no era muy habitual.
Fue Sussie "coletas" Jones quien se atrevió a acercarse a mí y menospreciar mi dibujo llamándolo ‹‹aburrido y simplón››.
― ¿Por qué no mejor dibujas algo más bonito? Un unicornio o una princesa, tan linda como yo.―comentó meneando sus coletas de lado a lado como si con eso disimulara el hueco del diente que se le había caído días atrás.
―Sussie, lo único que tienes de princesa es la vanidad de nominarte a ti misma como una. Ademas tienes piojos―Tras de eso continué añadiendo pequeños detalles a mi dibujo como nieve cayendo y cosas por el estilo mientras luego de lloriqueos y sacadas de lengua en mi contra, Sussie llamó a la maestra exagerando lo ocurrido ganando así que mis padres fueran citados.
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Un Amigo Para Jesse
Teen FictionJesse Scott es un adolescente bastante particular, a pesar de no ser quien reina en el instituto se ha creado una irrefutable y solida reputación en toda Stephen Rowland High. No se trata de su obvio atractivo, no se trata del dinero que ni siquiera...