(Entrevistas de un narrador externo)
- Y bueno, señora Sullivan, ¿cómo definiría el carácter de su hija?
- Veamos, Raymond, mi pequeña Brooke... digamos que tiene un carácter más bien fuerte. -dice mientras se rasca la barbilla, pensativa.- Es una chica difícil de conquistar, y, cuando se le conoce bien y coge confianza con las personas, es un completo amor. Está todo el día riendo y bromeando con sus amigos. Es muy risueña. -añade.
- ¿Físico?
- Para mí es hermosa. No sé si será porque soy su madre o algo por el estilo, pero debajo de esas capas de ropa ancha y malos modales, es una chica preciosa. -afirma con una sonrisa.- Tiene una larga cabellera morena, un esbelto cuerpo (creo yo) y una sonrisa muy bonita. Sus ojos son color marrón oscuro.
- Eso es todo. -se gira para mirar a la otra mujer que se encuentra en la sala.- ¿Y usted, señora Wellington? ¿Como definiría la personalidad de su hijo?
- Connor es... hmm... especial. -dice no muy convencida.- Debajo de esa actitud dura que demuestra, es también un chico muy dulce. Pero es que como siempre está fuera pues... creo que ya ni conozco a mi propio hijo. -añade negando con la cabeza.
- ¿Y qué me dice del físico? -pregunta el hombre en tono neutral.
- Alto y robusto. Guapo, sí. Es muy atractivo. Sus ojos son claros, y su pelo es castaño.
- No hay más preguntas.
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(Comienzo de la historia, narrada por Brooke Sullivan)
- Que sí mamá, ¡que yo también te quiero! -repito por decimoquinta vez.
- Recuerda de lavar siempre la ropa, ¡que sé que si es por ti usas la misma camiseta diez veces sin lavarla! Y mantén tus cosas recogidas, eres muy desordenada. Estudia mucho, no comas mal y...
- ¡Ya lo sé mamá! -exclamo molesta mientras ruedo los ojos.
- Te quiero cariño.
- Yo también te quiero.
Después de dos besos de despedida y con mi maleta de viaje con todas mis pertenencias en su interior, salgo de casa. Bajo deprisa por las escaleras. Cuando llego afuera, observo que allí me esperan Jack, Matt y Daphne.
- ¡Hola nena! -grita desde la ventanilla trasera Daph.
- Good morning America! -chillo.
Me introduzco en el asiento del copiloto y miro con picardía a Jack, que me sonríe cómplice. Como si de telepatía se tratase, nos giramos hacia los asientos traseros y preguntamos al unísono:
- ¿Preparados para un año extremadamente divertido?
- ¡Así se habla! -exclama con diversión Matt.
Jack se gira hacia la carretera y pone rumbo hacia Columbia University. En la radio suena a todo volumen Talk Dirty de Jason Derülo. Los cuatro cantamos y a la vez movemos los traseros en los asientos ridículamente, haciendo un intento de twerking.
- Talk dirty to me...
+++
Tras arreglar la documentación, nos dirigimos a nuestra residencia. Este lugar es enorme. Daphne y yo vamos a nuestro apartamento en Morningside Heights, compartido con otras dos personas que desconocemos, ya que no nos han dejado ponernos en la misma habitación que Jack y Matt sin decirnos el porqué. Ambas subimos charlando animadamente por las escaleras, hasta la habitación número 114. Abrimos la puerta con las llaves que nos han dado. Rápidamente interrumpimos nuestra conversación, pues ante nosotras se encuentran dos altos y muy atractivos chicos.
«No por favor, esto no puede ser cierto...», pienso.
- ¡Pero mirad quién está aquí! -exclama el rubio.
- Mierda. -digo en voz baja, lo suficientemente alto como para que él me escuche.
- ¡Pero si es Brooke Sullivan!
- ¿Qué haces en mi apartamento, Devis? -pregunto cortante.
- Espera, lo más correcto sería decir que haces tú en mi apartamento. -me corrige con una sonrisa.
- Este es... no... ¡no puede ser!
- Oh sí... ¡vas a tener que compartir apartamento con nosotros! -dice alegremente.- Son nuestras compañeras Connor.
Éste último nos da un descarado repaso de arriba a abajo y sonríe con aprobación. Yo hago una mueca de asco y paso entre los dos con brusquedad como si fueran la puerta de un saloon. Daphne viene detrás de mí y cuando estamos en nuestro dormitorio (o al menos es este el que he elegido) se dispone a preguntarme:
- ¿Pero de qué te quejas, Brooke? ¡¡Si están buenísimos!!
- Tu amiga tiene razón, no sé de que te quejas. -añade divertido Connor, que se ha metido en nuestra conversación. Se acerca a mí peligrosamente.
- Regla uno. NUNCA entres en mi habitación sin permiso. Regla dos, NUNCA irrumpas mi aura. Regla tres, ...
- Sh nena, ¿acabas de llegar y ya estás poniendo reglas? Deberías relajarte, y creo que yo me encargaré de eso.
Me guiña un ojo y se va. Y me deja con la maldita palabra en la boca.
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Lo siento si este capítulo ha sido corto y no ha sido muy bueno, pero es que necesitaba explicar el principio de la novela, perdón D:
Primer capítulo dedicado para @AnnaMariaAmaya. <3
Gracias de verdad, por seguir leyendo mis obras, os amo:
Anabel, xx
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Damn, I'm weird ©
Teen FictionBrooke Sullivan, 19 años. En su primer año de Universidad, Brooke sigue siendo esa chica-chico que siempre ha sido. Con el sarcasmo como lengua principal, se tira eructos en la cara de sus amigos, viste con ropa ancha, se considera una friki amante...