- Está loco si cree que con sus guiños, relamidas de labio y miraditas hará que caiga ante él como el resto de tías que lo siguen mientras babean. Es a lo: ''Ay, ¡Connor Wellington me ha mirado!'' o ''¡Mira que culito tiene por favor!'' o...
- Para, Brooke. -me interrumpe Daphne.- Resulta que acabas de llegar y ya lo estás poniendo a parir al pobre chico.
- Sí claro. Ni que no supieras a lo que va. No se anda con rodeos, Daph. -replico.
- Ay, basta. Dejémoslo. Yo quiero ir a ver el resto de la casa, ¿me acompañas?
- Bah, paso. Creo que hay una Play Station en el salón, voy a jugar un rato.
- Siempre eres la misma Brooke. -dice negando con la cabeza.- Si necesitas algo, mándame un WhatsApp.
- Lo haré.
Y acto seguido, me levanto de la cama y camino hasta la sala de estar. Allí está conectado el aparato, con un par de juegos encima. Con sigilo me acerco a ver cuáles son: Call Of Duty: Ghosts, Battlefield 4 y el GTA V.
Escojo el Call Of Duty: Ghosts, y después de encender la PS4, comienzo a jugar. Pero alguien me interrumpe sentándose de una manera estrambótica a mi lado. Devis.
- Eh, guapa. ¿No te han dicho nunca que las cosas que no son tuyas, antes de utilizarlas, hay que pedir permiso? -pregunta con picardía.
- Ah, ¿es que ésto es tuyo? -cuestiono con dejadez.
- Muy bien Sherlock. -responde divertido.- Te lo dejo ¿vale? Pero con la condición de que juegues una partida conmigo.
- Perfecto.
+++
Nada más y nada menos que cinco horas las que hemos pasado jugando. Me pican los ojos de tanto mirar a la pantalla y me duelen los dedos de tanto apretar botones.
- Nena, no juegas nada mal, ¿eh? De hecho juegas mejor que Connor. -afirma riendo.
- Ya te he dicho que no me gusta que me llames nena, Devis. La próxima vez que lo hagas no dudaré en arrancarte las cejas mientras duermes.
- Vale, está bien... -responde levantando los brazos a modo de rendición.- Tengo hambre, ¿quieres comer algo?
- Vale, ¿qué hay?
Se levanta del sofá y va hacia la nevera. La abre y se queda mirando en su interior pensativamente.
- Comida. -responde al rato.
- Venga ya... ¿Es en serio? -pregunto irónica.- ¿Comida? ¿En la nevera? ¡Joder! ¿Y qué será lo próximo? ¿Agua saliendo del grifo?
- Vale vale, basta ya, deja de reírte de mí...
- ¿Hay chocolate? Me apetece chocolate.
- No. Es que básicamente no hay nada. Deberíamos ir a la cafetería.
- Ay, ¿ahora? Jo, es que tengo que vestirme y todo y me da pereza...
- Vaaaale, ya voy yo. -dice.- ¿Qué quiere que le traiga princesa Brooke?
- Un chocolate caliente con nata, plebeyo Devis. -respondo entre risas.
- Perfecto, ahora vuelvo.
Se va y me deja sola. Me quedo durante un rato mirando la tela rojiza del sofá. Y como soy especial, me tumbo boca abajo y aspiro su aroma. Huele a viejo y a trasero.
Justo en ese momento, llega Connor.
_______________________________
Es corto, pero hace meses y meses que no subía nada. Esto lleva escrito unos... ¿3 o 4 meses? A petición de @ItsAllAboutBooks aquí tenéis el segundo capítulo de Damn, I'm weird. Os lovea a lot,
Anabel, xx
Foto de Brooke.
ESTÁS LEYENDO
Damn, I'm weird ©
Teen FictionBrooke Sullivan, 19 años. En su primer año de Universidad, Brooke sigue siendo esa chica-chico que siempre ha sido. Con el sarcasmo como lengua principal, se tira eructos en la cara de sus amigos, viste con ropa ancha, se considera una friki amante...