Hoy es el día de las madres, no lo recordaría sino porque hay personas en mi casa desde antes que despertara, además cuando papa fue a despertarme estaba muy triste.
—¿Estás bien?—dije antes que se fuera, él dió media vuelta, mirándome
—Sí—dijo frunciendo sus labios
Me dí por vencida, jamás haría que dijera algo. Pero luego recordé a Hector
—¿Por qué nunca me has hablado de ella?—dije poniéndome de pie, como aún seguía un tanto dormida me mareé y volví a sentarme
— No hay mucho que hablar— dijo acercándose
— Claro que sí—dije un tanto molesta— ¿Cómo murió? ¿por qué?...—intenté decir pero me interrumpió
—No es importante
—Era mi madre, tengo derecho a saber—dije poniéndome de pie
—Vuelve acá—dijo, no sabía a quién le hablaba—Sé que estás aquí Lucía—dijo, en unos momentos mi tía estaba con nosotros
—Yo no estaba espiando, les iba a ofrecer galletas—dijo apenada con unas galletas en las manos
—Gracias—dije sonriendo
Luego de eso ,mi papa le pidió que no dijera nada de nuestra pelea, dijo que luego se me pasara, yo me sentí insultada y le reclamé, cuando por fin dejamos que mi tía hablara dijo que yo tenía derecho a saber, pero que era decisión de mi padre si yo me enteraba o no.
Y claro que me enteraría.
Luego no fue muy interesante, sólo comimos, trajeron muchos regalos, y pastel, hubo un momento incómodo en el que todos abrazaron a sus madres y se pusieron de pie, sólo yo y mi padre nos quedamos en nuestros lugares, fue muy triste vera mi papa mirar a todos, cuando por fin me decidí,lo abracé, le dije que él también era mi madre, él respondió que a veces si era muy femenino, yo sólo reí, apesar de todo mi padre siempre era muy divertido.
Al caer la noche hicieron una fogata en el patio trasero de mi casa, sin permiso de mi padre, que a este casi le da un ataque, se soltó diciendo que quemarían la casa, mi papá puede pasar un día máximo con su familia, después de eso se empieza a sacar de quicio y se altera mucho, tal vez por eso casi nunca vienen.
—Tía—dije como en tono de pregunta
— Dime—dije, ella era la psicóloga
Le pregunté si sabía algo de mi madre
—Era muy hermosa, me sorprendió que estuviera junto con tu padre—dijo tomando una copa completa de vino
Le dije que me refería a sobre como era sentimentalmente, y que si me podía decir algo de su muerte
—Ella...era un poco rara, sin ofender—dijo sirviéndose más vino—Tuvo un pasado... muy estremecedor, al principio yo sabía que no era capaz de cuidarte—dijo, estaba muy pasada de copas— pero Alex insistió que ella sería buena madre, y lo fue, pero su pasado pudo más que ella—dijo empinándose la copa de nuevo, en eso mi padre entró
—Te dije que no dijeras nada—dijo enojado, o más bien gritó—Largate de mi casa maldita ¿que no se supone que eres psicóloga? ¿y le dices eso?deberías ir a uno tú—dijo alejándome de ella
—Deberías ir a uno tú, han pasado catorce años y aún no la superas—dijo empinándose la copa nuevamente— luego se tapó la boca—¿Lo dije o lo pensé?—preguntó como si se le hubieran pasado todas las copas que se tomó.
Lo siguiente fue aterrador, mi padre corrió a toda la familia, no le importó que vinieran niños ni la hora que fuera, todos se fueron.
—Ahora sé la razón por la que no vienen—dije recogiendo toda la basura que quedó en el patio
—Son muy sucios—dijo recogiendo al igual que yo
—Sabes a qué me refiero—dije enojada.
Él se escudó diciendo que no aceptaban sus decisiones, y que por eso no eran muy unidos, que nunca aceptaron su relación con mi madre.
— No aceptaron lo que ella era según su perspectiva—dijo entrando a la casa, yo hice lo mismo, lo perseguí, me rehusaba a no saber de ella.
— Platícame sobre ella —dije un tanto enojada
—Ella era muy hermosa, la mejor de la generación en la preparatoria, una persona muy dulce, pero frágil—dijo saliendo de ese lugar
Pero no quería saber sólo eso, tenía muchas más preguntas.
E iba a encontrar las respuestas.
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Ya no sé quién soy: La libertad
Short StoryMuchas pruebas para pasar, muchas oportunidades nuevas, muchos secretos, muchas derrotas, se sabrá quién fue y como influyo todo en ella...
