Barbara...
Comencé a despertarme debido a un fuerte dolor proveniente de mi cuello. En algún momento de la noche, mientras revisaba los contratos, me quedé dormida y terminé en una posición sumamente incómoda. Me incorporé mejor sobre la cama tratando de no aplastar ni dejar caer la cantidad de papeles que tenía sobre la misma. Mi teléfono celular comenzó a sonar y cogí la llamada inmediatamente sin siquiera comprobar de quién se trataba.
-¿Qué?.-pregunté sin ánimos de hablar.
¿A quién se le ocurre molestar a estas horas de la mañana? Mis neuronas apenas estaban poniéndose en marcha.
-Disculpe señorita Bennett.-escuché la voz de Allison al otro lado, parecía estar susurrando.-Solo la llamaba para saber si vendrá a trabajar esta mañana.
-Claro que iré Allison. ¿Qué clase de pregunta es esa? ¿Por qué me llamas tan temprano?
¿Acaso mi secretaria se había vuelto loca?
-L-lo siento señorita.-comenzó a tartamudear.-Es que me preocupó el hecho de que no llegara a la hora de siempre.
¿La hora de siempre?
-¿A qué te refieres? ¿Qué hora es?.
-Son las diez de la mañana señorita.
-¡¿Qué?!.-grité mientras salía inmediatamente de la cama.-¡Por Dios me he quedado dormida!.-no podía creer que esto me estuviera pasando.-Allison, ¿tengo alguna reunión urgente?.
Como era de esperarse, apenas salté de la cama los papeles terminaron desparramándose por el suelo. Rápidamente me arrodillé a recogerlos mientras mantenía la llamada aùn activa.
-Si señorita. Tiene una cita con el señor Grig-Grig...-se le estaba complicando pronunciar el apellido de mi cliente el pervertido.
-Grigahcine.-suspiré.
Maldición. Encima que me he quedado dormida tendré que aguantarme a ese engreído a primera hora.
-De acuerdo Allison. Estaré allí en veinte minutos. Inventa alguna excusa por mi tardanza y dile a ese pervertido que me espere.-ordené finalizando la llamada sin esperar a que me pudiera decir algo más y empecé a prepararme a la velocidad de la luz.
***
William...
¿Acababa de llamarme pervertido? ¿Por qué? ¿Qué hice?
Miré a su secretaria y estaba atónita. Sabía que había escuchado su conversación. Gritaba tan alto que cualquiera a dos calles de aquí la hubiese escuchado.
-¿Acaso ella acaba de llamarme...?.-no pude terminar mi pregunta al ver el rostro de la pobre joven. No sabía ni qué decir.-Olvídalo-reí.
-Por favor tome asiento señor Grig-Grig...
-Llámame William.-pedí.
No quería complicarle la existencia intentando que pronunciara correctamente mi apellido. Suficiente ya la tenía complicada con la jefa que le tocó. Ella solo asintió con una dulce sonrisa.
Iba camino a sentarme en el sitio que la muchacha me había indicado pero me detuve y regresé a donde su puesto.
-Podrías.. repetirme tu nombre.-solicité.
-Allison. Mi nombre es Allison.-repitió sonriente.
-Sabes Allison...me gustaría hacerte una pregunta...un poco personal.
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No Te Enamores De Mi
Fiksi PenggemarBárbara Bennett es la primogénita de uno de los más grandes empresarios de la industria musical y futura heredera de una de las discográficas más reconocidas del mundo entero. Con tan solo 24 años se encuentra viviendo el sueño que todo ser humano...