"Drugs and sex" [Larry Stylinson]

Capítulo 14

—Córrete...—

Louis cerró sus ojos por un segundo, recordando en el día, cuando el sol reflejaba por la ventana e iluminaba su cuerpo todo atado por sogas, que ahora sólo eran pequeñas marcas, que había estado apretando su pene, que lo haba restringido de cualquier movimiento y se había jodidamente corrido cuando le fue ordenado por la voz ronca y varonil de Harry Styles. Suspiro abriendo sus obres azules levantando la mirada para ver al nombrado sentado en el sofa individual que habia enfrente de la cama, su cabeza estaba hacia atrás apoyada en el respaldo, su mano sostenía una vaso lleno de ron que tomaba en pequeños tragos y el ojiazul podía ver su nuez de Adán moviéndose cada vez que tragaba.

—¿Por qué yo?— preguntó con la voz aguda, tapando su desnudez con las sábanas, se sentía abrumado. Demasiadas emociones, demasiados sucesos por dos días.

—¿Por qué tú no?— respondió lentamente, subiendo su cabeza y abriendo sus cansados ojos para observar el pequeño hombre que se encontraba indefenso en la enorme cama. Tan inocente y a la vez era como entrar al infierno cuando lo tocaba.

Louis de encogió de hombros, sin saber que decir o que esperaba que el rizado dijera.  —¿Quien eres? ¿Quien es Harry Styles? — dijo en su lugar sin sacar su mirada del hombre, como si viéndolo fijamente iba a lograr intimidarlo.

—Soy la persona que hará que tu mundo se dé vuelta, que dependas tanto de mi que estarás de rodillas a mi siempre. Te tendré mi jodida palma de la mano para manejarte como un muñeco.

La habitación quedó en silencio, el castaño se levantó, caminado desnudo hasta Styles completamente impecable con su traje. El hijo de puta no había obtenido ni siquiera una arruga cuando lo follo duro con sus dedos, los ojos verdes observaron cada movimiento, hasta que el cuerpo curvilíneo quedó enfrente de sus piernas abiertas.

—Jamás dependería de ti, ni porque tengas toda la droga de mundo, ni porque me mates o no des los mejores orgasmos— dijo Louis con voz aguda, algo rasposa por el porro que haba fumado hace unos minutos. Bajo su cabeza para observar el rostro del contrario. Ninguno sonrió.

El rizado rápidamente agarró la pequeña cintura de Louis, tirando de su cuerpo con brusquedad, sacándole un jadeo lastimero. Logrando que el nombrado quede a horcajadas sobre él. Aún no habían sacado la mirada del otro, se veían intensamente, con ganas de matarse o besarse, no lo entendían pero sabían que ganaría.

El besó ganó, sus labios se juntaron en un choque eléctrico, Harry llevo su mano a la nuca de Louis y lo acercó más a el, atrapando el labio inferior del menor con sus dientes mordisqueando con algo de enojo.

—Maldito malcriado— susurró entre el beso, metiendo su lengua para penetrar la aniñada boquita del pequeño.

Louis gimió sobre la roja boca, llevando su mano a los rizos, tirando de estos.

—Quiero que me muestres quien eres o me iré a la mierda.

El ojiverde se separó observándolo graciosamente, levantando una ceja con desafío. —Voy a encontrarte siempre.

—Soy bueno escondiéndome.

—Soy bueno manteniendo lo que es mío a mi lado.

Otro beso había comenzado. Este más agresivo, más fuerte, con más pasión.
Y hubiera seguido si no fuera porque el celular de Harry sonó haciendo que se separen de golpe.

Largando maldiciones pero logrando atender, sin soltar con su mano libre la desnuda cadera de Louis.

—Edward Styles—el ojiazul blanqueo sus ojos al ver como su voz se colocaba fría y autoritaria.

Jodido loco.

—Joder, si iré—la corta llamada terminó, nuevamente se miraron fijamente.—¿Dices que quieres conocerme? Pues vas a acompañarme ahora a hacer un trabajo.

Louis no sabía en qué se había metido. Culpó a su bocota.

...

Sopresa. Vayan a mi tablero de mensajes tengo algo que decirles.