Pov's Harry
Cómo era ya mi costumbre caminaba por el centro comercial de la ciudad, me ayudaba a distraerme un rato y un buen helado no le hacía mal a nadie.
Me formé en la fila mirando el cartel del negocio. Varias chicas pasan a un lado de mi haciéndome ojitos coquetamente, ninguna era como ella. Angie era única, su rostro tan delicado, sus labios rosados y esos ojos extraordinarios. ¿Por qué las cosas habían terminado así? No entiendo qué fue lo que la hizo correr de mi. Era irónico porque el cuento de la Cenicienta se adaptan a mi vida.Llegue al mostrador y pedí un helado de vainilla con chispas de chocolate y me dispuse a dar vueltas por el lugar.
Me sentía frustrado, quería acabar con esta estúpida soledad. He comenzado una nueva vida pero nada se olvida.
Sentí un pequeñi bulto rebotar en mi pecho y mi helado caer. Mire sin enmutarme hacia abajo.
—Disculpame. —Tome del hombro a la chica levantandola.
—No ha sido nada.— Habló mientras acomodaba su cartera.
—Angie.
Estaba atónico, estaba frente a mi. Ella también había cambiado, llevaba su cabello de un tono más oscuro con un flequillo recto. Su rostro se veía más adorable.
—¿Cómo estás?
—Bien. —Susurro desviando la mirada.
—He querido hablar contigo desde hace tanto.—Hable rápido.
—No creo que sea..
—Por favor, Angie. Dame la oportunidad.
Supliqué, genial. Ahí iba mi dignidad.
La inspeccione dándome cuenta que había derramado mi helado en su ropa. Era momento de sacar provecho.
—Dejame compensarte por el desastre que hice. Te invito una hamburguesa, de las que te encantan. Hay un local en la plaza.
Ella sonrió negando con la cabeza.
—No lo sé.
—Vamos.—La tomé de la mano arrastradola por los pasillos. Pude tomar como un leve sonrojo se pintaba en sus mejillas.
Ambos nos sentamos después de pedir nuestra comidas. Ella se veía nerviosa, buscaba algo para evadirme.
—En serio ¿No hay una explicación?
—Es complicado, Harold.
—Lo entenderé, tenlo seguro.
Ella permaneció en silencio. No sabía que había cambiado.
—¿Hay alguien más?
—No. Nadie podría ocupar tu lugar.
—¿Entonces?
—Ya te lo dije, Harry. Es... —La tomé de la barbilla acercándola a mi.
—¿Me quieres?
—Basta, Styles.
—¿Me quieres?.—Susurre acercándome más. No rompí el contacto visual.
Aspiré su aroma, intenté grabar cada detalle de su rostro. Disfrutar el tacto de sobre su rostro.
—Te lo preguntaré una última vez. ¿Me quieres?
—Me temo que sí.— murmuró.
No me hice de esperar y bese suavemente sus labios. Pero que cosa más hermosa. Todos podían besarse con cualquier persona, pero no todos podían besarse con la persona que amaban como yo a ella y ella a mí.
Me separé de ella, la mire a los ojos. Temí que saliera corriendo como de costumbre, pero no. Ella se quedó a mi lado, inmóvil.
—Su comida.
La mesera trajo ambas comidas dejándolas sobre la mesa, agradecí sin dejar de ver a mi chica.
—Deberíamos comer.— Dijo ella nerviosa.
—Adelante.
No quise presionarla y perder esa perfecta armonía que se había creado. La observé, dándome cuenta que en nosotros quizás había dos soledades o ninguna.
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Rise Again. [H.S II]
FanfictionDespués del trágico encuentro en el bar, Harry comienza a redactar pequeñas cartas para su amada Cenicienta, asegurando que ella es su única y verdadera melodía. ---------------------------------------------------- Historia completa.