5. ¿Quien es él?

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-¿Lynden?

-¡Si! Ese es mi nombre ¿tu como te llamas?

-Soy Ariel

-Me gusta tu nombre –el joven sonrió aun mas, cogió a Ariel de las manos y comenzó a bailar, saltar y jugar.

-Oye, para –se quejó Ariel, intentando soltarse, Lynden seguía jugando y apretando mas fuerte, Ariel estaba sorprendido, el era tan delgado y frágil pero tenia bastante fuerza, no se podía liberar.

-¿Qué haces por el bosque? –preguntó Lynden, mirándolo atentamente.

-Vine con unos chicos…por cierto, ¿sabes donde están? Son tres

-Me encargue de ellos –sonrió Lynden, Ariel sintió un escalofrió al ver esa sonrisa

-¿A que te refieres? ¿los conoces?

-¡Ven! Vamos a pasear, el bosque es muy grande, no tenemos mucho tiempo –comenzó a jalarlo del brazo, estaba emocionado, parecía un niño.

-No…

-¡Eres divertido! –se rió Lynden -, ¿jugamos?

-¿Jugar?

-Si, ¡juguemos por todo el bosque!

-No, tengo que ir a casa –respondió Ariel. Lynden se detuvo y se quedo quieto por varios segundos.

-Tu estas con ellos ¿cierto? Tu perteneces ahí…

-Supongo que si.

-Ya veo…

El silencio invadía el lugar, el viento movía las hojas de los arboles, Ariel no sabia que hacer, Lynden permanecía inmóvil, con la mirada perdida. Hacia frio, Ariel miraba a todos lados, buscando una pista que le diga por donde ir, pero no encontraba nada, le dolían sus heridas, quería regresar a casa.

-¿Sabes el camino a casa? –preguntó, nervioso por la reacción del joven.

-¿Cual casa? –respondió este, en un tono indiferente.

-El pueblo, tengo que volver, ahí esta mi casa.

-De acuerdo, te lo mostrare…pero me tienes que prometer algo ¿si?.

-¿qué cosa?

-Te lo diré cuando lleguemos…- lo miró fijamente

-…esta bien –Ariel sentía que si decía algo inapropiado le iba a ir mal, ahora lo que mas quería era encontrarse con uno de los chicos y salir de ese lugar, estaba asustado y confundido.

Lynden comenzó a avanzar, saltando y danzando a través de los arboles, jugando con ellos, con las hojas, la tierra. Ariel estaba confundido, no sabia quien era ese joven o que estaba haciendo en medio del bosque.

-¿Sabes por donde estas yendo? –preguntó Ariel, desconfiado.

-Tonto, conozco el lugar de memoria –se rió Lynden.

-¿Desde cuando vives aquí?

-…no lo se…

-¿Como que no lo sabes? ¿Estas perdido o algo?

-¡Mira! Son ciervos ¿has visto uno alguna vez? Son bonitos ¿no? –Lynden corrió hacia ellos, riendo, nunca paraba de reír, era como un niño pequeño. Ariel dudaba constantemente, no sabia si se estaba perdiendo mas, ni siquiera sabia si realmente Lynden era quien decía que era.

-Por cierto, ponte ropa, es perturbador que no la tengas puesta –Ariel se quejó.

-No necesito usar ropa, tampoco tengo que digamos –comentó Lynden. Ariel se quedó mirándolo, se quitó la chaqueta y se la lanzó.

My Magical ForestDonde viven las historias. Descúbrelo ahora