Capitulo 2: Una fotógrafa, una pintora, tres músicos y una bailarina.

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Desde que Amy, Spencer, Paul, Teffi y yo nos conocimos en aquel restaurante de comida grasosa y poco saludable, nos hemos vuelto grandes amigos. Si bien al principio nos caímos mal entre todos, pronto floreció una fuerte y duradera amistad que hasta el día de hoy mantenemos. Luego de unos años y por diferentes motivos todos comenzamos a tomar diferentes caminos tratando de hacer realidad nuestros sueños, mientras que Teffi se inclinaba por ser una fotógrafa reconocida, Amy trababa de vender sus cuadros a un precio exageradamente barato, Spencer, Paul y yo luchábamos por ser una banda reconocida. Pero un gran spoiler viene a continuación, ninguno, hasta el momento, ha logrado su sueño y volvimos a donde empezamos. Trabajando en un lugar que detestemos mientras paralelamente intentamos cumplir nuestras metas en la vida.

Por esta simple razón es que tuvimos la idea de que cada semana, no importa que día, pero un día en la semana debemos juntarnos a hacer algo que era fundamental en los viejos tiempos, divertirnos y olvidarnos de la vida de mierda que llevábamos, aunque ahora ha mejorado bastante, excepto por el trabajo.

Pero por una evidente razón lo había olvidado y ahora me encontraba rodeado de mis amigos, aunque faltaba Teffi.

No era de extrañar que ella llegara tarde, su mayor cualidad ademas de llevar una vida muy al estilo "Hakuna Matata", era llegar tarde a todos lados. Al principio solía ser molesto, pero con el tiempo logramos acostumbrarnos.

Mientras la esperábamos aproveche para subir a ponerme unas bermudas que en realidad solo eran unos jeans que corte a la altura de la rodilla, ademas de ser buen baterista, tengo habilidades de costurero, ademas de eso tome mi vieja gorra negra y sin mas volví a bajar, el calor cada vez se ponía mas pesado y optamos por ir afuera, allí se encontraba mi piscina y una parte del patio tenia un alero que nos protegía del sol, ademas podíamos hacer comida en mi asador. Así que Spencer y Paul, se marcharon a hacer las compras dado que ellos serian nuestros chef esta tarde.

No se si es por lo ocurrido recientemente con Hanna o es el insoportable calor, pero no tengo ni por asomo algún rastro de apetito. Siendo sincero, no se que sentir con respecto a lo ocurrido con Hanna, jamas la había visto así de fiera con alguien...por ese lado creo que hice lo correcto pero por el otro una ola de nostalgia me abraza y la extraño un poco...Demonios estoy siendo un idiota, Hanna estaba fuera de control, estuvo bien terminar esta extraña relación, soy Derek Donovan, en cuanto el rumor de lo ocurrido se esparza por todo Wexford pronto tendré una fila de chicas listas para acostarse conmigo.

Volví a entrar para tomar tres cervezas de mi refrigerador y enseguida salí a donde Amy y Emma se encontraban tomando sol. Emma necesitaría una dosis extra, mucho tiempo viviendo en el norte la ha dejado tan pálida como la nieve. Abrí las tres cervezas de un tirón y le di una a cada una. Tome asiendo junto a ellas dejando mis pies en el agua cristalina.

-Lamento lo que ocurrió Derek.-dijo Amy con cierta culpa en sus palabras. Tome un trago de cerveza y pensé lo que diría, en momentos así Amy puede ser tan delicada como una rosa.

-No tienes porque preocuparte, ella solita se lo busco...Fue lo mejor para ambos, al fin y al cabo yo no soy lo que ella esperaba.-de hecho soy lo que nadie espera tener como pareja.

-¿Estas triste?-pregunto ojos bonitos. La mire por un instante, se encontraba mirándome con una mano por encima de sus ojos tratando de cubrirse del sol.

-He pasado por peores...-volví mi mirada a el agua calma que rodeaba mis pies. No se volvió a mencionar ni una palabra, simplemente nos dejamos bañar por la luz del sol mientras la cerveza nos refrescaba. Poco tiempo después, me encontraba recostado en el mismo lugar con mi gorra bloqueando el sol de mi rostro, entonces escuchamos una voz alegre que cantaba una de las letra de una cancion de nuestra banda. Efectivamente era la voz de Teffi, ella entro por el pasillo que hay junto a la casa y apareció saltando con una gran sonrisa, su cabello rojizo extremadamente enrulado flotaba en el aire como una nube, Amy no tardo mucho en ponerse de pie y corrió a saludarla. Una semana sin verla era como mil años sin escuchar su estridente voz. Me pare a saludarla y ella hizo su clásico abrazo de koala, enrollo sus piernas en mi cintura y me abrazo con todas sus fuerzas pero yo no me quede atrás en tema de intensidad de abrazos.

La excepciónWhere stories live. Discover now