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El auto había parado en frente a un restaurante lujoso. El chófer mayor que manejaba salió rápidamente para abrirme la puerta. Le agradecí. Caminé hacia la entrada donde estaba un joven portero.

-Es la Señorita Parker?

Asenti

-Es por aquí

El joven abrió la gran puerta, se hizo hacia un lado y me dejó pasar.

Dentro del restaurante no había nadie, solo las chicas de la reservación

Era un lugar bastante acogedor, se veia lujoso pero a la vez sencillo.
El chico y yo tomamos el elevador y nos dirigmos al segundo piso.
Tampoco había nadie. Al fondo de la habitación pegado a un gran ventanal se encontraba un hombre, vestido de traje

-Señor? Tiene compañía

El hombre voltea al vernos y asiente despacio con la cabeza

El joven portero se aleja de nosotros dejándonos solos

Yo camino hacia aquel hombre.

Él me mira fijamente por un momento contemplando mi rostro

-Eres igual a ella- fue lo único que dijo entre suspiros. Supongo qie se refería a mi madre

Pensé que sería descortes o se enojaria al saber que tenía una hija

- No pensé que fuera cierto

Yo tampoco lo creía hasta ahora

-En realidad si existe-dije mirando cada parte de su ser

El hombre.... O sea mi padre era hermoso... No debería decir eso.
Aparentaba unos 32 años de edad, a pesar de ser un ser antiguo

Pelo rubio y ojos grises como los de mi tío Gabriel, anchos hombre. Una gran estatura de casi dos metros, en comparación con la mía, yo le llegaba por el abdomen

-Toma asiento, por favor- sacó la silla para que pudiera sentarme

-Gracias

-Gabriel... Me contado

Yo asiento mirando la mesa

- Ya lo se todo... Sé todo sobre ti... Y por lo que ha pasado

Sabía a lo que se refería... La personas seguían recordandomelo mientras yo trataban de enterrarlo en lo mas oscuro de mi mente. Comenzaba a construir un gran fortaleza que bloqueara salir esos horribles recuerdos de perturbador pasado.

- Gabriel me dijo que estas estudiando en la Academia

Sonreí- Me gusta estar ahí. Los chicos son agradables... Y entré en el equipo de boxeo de la escuela

Él me miró con una ceja levantada

-Tú estás en el equipo de boxeo?- asenti motivada-eres una niña

- Y? Las chicas tenemos los mismo derechos que los chicos. Podemos hacer lo que queramos

-Esta generación de hoy en día- replicó por lo bajo- y también te has pintado el cabello?

- Es natural. Desde que tengo memoria siempre me han mirado raro por el color de mi pelo.

- Aquí no tienes por qué preocuparte esas cosa

Sonrei

-Hay algo que quería preguntarte..... Desde que tengo poderes, estas marcas me han salido estos- dije señalando mis hombros

-Tienes poderes demoniacos...

-Ah

El comenzó a preguntarme cosas sobre mi vida. Claramente no tenía ni idea de mi existencia

Una camarera muy bonita se nos acercó para tomar nuestros pedidos

Papa pidió un filete mignon y yo camarones al ajillo. No era nada del otro mundo pero realmente se me antojaba

-Mmm- Levanté la cabeza para verlo-Solo espero que tus notas sean tan buenas como tus golpes.  Cada semana llamaré a la escuela para ver como estas, ni quiero que me decepciones-esta ves me apuntaba con el tenedor tomandose en serio su papel de padre-... Y no quiero chicos

Ahora si... El lema de un padre que  no podia faltar

-Por qué no?

-Aún eres joven y los hombres...
Son unos cerdos

Claro está

Ya se hacía de noche. Terminamos de comer, él pago la cuenta y nos montamos en su perfecto Lamborghini negro.... Quien lo diría... Al Diablo le gustaban gustaban los carros caros

Todo el camino era en silencio excepto de la música clásica de la reproductora del auto. El paisaje era hermosos, de adornaban con pinos muy algo, toco la ventana como queriendo tocar los hermosos árboles.
La ventana esta fría, hacía frío afuera.

Ahora nos dirijimos hacia ina montaña no se porque. Pocos segundos nos encontramos frente a una mansión. La de él, claro está.

Tenía una construcción futuristica.... Una casa encima de una montaña, alejada de la civilización. Me gustaba la tranquilidad, no me gustaban las personas cerca de mí. Por eso prefería estar sola siempre.

Papá me abre la puerta y yo entro. Dentro del gran salón nos esperan personas, probablemente el servicio de la casa. Hicieron una reverencia y nos saludaron a ambos

Papá llamó a una señora y dejo que ella será la encargada de cuidarme siempre que esté en casa

-Ella es Finna, ella será quién te atienda, si necesitas algo ella te ayudará.

Luego llegaron dos chicos muy guapos: uno asiatico y el otro parecía inglés.

-Él es Shen-señaló al chico asiatico que hizo una reverencia para mi-Y él es Kensie-el chico antes mencionado arrodilló un pie ante mi y besó mi mano, dandome una bienvenida con su notorio acento inglés

-Estos jovenes estudian en tu misma escuela. Podrás socializarte con ellos. Siempre que quieras venir aquí podrás contactar a uno de ellos para que te transporte. Tambien te entrentarán ya que ahora eres presa fácil para los demonios

Asenti con la cabeza

-Yo iré a mi despacho, Kensie te escoltara hasta tu habitación

Asiento y me despido de él

Todos se habían marchado, solo quedamos el chico europeo y yo

Él caminaba delante de mi sin decir ninguna sola palabras

Debía romper el silencio

-Qué tipo de ser sobrenatural eres?

El se volteó para verme y sonrió

-Soy un demonio

Eso no me tranquilizaba

-Estoy aquí para cuidarte, debo protegerte de cualquier criatura que se te acerque

Asenti interiorizando sus palabras

Kensie era hermoso: pelo negro, cejas gordas, ojos azules penetrante, nariz fina, labios seductores, piel palida, no como la de Edward Cullen, alto y musculoso. Su mirada no era dura cual soldado ni coqueta como la de un mujeriego, simplemente transmitía confianza, tranquilidad y protección

-Aquí es tu cuarto, el mío está allá- señaló al fondo del pasillo

Si pasa algo solo invocame

-Buenas noches

-Que duermas bien- dijo el inglés

Curiosidad [II Tomo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora