De repente, el viento sonó con fuerza al chocar con el techo de la cabaña. Liam caminó hacia la ventana y corrió las cortinas a un lado encontrándose con una fuerte ventisca que azotaba con fuerza la cabaña. La nieve caía rápida y gruesa hacia el suelo. Liam maldijo por lo bajo, dándose cuenta de que iba a estar encerrado allí por un largo tiempo. Con ella.
- ¿Puedo tocarte?
La pregunta lo congeló. Liam se giró, y para cuando le respondió, se escuchó a si mismo tartamudeando.
- ¿Q-que dijiste?
- Me preguntaba si esque podía tocarte.
A Liam le martilló el corazón.
- ¿Por qué quieres hacerlo?
Ella se encogió de hombros, indiferente.
- No lo sé, solo curiosidad. Cómo no puedo ver, utilizo mi sentido del tacto y así puedo imaginar una imagen tuya en mi mente.- le dijo.- ¿Puedo tocarte?- repitió.
Liam permaneció en silencio por un tiempo, debatiéndose a si mismo en qué debía decirle. Luego la miró, y supo entonces la respuesta.
- Si.- dijo antes de poderse detener.
Ella sonrió, y extendiendo los brazos para poder localizarlo, caminó hacia él. _____ posó sus manos en su torso, justo debajo de su ombligo y empezó a tantear con la yema de sus dedos a su alrededor. Los latidos del corazón de Liam aumentaron a medida que las manos de _____ iban subiendo. Sus ojos jamás se separaron de ella, mientras que la miraba con detenimiento, como si quisiera guardar cada fracción de su rostro en su memoria.
_____ se acerco más a él. Su cercanía lo ponía nervioso, y sintió un extraño impulso por tocarla. Poder sentir la suavidad de su piel al tocarla. E hizo que una parte ajena a él le doliese, cuando las pequeñas manos de _____ ciñeron sus bíceps, apretándolos.
- Mmh... eres muy fuerte.- dijo mientras seguía tanteando con los dedos alrededor de sus bíceps. Escalofríos le recorrieron mientras se sentía endurecerse aun más por la necesidad y el deseo.
Necesidad de querer probarla. De poder enterrarse en lo más profundo de sus entrañas y oírla gemir y jadear al mismo tiempo que su húmeda y estrecha feminidad lo encerraba hasta no poder más...
El perro gruñó. Liam lo ignoró mientras continuaba mirándola. La deseaba. De eso no había duda. Si hubiese sido en otra ocasión, Liam pensaría que lo había estado provocando. Pero había un toque inocente en ella que le decía que sólo quería sentirle. Verle. Liam no hablo mientras sentía las manos de _____ subir hasta su cara. Acunó sus manos sobre sus mejillas y lo acarició.
- Eres mas alto de lo que creí.- dijo ella y le sonrío.
La mano de _____ se desvió a sus labios y los delineó con la yema de los dedos. Inconcientemente, Liam se relamió los labios. _____ pudo sentir la calidez de su lengua rozar contra sus dedos, y deseó poder ver para localizarlo y besarlo. De repente, Liam se alejó y ella dejó caer su mano. ______ se quedó quieta, esperando que la tocara. Al pasar los segundos se dio cuenta de que no lo haría, y cuando iba moverse, las manos de él acunaron sus mejillas y la atrajo a sus labios. Liam la besó con una desesperación que ni el mismo se lo podía creer. Un beso exigente. Hambriento. Salvaje.
