La nueva integrante Akatsuki

Corria a toda velocidad por los techos de las casas, dando saltos rapidos, no me importaba que mi brazo estubiera mal herido y sangrando, lo unico que me importaba en ese momento eran los dos hombres encapuchados que venian siguiendome y tenian la intencion de capturarme. Uno de ellos me habia lanzado un kunai y me habia hecho la herida en el brazo.

No dejaria de correr, tenia que librarme de estos tipos a toda costa, tenia que llegar al bosque rapidamente y esconderme pero... no, no serviria de nada esconderme, mi brazo sangrando dejaria un rastro asi que un escondite seria inutil a menos que detubiera el sangrado, cosa que haria que me atraparan ya que perderia velocidad al intentar sanarme. No. Nada de eso, mejor me consentro en huir lo mas rapido que pueda hasta el bosque.

--Yoru, detente ahi-- grito uno de ellos. Lo ignore por completo y segui con mi huida. Llegue al bosque, corri por las copas de los arboles y despues por abajo entre los troncos con la intencion de perderlos, pero parecia que sabian cada movimiento que iba a hacer.

Volvi de nuevo a las ramas altas de los gigantescos arboles, seguia escuchando a ese par detras de mi a unos cinco o seis metros de distancia entre las hojas. Depronto un dolor muy fuerte en el cuello me hizo caer repentinamente al suelo. "La marca de maldicion!". Me desplome en la tierra en un desmayo. Ya no supe mas, solo que ese par de encapuchados habian llegado a mi lado y uno de ellos me cargo en su hombro.

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Me desperte en un cuarto oscuro, estaba recostada en una cama muy comoda. Mi cabeza me pesaba y estaba algo mareada. Me senté en la orilla de el colchón, miré a todos lados y me percate de que había una mesita de noche en donde había una lámpara. La encendi y vi que era una habitación muy linda. "¿Que clase de criminales te secuestran y te encierran en una habitación tan linda?... Sí, los que me secuestraron a mi" Mi brazo herido se encontraba enrredado con bendas que detenian el sangrado. Intente ponerme de pie pero no pude, no tenia muchas fuerzas.

--Es mejor que te quedes recostada-- escuche una voz masculina que venia de una esquina de la habitacion. Me gire rapidamente hacia donde provenia la voz. Vi a un hombre recargado en la pared y cuzado de brazos. Cabello largo y negro, ojos de igual color, era muy grande y daba mucho miedo. Me miraba serio. "¿Desde cuando estaba ahi?". Lo mire con mucho miedo y me quede paralizada. El noto eso y se acerco a donde estaba, intente levantarme de nuevo, queria correr fuera de la habitacion y huir, crei que me haria algo. Cai al intentar dar un paso. --No hagas eso, te lastimaras aun mas-- Me lavanto en sus brazos y me coloco de nuevo en la cama y me cubrio con la cobija.

--¿Que es lo que quieren? ¿por que me trajeron aqui?-- pregunte con la voz entrecortada de miedo, queria llorar, me sentia devil, no tenia fuerzas, el podria matarme facilmente en ese momento sin que yo pudiera defenderme. No sabia que hacer. Estaba desesperada.

--Algo simple. Te queremos a ti-- hablo sentandose en la cama frente a mi --Ahora eres de los nuestros--

--¿A-a que te refieres con "de los nuestros"?--

--Akatsuki, asi se llama nuestra organizacion, y ahora tu perteneses a ella-- Abri los ojos como platos al escuchar aquel nombre "Akatsuki, el grupo de criminales mas peligroso... Mi hermano me conto sobre ellos, pero... ¿por que me querian a mi?"

--N-no-- hable despacio pero la deseperacion me gano, yo no queria ser parte de un grupo de criminales, yo solo queria... salir de ahi y regresar con mi abuela y mi hermano a la aldea --¡No, yo no quiero estar aqui!-- comenze a llorar. Aquel tipo parecia no tener emociones, solo se quedaba mirandome con cara inexpresiva.

--Asi son las cosas, Yoru. Ya eres una akatsuki, te guste o no-- se puso de pie. Hubo un pequeño silencio.

--Yo no soy una criminal. Yo no lastimare a nadie-- El me miro por unos cuantos segundos y despues se acerco a mi y tocó mi cuello.