Nunca más, chicos. Hada Grey va a cambiar

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Me quedo hecha bolita en el pasillo por un rato más, sólo para asegurarme que todos se han ido.

Escucho un repiqueteo de tacones y zapatos. Muchos. Agudizo mi oído y cuento. 5 o 6 personas ¿Que hacen aquí si la escuela ha acabado ya? De repente, el sonido para. Justo en frente de mi. Diablos

-¿Perdedora?- dice una voz. Definitivamente un hombre. Su voz es firme y segura, dura y para nada amistosa.

Alzo la vista y los veo. Cuento rápidamente. 6 hombres y una mujer. Me encojo ante ellos. Uno de ellos me observa fríamente con esos helados ojos azules. Rápidamente reconozco al portador de la voz.

No emito palabra alguna y me quedo expectante.

La chica da un paso al frente haciendo que su coleta castaña rebote para todos lados y habla.

-¿Tu eres Hada Grey, cierto?

Asiento levemente.

Ella me toma de la mano y me levanta.

-Yo soy Asha. Ellos son Louis, Zack y Trent-señala a los chicos del lado derecho.

Miro al trío de chicos que me ha señalado y entrecierro los ojos confundida.

-Estos son Tom y David-señala a los tipos de la izquierda. Me les quedo viendo. Ambos tienen ojos caramelo y son rubios, se parecen demasiado. Asha nota el tipo de mirada que les hecho al par y me susurra- hermanos- asiento perdida en mis pensamientos.

-Y este - Asha toma al chico que habló antes por el brazo lo acerca- este es Damian -Damian asiente hacia mi y me frunce el ceño - Hola -me gruñe y me mira con receso.

Bajo la mirada inmediatamente y me quedo mirando mis sucios zapatos de piso.

¿Que, en nombre de dios, hacen estos tipos? ¿Por que me los presenta y por que quiero hablarles?

-¿Eres muda o que? -me ladra Damian.

Trago audiblemente ¿por qué, siquiera, me están hablando? ¿Qué no saben que hablarme es una degradación social? -A excepción de Nick, claro-

Asha me mira, como dándome apoyo y seguridad -Habla, vamos. No nos tengas miedo - me sonríe.

Me quedo callada. Subo mi mano temblorosa y acomodo mi flequillo.

-Uh... ¿por qué me hablan? -digo con una vocecilla.

Damian rueda los ojos y gira su cabeza hacia Asha - ¿ves? No le interesa. Vámonos.

-¡Ni siquiera le hemos explicado! -le reclama Asha.

-¿Explicarme que? -pregunto realmente confundida.

-Bien. ¿A alguno de nosotros nos has visto antes?

Niego con la cabeza.-Eso es porque antes éramos rechazados, como tú -hago una ligera mueca- unos perdedores. Rechazados. Excluidos. Patanes... -frunzo mis labios.

-Esta bien, Damian. Creo que ya entendió eso.

Damian le da una mirada recelosa a Asha y continúa.

-Entonces nos juntamos, y nunca más dejamos que nos pisotearan.

Alzo mi cabeza y los miro sin saber que decir. Pasan unos minutos y Damian da un suspiro exasperado.

-¿No lo entiendes? Te estamos invitando a unirte.

Frunzo el ceño, confundida, aún procesando sus últimas palabras. ¿Quieren que me una? Asha se acerca a mi, con una banda elástica blanca colgando entre sus dedos.

-Como iniciada te daremos esta primero -la coloca alrededor en torno a mi muñeca izquierda-después te ganas la roja -ella me muestra la suya.

Vaya, esta chica es demasiado sonriente.

-¡Hey, Asha! -le llama un chico. El el alto y fornido, sin duda intimidante, pero sonríe cálidamente. Zack, creo que se llama.

-Ya que esto esta arreglado, nosotros tenemos que irnos -Asha le rueda los ojos.-

-Lárguense, cavernícolas. -agita su mano hacia ellos.

Ellos corren hacia el estacionamiento y se pierden en la distancia.

Me quedo totalmente petrificada, aún perdida.

-Hey, Hada, vamos, salgamos que aquí -Ella me sonríe y me toma la mano guiándome a la salida.

-¿Viniste a la escuela en carro o...?

-En bicicle...- me detengo a la mitad de la oración y corro hacia dónde estaba escondida mi ya destrozada bicicleta. Me hinco a su lado y sollozo. Había tardado 6 meses y medio en juntar dinero para comprarla. Ahora sus llantas y cadenas han desaparecido, el asiento esta totalmente destrozado y hay un brillante y enorme cartel que dice "Patética" pegado al manubrio.

Escucho los pasos de Asha detrás de mi.

-Uh... ¿Hada? ¿Esa es... era tu bicicleta?

Asiento lentamente negándome a mirar a otro lado que no sea mi bicicleta.

La escucho alejarse. De seguro planeó esto. Ella y sus amigos se burlaron de mi. Ellos...

-¡Mira! -detengo mis pensamientos cuando una maleta cae justo a un lado de mi. Volteo a ver a Asha, de nuevo confundida.

-Les daremos un pequeño regalo nosotras también- ella me sonríe maliciosamente y saca una manta y una cuerda de la maleta y los pone a un lado. De su bolso saca un cuaderno y una pluma y me los entrega.

-Toma, escríbeles algo.

Frunzo ligeramente el ceño.

-¿Algo como que?

Se levanta y cubre mi bicicleta con la manta y amarra la cuerda al manubrio.

-No lo se, algo con plan de "Hola, los saluda Hada grey, jodidos hdp. -sonriendo como orgullosa de su línea carga la bicicleta y la amarra al gran poste que sostiene la bandera de mi escuela -un unicornio con la bandera de Inglaterra detrás. Ni me pregunten porque la bandera de Inglaterra si no estamos en Inglaterra porque no lo sé- se asegura de que este bien amarrado y da un paso atrás.

-Hada, pásame la hoja.- extiende su mano hacia mi.

-¿hdp? -ladeo mi cabeza.

-hijos de puta.- se encoge de hombros como si decir eso fuera lo mismo a "oye, pásame la mantequilla".

Muerdo mi labio y garabateo otra cosa. Le extiendo el papel a Asha.

Ella lo toma y una media sonrisa aparece en su rostro.

-Bien dicho, chica.

Saca una cinta de su bolso -me pregunto de donde saca tantas cosas, ninguna chica normal lleva todo eso con ella- y pega el cartelito en el poste.

-Listo, vámonos.

Damos media vuelta y dejamos nuestra pequeña travesura atrás.

«Nunca más, chicos. Hada Grey va a cambiar»

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⏰ Última actualización: Mar 18, 2014 ⏰

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