SIETE

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A la mañana siguiente:

5:00 AM

En la casa de los Fernández se encontraba una peliescarlata dormida junto a su esposo, Ella desperto y miro él reloj que marcaba la hora y decidió ir al baño. En eso ella sintió unas ganas horrendas de vomitar, pero antes de que lo hiciera salio corriendo a tomar un vaso de agua, ya que él doctor le recomendó tomar cada día 4 a 5 vasos de agua al día para prevenir las ganas de vomitar, pero antes de que pudiera tomar un trago, se dirigió al baño y vomito.

Mientras que Jellal seguía dormido, en su sueño vio una especie de premonición, se trataba de Erza, vio el gremio un desastre la fiesta en la estarian celebrando, sus amigos, todos los del gremio hecho un lio, mientars que el hombre secuestrába a Erza mientras estaba inconsciente y él en él suelo. Él no quería ver eso, él prometió protegerla sin importar lo que pasara, él la protegería hasta la muerte. Al cabo de ese sueño despertó y sin sentir a su esposa al lado pudo escucharla en él baño y supo que estaba vomitando de nuevo, él no quería verla así, no en ese estado, ni en esa situación con su mal estar, él quería que se sintiese bien que no le pasara nada, que sin importar que pase siguierian adelante, pero eso no seria posible, lo único que pudo hacer en ese momento era esperar a que parará y acercarse a donde estaba ella y abrazarla lo mas fuerte posible, no importara que pasara lo único que quería era sentir él calor de ella rodearlo. Y eso hizo. Caminando lentamente hacia ella, la abrazo por detras mientras posicionaba su cabeza en su hombro.

- Ya despertaste cariño - interrogó aun sintiéndose débil por lo que acababa de hacer, él asintió y la sintió temblar mientras ella acariciaba su pelo- ¿Me esperaras en la puerta amor? - él asistió lo mas conforme a ese momento, se quedaron así por un momento, Erza sabia muy bien que él odiaba cuando la escuchara vomitar-

- E...Erza, estaras bien? - dijo, pero en un tono en él que ella supo que era preocupación y angustia, y a la vez sintió unas cuantas lágrimas recorrer le por él brazo, ella sabia que había sufrido mientras esperaba a que dejara de vomitar, sabia muy bien que a él no le gustaba verme así y a la vez sabia que él era débil y sentimental cuando me veía en esa situación-

- No te preocupes, siempre lo estaré, que tal si me esperas afuera mientras me arreglo - decía tratando de calmarlo, pero no funciono, Jellal se tensaba mas y mas al imaginarse en lo que le pasaría si no estaba a su lado- Tranquilo estaré bien, mirame - sacando la cabeza de su hombro, lo miro y le limpio las lagrimas mientras pronunciaba la únicas palabras que en ese momento Jellal quería escuchar - Te lo prometo - y así Jellal salio, pero espero a lado de la puerta a agachado y soltando varias gotas de lagrima-

Erza no tardo en salir, se agacho donde Jellal, se sentó en sus piernas y lo abrazo con mucho cariño, porque sabia que aun estaba tenso por lo que había pasado, ya había pasado antes, muchas veces, pero aun asi en cada situación comenzaba y terminabaestaba con la misma escena y persona al lado.

- ¿Que tal si nos volvemos a dormir?- pregunto tratando de que se levantara, pero antes de que ella se levantara, Jellal la beso con tanta ferocidad que Erza no dudo en corresponder, ella sabia muy bien él porque y la razón por él cual quería hacerlo-

No tardaron seguir con lo que estaba, Erza sabia que el la necesitaba con todo su ser pero aun así no se percato de que él la tenia cargada y dirigiéndose a la cama, Jellal quería continuar pero a la vez no queria hacerle daño, cuando la deposito en la cama, Jellal se separo y sin mirar a Erza, no pudo contenerlo más y dejo caer unas cuantas lágrimas en él rostro de Erza y esta se percato de que no solo estaba sufriendo por fuera, sino que también por dentro, Erza no quería verlo así, así que ella se levanto y levanto su cara para que la mirase, lo vio, vio lo que jamas logro ver en él, vio lo que pensó que era imposible, vio en los ojos de su amado esposo miedo y sabía él porque.

- Ya te dije que no importara que pasara nuestro amor seria mas grande que cualquier cosa, ¿No te lo había dicho ya, cariño? - no supo cuando Jellal había dejado salir todo él estrés de su cuerpo, pero supo como y cuando calmarlo-

Erza lo atrajo hacia si misma y lo beso de una forma en que él no supo como corresponderle, ya que él aun estaba en trance por sus pensamientos, Erza se puso encima de él y le susuro en él oído lo que Jellal necesitaba para salir del transe de sus pensamientos y sorprenderse a la vez, eso era " sabes que es mejor olvidar todo lo que te preocupa y seguir adelante con la persona a la quien amas, ¿no es así? " Jellal sabia muy bien de donde salio esa frase, él se lo había dicho un día antes de su boda y se lo había dicho ese mismo día ya que supo que estaba sufriendo por lo que su padre le había dicho, y gracias a ellos, Erza siguio adelante a su lado, en ese momento Jellal se abalanzó donde ella, la abrazo duramente, pero sin hacerle daño, mientras lloraba junto a ella y se aferraba a ella, Erza hizo lo mismo, ella sabia que la necesitaba en un momento como ese, ambos se nesecitaban y tenian que desahogarse mutuamente.

- No me dejes, no lo hagas, no me abandones, por favor, no puedo soportar, ni imaginarme lo que es vivir sin ti - decía entre sollozos Jellal-

- Nunca, aunque estuviésemos lejos jamás - Erza se separo y le levanto la cabeza para verlo, mientras se limpiaba y le limpiaba las lágrimas que recorría por su cara- ¿Ahora que tal si dormimos?-

- No quiero  - y siguió abrazandola-

- Pero sabes que tenemos que, cariño, aun es muy temprano -

- No me importa, solo quiero estar contigo - en ese momento lo único que Erza pudo hacer era cogerle la mano y colocarlo en su vientre para que sintiera al bebe (ya que Jellal puede ver tras las cosas, que en este caso puede ver al bebé, gracias por el hecho de que aprende nuevos clases de magias) -

- Sabes muy bien de quien estamos hablando - sintiéndolo supo que él bebe necesitaba un descanso, así como la madre - Sabes que te amo y no solo eso - lo beso y lo miro a los ojos - Sabes que es por él regalo mas grande que me has dado, recuerdas, estube feliz ese día, él día en él que supe que seria madre, en él que seriamos padres y formaríamos una familia, lo recuerdas no,debes como futuro padre no estresarnos, no lo crees -

- Si, seria lo mejor - Jellal no lo podía aguantar mas solo quería estar con ella, pero a la ves no quería hacerla sufrir y lo único que quería era ella nada mas -

Jellal acosto a Erza en la cama y luego cogió una de las tantas sabanas que había en la cama y los cubrió, observó a su amada esposa, vio en reloj que estaba a un lado de la cama en la mesita de noche, y al darse cuenta de que eran las 6: 45 AM y el sol ya comenzaba con su aparición, supo de de seguro ella ya esta cansada y para no molestarla, la dejo descansar mientras acariciaba su hermoso y suave pelo escarlata que tanto había amado. Antes de que Jellal disfrutara ese momento alguien toco la puerta de la residencia, Jellal no dudo en responder, pero ante de salir de la habitación beso la frente de su esposa, se puso su bata de manga larga y se dirigió hacia la puerta, al habrirlo se sorprendió, vio lo que jamás quería ver, vio a la única persona con la que no quería toparse, era él hombre de la premonición, si era cierta la premonicion y ese hombre quería a Erza, el no dejaria que se hacercarse a Erza, ni mucho mejor herirla, Jellal no dejaría que él le arrebatase lo que mas amaba en él mundo.

- ¿Que desea? - decidido se puso recto mientras analizaba los movimientos del hombre -

- Busco a la que se hace llamar Erza Scarlet, alias "Titania"  del gremio Fairy Tail, ¿Se encuentren ella? - cuestiono él hombre sin importarle Jellal -

- Ella no esta en este momento, así que si me permite... - intentando cerrar la puerta, no pudo ya que él puso un pie al frente y empujó la puerta con mucha fuerza -

- No me importa si tratas de esconderla, no podrás, algo me dice que eres mas que una simple conocida para ti, no crees, pienso que ella tal ves sea tu esposa, ¿Estoy en lo correcto no? - poniendo una cara de ironía y sarcasmo empujo a Jellal y entro a la casa mientras que subia las escaleras que daban al segundo piso-

- No... ¡Erzaaaa! -

Continuará

Lo que comenzó a florecerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora