Capitulo 23

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-- Enserio no lo sabia, lo siento, yo pense que todo eso era verdad, luego las burlas de toda la escuela, nose todo ocurrió de repente, y ahora no se que pensar-- dijo seria, por un momento dejo de escribir y solo se quedo mirando su cuaderno.

-- Yo, te juro que todo lo que dijo Hernan es mentira, y jamas te hablaría por lastima o por lo que le esta pasando a tu hermano, al contrario lo hago por que consideró que eres una gran persona-- le Sonreí y levantó la mirada-- lo siento, tu ¿podrias perdonarme?--

-- Lo haré con una condición -- no sonaba muy convencida -- que me prometas que  jamas volveremos a hablar sobre lo de mi hermano y que nunca le contaras a nadie ¿Aceptas?-- ahora parecía entrar en una duda, se veía bastante tensa.

-- Yo Aidan Evans juro que jamas volveré a mencionar al hermano de Annie y que nunca le contare a nadie-- dije poniéndome una mano en el corazón y Annie solo río, y se levantó en seguida a abrazarme.

-- Eres mi mejor amigo, nunca había confiado tanto en una persona, espero que tu también confíes en mi-- dijo sonriendo, recogió las cosas de la cama para hacerme un espacio.

Después de lo que me dijo, me quede prensando en si contarle lo de mis padres o no, pero considerando que ella me ha contado todo sobre su hermano, creo que también puedo confiar en ella.

-- Annie -- le llame, un poco inseguro.

-- ¿Todo bien?-- creó que reconoció mi cara, sabia que algo andaba mal.

-- ¿te puedo contar algo?-- ella asintió -- esto es muy personal así que espero que pueda confiar en ti -- suspire

Sabia que si le contaba esto no podría evitar llorar, pero creo que después de todo lo que me ha contado sobre su familia, tal vez me pueda dar un consejo.

-- Bueno, no se si lo sabias pero mis padres tienen una empresa, muy exitosa a  decir verdad, este es mi último año en la preparatoria, y mis padres esperan que yo valla a estudiar a Canadá administración de empresas y herede la empresa de mis padres, pero sabes algo, yo no quiero eso, no quiero ir a estudiar tan lejos, tengo mi vida hecha aquí y no me gustaría irme aunque sea por unos años -- baje la mirada.

-- Yo sugiero que hables con tus padres, ellos deben saber apoyarte de alguna forma-- me toco el hombro y me sonrió.

-- Ya lo hice, ellos... No me escucharon, no me quieren dejar estudiar lo que yo quiero, no me apoyan en nada, solo piensan en ellos, no se preocupan ni por mis hermanos ni por mi, piensan que con la mesada que nos dan sera suficiente y eso me pone muy furioso-- y tan solo el decir esto, ya me encontraba llorando.

Las palabras apenas salían de mi boca, sentía un terrible nudo en la garganta, ella parecía pensativa.

-- Dios, que vergüenza-- dije secandome las lágrimas, riendo un poco para olvidarme.

-- Sabes... En ocasiones nos hace falta alguien que nos escuche, que este ahí para nosotros, que siempre nos apoye en las peores situaciones, que sea nuestro pañuelo, y yo quiero ser esa persona para ti, jamas te jusgare por nada, y siempre estaré aquí para darte consejos, no te preocupes si lloras frente a mi, te puedes desahogar todo lo que gustes, aquí estaré para apoyarte-- dijo sonriendome y en ese momento la abracé.

Mientras la tenia en mis brazos, tuve una sensación de comodidad, de sentirme como en casa, siento como si la hubiera conocido hace años.

Ella es la pieza que faltaba para  completar mi vida.

Después de un largo rato de que habláramos sobre mis padres, me aconsejo que pensara que es lo mejor para mi y tomara una desicion.

Su mama nos dio de cenar, me pregunto cosas sobre mi, su madre es maravillosa,  y su padre no apareció en ningún momento.

Eran cerca de las doce, y aun no había hecho mi tarea, tengo algunos proyectos se entregar, así que supongo que es tarde.

-- Muchas gracias por todo, fue un gusto conocerla-- dije después de levantarme de la mesa -- pero es un poco tarde y aun no he hecho mis deberes -- dije sonriendo.

-- Gracias a ti por venir, eres un chico bastante gentil, eres perfecto para mi hija-- dijo soltando una pequeña risa que hizo que Annie se pusiera mas roja que un jitomate.

-- Mejor te acompaño a la puerta-- dijo Annie aun ruborizada.

Cuando llegamos a la puerta, ella se río, parecía incomoda.

-- Omite lo que dijo mi mama-- se volvió a ruborizar.

-- Oh esta bien, tu madre es una gran persona-- le sonrei -- gracias por todo, me tengo que ir-- abrí la puerta y salí.

Le di un beso en la mejilla y comencé a caminar

-- Aidan-- escuche la voz de Annie y me voltie para mirarla -- Gracias por confiar en mi-- dijo sonriendo

-- Gracias por escucharme -- nos miramos por  un rato, me despedí de ella con la mano y seguí caminando.

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Segundo capitulo del maratón!!

Gracias por leer

Elviernes subire los otros dos capitulooos!

AnnieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora