CAPITULO 1

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                                     DESECHOS DEL PASADO Y UN NUEVO ALIADO
                                                               HACE 18 AÑOS

El joven Ukeire había sido enviado junto con un pequeño escuadrón de diez hombres incluyéndolo a el a la nación de la tierra para poder liberar a sus compañeros aprisionados por la nación del fuego, llegaron en barco a unos kilómetros del lugar donde se suponía que deberían estar los prisioneros, al bajar de la embarcación se dieron cuenta de algunos maestros tierra quienes les enseñarían el lugar donde se situaba el campamento del Fuego, el Mayor al mando de la operación dividió el grupo estratégicamente de dos en dos y llegaron al acuerdo de que atacarían por la noche mientras estuviesen dormidos, Aunque Ukeire no estaba muy de acuerdo con la idea y preferiría hacerlo de día, no podía desafiar la decisión de quien estaba al mando. Cayendo ya la noche realizaron el asalto al campamento del Fuego, una gran batalla se libro entre ellos, Maestros fuego contra maestros agua, cada unos de estos Maestros agua demostrando su habilidad y dominio del elemento al 45% solamente, aunque por culpa de eso tuvieron un deceso enorme de 6 integrantes, mientras que los Maestros fuego impulsados por la ira y el orgullo de defender por obligación al campamento utilizaban su energía al punto de llegar al 69% y aun así no podían contra el equipo de Ukeire, el mayor a cargo del campamento del fuego envió un mensaje de emergencia al campamento mas cercano posible informándole que estaban bajo ataque del enemigo y que enviaran a su mejor combatiente, luego de liberar este campamento y deshacerse de los maestros fuego, Ukeire paso a ser el encargado de la misión ya que el Mayor había muerto por mano de dos maestros fuego, decidió que dormirían esa noche en aquel campamento y buscarían al salir el sol. Los pocos integrantes que quedaban no estaban muy de acuerdo con la decisión tomada, pero el simple echo de pensar que pudiesen sobrevivir varios días, semanas e inclusive meses sin agua ni comida y aparte a merced de aquella nación, era casi imposible pensar que estuviesen con vida y aun si encontraran sobrevivientes no tenían recursos como para sustentarle y sanarle. Aun teniendo esto en cuenta a la mañana siguiente buscaron a los prisioneros de ese lugar durante algunos minutos, se dividieron para buscar mejor ya que el campamento era un tanto extenso Ukeire noto un olor putrefacto cerca de una casa y le pareció algo un tanto extraño. Entrando a ese lugar se pudo notar que la casa estaba en total orden pero este olor de putrefacción se hacia cada vez mas intenso, reviso cada una de las habitaciones, al salir por la puerta trasera pudo notar una puerta grande en el suelo la cual estaba totalmente abierta que daba paso a un sótano, el olor era tan fuerte y desagradable que tuvo que poner su manga en la nariz para desviarlo un poco. Sin avisar a ninguno de los demás integrantes del grupo se adentro en este sótano bajando una a una las escaleras de madera las cuales chillaban al pisarse. Al pisar el fondo de este sótano todo se encontraba a oscuras, apenas si pudo ver una lámpara y logro encenderla mas sin embargo, hubiese deseado no haberlo echo, la escena que vio en ese lugar era tan desagradable, asquerosa y repugnante que jamás se le borraría de la memoria. Estaban esparcidos en el suelo órganos y extremidades de personas. Habían maquinas de tortura para hacer hablar a los prisioneros y algunas maquinas aun tenían extremidades de los sujetos torturados, de un momento a otro paso de ser un panorama tranquilo a una cruda matanza y gente descuartizada, asqueado por esta escena tan desagradable retrocedió por los escalones y antes de salir noto en el suelo una sortija perteneciente a la nación del agua y simplemente la tomo. Al salir de este sótano tomo una gran bocanada de aire fresco y alarmado se dirigió a buscar a los demás maestros agua, mas solo encontró a uno quien llamo su atención con su mano levantada al aire antes de ser totalmente consumido por una inmensa bola de fuego que no dejo rastro alguno de este sujeto. Parada a no más de 12 metros de distancia de Ukeire se encontraba una mujer aparentemente de su edad con esta llamativa vestimenta roja de la nación del fuego, le pareció un tanto atractiva en un principio. Su pelo era un negro intenso, su piel era blanca como la nieve y sus ojos llamativamente verdes azulados con una salpicadura de avellana, se veía hermosa y Ukeire se mostro un tanto hipnotizado por esta mujer tan candente a sus ojos, la mujer solo lo seguía mirando fijamente a los ojos hasta que reacciono y disparo una gran ráfaga de fuego hacia Ukeire este solo pensó en apartarse pero no logro reaccionar a tiempo y solo pudo envolverse en una cúpula de agua, la mujer tomo cierto rencor hacia este hombre y alterada le reclamo:

Dos elementos, Un solo CorazonWhere stories live. Discover now