Hola, me llamo Luna... y la historia de mi nombre no fue muy original.
Mi madre, como mujer ostentosa que es, viajó a París a los nueve meses de embarazo, esperando a que mis hermanas y yo seamos francesas -De hecho, nacimos ahí, por ende lo somos- y ser atendida por los mejores médicos del país. Aunque, claramente, llevó su médico personal al viaje.
A la hora del parto, decidió entre alaridos de dolor que la llevaran al parque de la clínica para ver la luna. Sep, ahora viene mi parte.
Como mi padre anteriormente se había desmayado por tanto ajetreo, y era él el único al que se le ocurrían buenos nombres, mi madre improvisó a mil.
-Pequeña hermosa...- Dijo al verme. Ay, si es que ya lo sabía. Okey, no, sigamos con la anécdota.
En ese momento de duda, miró al cielo de nuevo.
-Se va a llamar Luna-
-Pero señora, ¿no tenían nombres pautados ya?- Preguntó Mariela, la enfermera que nos había acompañado desde Argentina.
-Mariela, por favor, se va a llamar Luna y punto.- Y ahí fue cuando Mariela me sostuvo en brazos, y yo cerré mis ojos tranquila.
Después de otro minuto de dolor, nació mi hermana.
Mi madre miró al cielo, pero supongo que se acordó que ya me había puesto Luna a mí y miró a la nueva bebé.
-Mía...-Dijo sonriente. Mariela volvió a sorprenderse y la cargó en brazos dejándome a mi en una cuna de madera de ébano. Sin embargo, y esto explica muchas cosas, de tanto moverse, Mía se cayó al pasto.
Mi madre no prestó atención ya que miraba la Luna llena y naranja que alumbraba la noche... aparte del farol, claro.
En unos minutos de paz, Mariela logró dormir a Mía y ponerla junto a mí en la cuna, pero ambas nos despertamos cuando mi madre gritó por la inesperada salida de mi otra hermana.
-¡Ha!- Gritó y luego calló al ver a mi nueva hermanita... ¿Llorando y riendo al mismo tiempo? Meh, algo así. Mariela la sostuvo, pero esta le metió un dedo en el ojo cuando tuvo oportunidad, y se arrojó encima nuestro. Seh, casi muero. Literalmente.
¡Hey! Te faltó la parte en la que di una triple mortal al caer sobre ustedes
Eso nunca pasó Nari, son sólo chistes de Mariela
Ninini, isi ninqui pisí... envidiosa.
En fin, y acá estamos, luego de 17 años volviendo a nuestro país natal, y está vez para quedarnos. ¡Gracias por leer este bodrio!
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Trillizas
RandomLuna, Mía y Nari recorren su nueva casa, en la que vivieron cuando nacieron. La recorren, sin saber lo que les deparaba. ¡No se copien, sean originales por favor! ^~^