7. Proximidad.

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Cuando salieron de casa del matrimonio ambos adolescentes continuaron su camino a casa de Sakura.

-Sakura.-Dijo una vez llegaron.-¿Puedo pasar? Quiero hablar contigo.

Esta lo meditó unos segundos, pero finalmente aceptó. Abrió la puerta, le cedió el paso y entró tras él cerrando la puerta. Ambos se sentaron en el sofá del salón.

-¿Qué sucede?

-Verás..mi padre es el jefe de policía de Konoha.-Ella le miró confundida, no sabía a donde quería llegar.-Si me ve en este estado tendré que contarle lo de la pelea, tengo una relación muy estrecha con mi familia y se darían cuenta.

Ella asintió, dando a entender que le escuchaba, pero seguía sin entender el punto.

-Si investigan, sabrán que me han pegado por pegar a Karin, eso es ilegal.

-Ella no dirá nada, todo el instituto te respeta.

-Me respeta hasta cierto punto, si mando a su primo a la cárcel ella querrá venganza. Necesito que me dejes quedarme aquí esta semana, será tiempo suficiente para que desaparezcan los moretones.

-¿¡Qué!?-La pelirrosa le miró con el ceño fruncido.-¿Y por qué no vas a la de Naruto?

-Sakura, los padres de Naruto son amigos de los míos. Ellos llamarían a mis padres.

-Pero... sigue siendo una locura, ¿donde les dirías que estás? Además, si no te pueden ver, ¿de donde sacarías ropa de cambio? No creo que "el chico popular" desee ir a clase con la misma ropa durante una semana.

-Les diré que estoy en casa de un compañero que me ha invitado a su casa para que le ayude con un trabajo de matemáticas, tengo el mejor promedio del instituto en esa materia. Y por lo de la ropa..Naruto puede recogerla.

La pelirrosa tenía una batalla interna, acababa de salvarla, y le había perdonado. Pero esto era demasiado apresurado. Por otra parte no quería que el pelinegro acabase en un centro de menores por su culpa, después de todo pegó a Karin por ella. Dio un largo suspiro y le miró con resignación.

-E-está bien.-Según lo dijo una sonrisa apareció en el rostro del azabache, quien la abrazó, esta vez ella no le esquivó, de hecho, correspondió. Sasuke se sentía en la gloria y parecía querer quedarse así para siempre. Fue la pelirrosa quien se separó al cabo de unos segundos.

-Llamaré a Naruto.-Dijo sacando su móvil del bolsillo derecho de su pantalón, marcó y al tercer pitido se escuchó una voz.

-¿Teme? ¿Ya has dejado a Sakura en su casa?

-Sí, de hecho estoy aquí con ella.

-¿Te ha dejado pasar?

-Sí, escucha, tengo que pedirte un favor. Sasori, el primo de Karin, nos ha atacado. Sakura está bien, pero yo estoy lleno de moretones. Si mis padres me ven así investigarán y sabrán que he pegado a Karin. Voy ha quedarme en casa de Sakura esta semana, necesito que me traigas ropa y le expliques a mis padres que voy ha quedarme en casa de Shikamaru esta semana para ayudarle con un trabajo de matemáticas.

-Esa zorra.. Sí, iré enseguida teme, sólo mándame la ubicación de la casa de Sakura por whatsapp.

-Vale, adiós.

El azabache colgó y le mandó la ubicación por whatsapp.

-Supongo que hoy cocinaré para dos.-Dijo levantándose la pelirosa.

-Espera, puedo hacerlo yo.-Dijo levantándose.

-No, quedate quieto, yo lo haré.

-Está bien, pero yo haré la cena.

Sasusaku bullyng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora