24. parte 8

860 81 5
                                    

Cuando terminaron de hablar, Fugaku solo pudo decirle lo defraudado que se sentía con su actitud.-Sin embargo, continuaremos después de encontrar a Haruno Sakura. El tiempo es oro.

Inmediatamente Fugaku mandó a varios policías a investigar la casa de Karín Miura, donde encontraron pruebas que la relacionaban con la desaparición de Sakura.

Mientras, en casa de los Uchiha, un castigado Uchiha se movía por su habitación como león enjaulado.

-Tenía que haber ido.. Debe estar muy asustada.-Dijo mientras lanzaba un puñetazo a la pared.-¡Joder!-Corriendo cogió su teléfono para revisarlo. Todavía nada.

Su padre le prometió que le informaría en cuanto la encontrase. Quiso ir con él, pero de ninguna manera se le permitió, un compañero de su padre tuvo que esposarle y llevarle a su domicilio porque se negaba a irse sin Sakura.

Mientras, en un ático del centro de la ciudad, Sasori y Deidara ataban a Sakura a una silla.

-No inviertas los papeles, nosotros no somos los malos aquí.-Empezó Deidara.-No eres la responsable de este problema, pero nadie más lo ha provocado. Si tu novio no hubiese tocado a mi prima ahora mismo estarías en tu casa, viendo una película o charlando con Hinata.-Sakura frunció el ceño, no podía hablar porque tenía cinta aislante cubriendo su boca. Pero tenía unas inmensas ganas de saber qué había ocurrido con su mejor amiga.- Sabemos muchas cosas sobre ti. Tus padres viajan mucho, te sientes, sola.. Conocemos también tu relación con el Uchiha.

Al recordar su discusión Sakura solo pudo echar a llorar. Deidara se acercó a ella y le acarició la mejilla con lo que parecía ser afecto.

-No quiero que llores.-Su mirada cristalina parecía honesta, pero Sakura se removió para intentar distanciarse de su tacto, por lo que Deidara frunció el ceño y se distanció.

-Tu amiga se encuentra bien. Solo queremos asustar al Uchiha, no te haremos nada malo.-Siguió Sasori.-Es cierto que mi prima pidió que te torturásemos, pero no somos monstruos.

Sakura agachó la cabeza. Pero en ese instante se escuchó como la puerta principal era rota en mil pedazos y varias personas entraban.

-¡Manos arriba! ¡Policía!

Sasusaku bullyng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora