Hand in Glove

Hibernación

Y no llegó a sus manos, estuvo más cerca del fuego que de sus ojos, soy un cobarde, solo quiero dormir.

No sé si desperté porque llamaban a mi puerta o porque mi gato me maullaba en la cara, mis pies tocan el suelo helado y un escalofrío recorre toda mi espina dorsal, me asomo con mucha cautela a la ventana, para inspeccionar a mi invasor/a. Esta técnica me ha salvado de molestas visitas.

Eran ellos, los tres muchachos que creo ya eran parte esencial de mi vida, Andy, Mike, y por supuesto, Johnny.
Abro solo un poco la puerta.

- Es necesario que pasen?- digo con voz de ultratumba.

- Totalmente- responde Andy.

Soy empujado a mi propia casa por la fuerza bruta de estos simios, que empiezan a investigar cada rincón, cada foto, cada plato sin lavar.

- Se nota que ya no vives con tu madre, por qué no abres las cortinas? Son las 1 pm - Mike no se dejaba de quejar sobre el olor que había, Johnny solo me miraba, un poco preocupado quizás.

- Veo, queridos amigos, que querían asegurarse de que este delgado cuerpo sigue con pulso, pero les aviso! Se necesita más de una estaca para matarme.

- Esta hibernación no te ha quitado el sentido del humor.

Todos reíamos, menos Johnny, y yo no podía entender su dolorosa indiferencia, se paseaba lentamente por mi casa, viendo los libros que dejé en el suelo, recorriendo con la mirada cada polvo que no había sido barrido.

- Por qué no te aparecías?- todos se callaron, incluyendome, que milagro.

- Necesitaba estar solo.

- Esa es tu excusa? Sabes que tienes una responsabilidad con esta banda, nuestra banda, eres el que más insiste con eso, hace días no te vemos por el estudio, no contestas. No podemos andar siempre detrás tuyo y hacer siempre lo que tu dices. Ahora por favor bañate, ordena este lugar, trata, solo trata de estar decente, te veo en el estudio.- luego de eso se marchó, dejando la puerta abierta y dejando pasar al frío del que tanto me había protegido todos estos días.

Hubo un silencio incómodo, y para mí muy doloroso, lo que menos quería es que él estuviera enojado conmigo.

- Tranquilo, ha tenido un mal día - Andy siempre trataba de calmarme, nunca lo lograba.

- Vayan al estudio, no creo que me quieran ver desnudo.

- Te vemos semi- desnudo la mayoría de los conciertos, pero de todas formas, no quiero saber que hay al final del arcoiris, nos vemos allá.

Se acabó mi hibernación.