Madre.

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Fin de semana. 

Ah, los días donde JongIn se demoraba en Internet buscando piropos para dedicarle a KyungSoo. 

Ese caluroso sábado estaba sentado en la mesa con su portátil en manos, mientras su madre hacía un almuerzo en la cocina. Eran alrededor de las tres de la tarde cuando JongIn, con el ceño fruncido de concentración, empezó a buscar  consejos sobre piropos en diversas páginas.

''Consejossobrepiropos.com''

''Piroposparavolverlocoatupareja.html''

''Piroposparaconquistarte.Watt.com''

Luego de unos minutos leyendo y explorando entre páginas, se detuvo en uno que seguro haría que KyungSoo se enamorara de inmediato. ''Mis ojos lloran por verte, mi corazón por amarte, mi boca por besarte, y mis brazos por abrazarte. '' 

Ah, diablos, que hermoso. Si sólo KyungSoo se dignara en dirigirle la mirada él no estaría haciendo esto. Bueno, si lo haría, pero con menor trabajo y a sabiendas de que serían para mantenerlo enamorado.

Bajó un poco más, deteniéndose  y riéndose cuando leyó el siguiente. 

 ''Quiero ser una hormigüita y trepar por tu balcón para decirte al oído: guapo, bonito y bombón.''

Rió con voz boba golpeando con sus dedos la mesa. —KyungSoo no tiene balcón. —Se carcajeó ésta vez un poco más alto. —Pero es todo eso y más. —murmuró mientras tomaba la libreta y empezaba a escribir y subrayar.

—¿Quién es KyungSoo, cariño?—

Levantó la mirada sorprendido ante la voz de su mamá. No había escuchado bien la pregunta, más bien escuchó salir con esa voz melodiosa el nombre de su conquista.

—¿KyungSoo? ¿Lo conoces, Mamá? ¡¿No me digas que es pariente de los vecinos y hasta ahora lo sé?! ¿Se mudó al lado? —

La madre, mirando extrañada el comportamiento de su hijo se arrepintió mentalmente de preguntar ya que últimamente su hijo no estaba bien de la cabeza. —Calma, Innie. No, no tengo idea de quien es. Por eso te he preguntado. —Se acercó un poco con un plato de galletas en manos.

—Ah.— JongIn dijo mientras decaía su expresión. Vaya, por un momento se había ilusionado.

—¿Es un amigo tuyo? —

—Ojalá. —Articuló en un suspiro. —Apenas y me habla. —

—Oh. ¿Y eso? ¿Alguna razón en particular? —Tomó asiento al preguntar.

—Eso me gustaría saber. Quizás sólo está enamorado de mí y es demasiado tímido para hablarme. — Se ejerció totalmente alegre, sonriendo en grande ante su suposición.

—¿Y ya has estado en su casa?—JongIn negó abultando los labios.
—¿Entonces cómo sabes que él no tiene balcón?— Apoyando su mano debajo de su mentón, la mamá se llevó una galleta a la boca, mirando fijamente a su extraño hijo.

JongIn rió nervioso, balbuceando unas cuantas palabras. —¡Mamá! Hoy estás preguntona. Jajaj. Es obvio que he ido. Lo he acompañado.— Se rascó el brazo nervioso.

—Pero si me has dicho que él ni siquiera te habla, JongIn. —

—Bueno, bueno, eso es porque no hablamos en el camino. —

La mirada de su madre sobre él, se sentía como si pudiera ver a través de él. Alargó su mano para tomar una galleta, deteniéndose a medio camino cuando el recipiente fue apartado.

—JongIn...—

—Bien. Lo he acompañado con los demás amigos. —Tragó grueso, moviendo sus dedos sobre las teclas, sin escribir nada en general.

—Kim JongIn. —

Una vez más, esa voz y esa mirada que golpeaban su alma.

—No era precisamente con unos amigos...—Dijo siendo apenas audible para su madre y bajando la mirada.

—Continúa.— Cuando su mamá entre cerró los ojos, se rindió. Nunca, jamás, ni en otra vida, iba a poder con ella, muchos menos cuando se trataba de decir la verdad.

—¡Ya! ¡Ya! Lo seguí a una buena distancia. ¡Pero sólo fue una vez! Quería ver donde vivía por mera curiosidad.—Admitió sintiendo su piel calentarse.

—¿Cuántas veces realmente fueron o son?—

Astuta. Mordiendo su labio inferior, JongIn tomó su computadora, cerrándola de golpe y levantándose. —¡Tres veces por semana lo sigo a su casa! ¡Eso es todo! ¿Acaso eres detective? ¿Qué tanto quieres saber?  —
Eso último, lo dijo mientras subía las escaleras y a una buena, larga distancia de donde se encontraba su mamá. Después de todo le había gritado y... Siempre es mejor prevenir que lamentar cualquier golpe que su temperamental madre le pudiera dar.

La madre de JongIn negó con la cabeza, su hijo no podía ser más que evidente y torpe. 

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Bueno, hoy fue un capítulo totalmente diferente. 😂
Espero que les haya gustado. Quiero llenarles de agradecimiento a todas aquellas hermosas personas que me leen. ¡Muchas gracias por la oportunidad! 💕 Pasen una agradable noche o un maravilloso día.

¡Hasta el próximo capítulo!


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