'Gotas Sobre Mi Ventana' ~Kim NamJoon~ Editando

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Golpeaban la puerta con mucha fuerza. Gritaban mi nombre del otro lado. Por el tono de voz y la manera en la que habla, puedo darme cuenta que esta ebrio.

-¡ABRE LA MALDITA PUERTA!- No hace falta ser adivino.

Aumentaba la fuerza con la que golpeaba, en algún momento iba a tumbarla, rogaba porque eso no sucediera. Mi corazón latía a una velocidad increíble, amenazando con salir.

Si le abría, era seguro que me golpearía, a mi y a mi madre. Él solo quería mas dinero para gastarse en cervezas, pero lo poco que teníamos era para la comida.

Un golpe... Dos... Tres... Cuatro... Estoy seguro que va a tirarla pronto. Mi madre corría desesperada por encontrar un lugar donde esconderse, yo inerte frente a la puerta, esperando que fuera derribada por aquel que dice ser "Mi padre".

No tardo mucho para que esta cayera frente a mi, dejando ver al ser mas despreciable del planeta. No dudó un segundo en abalanzarse hasta a mi, estampando su puño en mi mandíbula, dejando me en el suelo y a él sobre mi.

-Dame el maldito dinero - dijo a la misma que volvía a enterrar su puño en mi rostro.

Me la arregle para soltar unas escasas palabras -No hay. Te lo has gastado todo.

Otro golpe, esta vez en mi nariz. La sangre comenzaba a derramarse por toda mi cara. ¿Por qué no hacia nada para evitarlo?  A esta altura de la vida, ya no me importaba seguir luchando, esperaba que algún momento él mismo pudiese acabar con mi vida. Aquella vida llena de miseria y desgracia.

-¿Crees que soy idiota? - Lo eres- Sé que tienes dinero guardado.-Claro que lo tenemos, pero no para ti.

-No hay nada.

Sentí un último golpe, para luego ver como se levantaba caminando hasta mi habitación. No podía pararme, así que deje que fuera, iba a encontrarlo. La verdad, no hay un buen lugar donde esconder el dinero. Tirado en el suelo, vi como abrió uno de los cajones, sacando el poco dinero que teníamos.

Tomo el dinero y salio de la habitación, dirigiéndose hasta donde me encontraba. Soltó una patada en mi estomago, seguidamente otra en mi cara.

-Ni quieras volver a verme la cara- Para luego salir.

No era la primera vez que tiraba la puerta, así que ya sabia como repararla. Busque a mi madre que estaba escondida en la cocina, para llevarla a mi pequeña habitación. No podía dejarla sola, así que durmió conmigo, lo hace muy seguido.

Estaba cansado, tenia que trabajar en la mañana. Fui a la ducha y tome un baño rápido, para luego limpiar mis heridas. Me voy a la cama, deseando no despertar al día siguiente.

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Me levanto con las pocas ganas que tengo de seguir viviendo, termino de arreglarme para ir a trabajar. Salgo de mi casa sin siquiera probar un bocado de comida, con el estomago retorciéndose del hambre.

Trabajo de conserje en una universidad, que me permite estudiar en el turno de la noche luego de terminar mi hora de trabajo. ¿Novia? ¿Citas? No, apenas tengo tiempo para dormir.

Admito que en ocasiones me encuentro con mi mejor amigo SeokJin, siempre a estado ahí para mi, obviamente él vive mejor que yo, sus padres trabajan en una buena empresa, me esta ayudando a conseguir trabajo ahí. Cuando estoy en apuros y necesito algo de dinero, no duda en ayudarme. Siempre que intento de volverle el dinero, se niega en aceptarlo.

Jin estudia Derecho en la universidad donde trabajo, así que nos vemos muy seguido.
Por cierto, ahí viene.

-¡NAMJOONIE!- agita su mano a la misma que corre hasta donde me encuentro.- ¿Como...Qué te a pasado? - preguntó sorprendido y enojado, mientras tocaba mi pómulo que se encontraba inflamado.

-No es nada- voltee mi cara

-¿Como que no es nada? ¿Te das cuenta de como esta tu cara?

-No soy ciego.

-¿Al menos eres consciente de que tienes que ir al medico?

-Eso es algo exagerado- Solo eran golpes.

-¿Exagerado? Solo me preocupo por ti. Te dije que puedes vivir en mi casa

-No quiero ser una molestia

-¡Que tontería! Sabes que no lo eres, nunca lo seras para mi

-También sabes cual es la razón por la que no abandonó mi casa.- mi mamá

-Lo sé. Pero pueden vivir los dos, sabes que mi casa es lo suficientemente grande. Lo he hablado varias veces con mis padres y no les molesta.

-Basta Jin- Sé que solo quiere ayudarme, pero odio ser una carga.