Misión Rango S: Cuidar de Ellos

Capítulo 3

Demonios, necesitaba una botella de sake. Ser Hokage era todo un honor, pero también era un horrible dolor de cabeza por no decir en el trasero. Tsunade suspiró con cansancio y enfrentó las miradas de las kunoichis frente a ella. Después de dos años habían vuelto y eso malditamente la alegraba. Dos años era mucho tiempo y ya hacía falta la presencia femenina por aquí. Se dedicaba a analizarlas, habian cambiado, mucho no solo físcamente, en su mirada podia ver experiencia y madurez, al parecer había tomado la desición correcta al enviarlas a esa "misión" en Suna. Luego le gradecería a Gaara. En fin el problema no eran ellas, el verdadero problema era que habían vuelto con unos adorables bebés de apenas seis meses. Había quedado impresionada al verlas y pensar que cada una había hecho una familia en este tiempo, pero caía de mi silla cuando explicaron que esos bebés eran nada más y nada menos que Sasuke, Neji, Naruto, Shikamaru y Sai quienes se supone volverian en dos días al terminar su misión.

-¿Y bien, Tsunade-sama? ¿Qué pasará con los chicos?

-Me impresionas Hinata, ¿a dónde fue tu tímidez?

-Yo pues...lo siento.

-No te disculpes, solo me tomó por sorpresa no pensé que cambiarían tanto. Se ven excelentes.

-Gracias Tsunade-sama, debo decir que todo es gracias a usted y a nuestros compañeros en Suna.-  me ver que Tenten ya participara mucho más con los demás.

-Es una buena noticia que se hayan adaptado bien, ya veré sus informes y me daré cuenta de su progreso. Ahora, en el tema de los chicos, Shizune ya debe de estar terminando los estudios. Iré más tarde a analizarlos e investigar si puedo devolverlos a su verdadera edad. También investigaré si hay algún justu que causé sangrado excesivo y aturda los sentidos de la manera en la que me han contado. Aunque por lo que me han informado y he visto estos jutsus son aún desconocidos para mi. Necesito algo de tiempo para ubicar alguna cura o algún método para ayudarlos.

-Esperámos que todo salga bien con ellos. Siempre andan metiéndose en problemas.-dijo Ino.

-Yo estaré viviendo aquí una temporada Tsunade-sama si necesita mi ayuda para investigar solo debe notificarme.-ofreció Temari.

-Igual nosotras, ahora si nos disculpa estamos algo cansadas por el viaje y queremos ir a dormir. Si tiene alguna duda con nuestra estadía en Suna estos dos años no dude en llamarnos vendremos enseguida.-veía como las cinco chicas frente a ella se daban la vuelta y claro que no estaba dispuesta a dejarlas ir.

-No he terminado señoritas. Ahora viene la parte más complicada.-ante estas últimas palabras la de dos coletas se percató de como las cinco kunoichis se tensaban y sonreia ante eso. Eran chicas listas, sabián que les pediría y como ella era su Hokage no podian negarse por eso tenian tanta prisa. Se situaron nuevamente frente a Tsunade-Como ya deben saber los chicos no pueden quedarse en el hospital y yo no tengo el tiempo, ni las ganas para cuidar de cinco mocosos. Por lo tanto serán su nueva misión.

-¿Qué? Tsunade-sama apenas volvimos hoy, merecemos un descanso. Además no tengo hermanos no se como cuidar de un bebé.-dijo alterada su ex-aprendiz.

-La señorita Hyuga si tiene una hermana menor, seguro estará encantada de enseñarles. Además Sakura existen los libros puedes leer algunos para dejarte llevar. Cuidar niños no es tan complicado.

-Pero...-iba a protestar Ino.

-Sin réplicas, esta es su Misión Rango S: Cuidar de ellos. Ellos y ustedes son parte de los héroes de la guerra. No podemos permitir que alguien sepa de su estado, tampoco sus familias. Konoha sería vulnerable ante cualquiera y no permitiré arriesgar la vida de los habitantes. No sabemos el motivo de este incidente por lo cual es peligroso que los chicos sean expuestos por la aldea, tampoco sabemos con exactitud lo que les pasó. Por lo tanto se quedarán con ustedes. Sin excusas. Y para facilitarle las cosas se quedaran en la residencia del Tercer Hokage es una casa grande y algo apartada, les será sencillo mantenerlos y cuidarlos allí. ¿Alguna duda señoritas?-cada una tenía una gran mueca de molestia en su rostro.