Capitulo 2

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Lo único que tenía que hacer era echar al estúpido musculitos de la casa, y podría entrar en acción. Aunque no todavía.
Era tarde. Quería ducharme, quitarme los restos de la pasión de aquel idiota y echarme una buena cabezada.
Entraría en acción por la mañana, cuando estuviera fresca, y mis partes limpias.

¿Cómo iba a poder resistirse?
****
Me desperté, literalmente oliendo el café. Chat estaba abajo, preparando el desayuno, ya era costumbre que él estuviera en mi casa a esta hora, desde que salvo mi vida, de aquel accidente, nos volvimos muy unidos.
Desde aquel momento no deseo a nadie entre mis piernas mas que a él.

Hice un sobre esfuerzo poniéndome algo sexy y uniéndome a él; se necesita mucho para tenerme levantada a las seis de la mañana, pero hoy no era un día más.
Hoy sería el día en el que seduciría a héroe parisino.

Me he llevado la mano a las bragas tantas veces para masturbarme pensando en él. Los chicos de mi edad no pueden siquiera compararse, cuando estás acostumbrada a un verdadero hombre.

Pensé que se le iba a caer la taza cuando me vio entrar a la cocina. Había escogido un camisón de seda blanca muy ajustado que se aferraba a mis generosas curvas, y que, a su vez, se balanceaba alrededor de mi trasero al caminar. Me había apretado los pezones al bajar las escaleras, por lo que ahora asomaban seductoramente bajo la apretada tela. Si me volteaba lo suficientemente rápido, Chat obtendría la deliciosa visión de uno de mis cachetes; y si se atrevía a seguir mirando, vería la pobreza de mi ropa interior, unas prácticamente inexistentes braguitas medio transparentes, que dejaban intuir mi tentador coñito depilado.

Sabía que no debería estar haciendo aquello, pero quería con tantas ansias la polla de aquel hombre...

-Buenas, Chaton-, Comenté, antes de darle un rápido beso en la mejilla.
-Buenos días-, contestó con nerviosismo. -Estás... muy guapa hoy.--Solté una risita.
-Vaya, gracias.-- Apoyé una mano en su pecho.-Tú estás guapísimo.

Podía sentir sus músculos a través de su traje de cuero negro.
El cabrón estaba muy bien para su edad; era musculoso y rubio, tenía buena salud y era muy fuerte.

Era 5 años mayor que yo pero no me importaba en lo más mínimo. Quería tener la experiencia de su polla enterrándoseme hasta el fondo.
Una vez lo pillé masturbandose en el baño de mis padres y lo observé sin perder detalle. Su gestos generados por él placer, sus músculos tensados por la exitacion.
Y fue en ese momento cuando supe que cuando fuera lo suficientemente mayor, quería que me satisficiera de la misma con su pene.
Y ese día había llegado.
Paseé los dedos por sus duros abdominales y lo escuché inhalar con fuerza. Me agarró la mano.

-Marinette... ¿Qué demonios crees que estás haciendo?-Me percaté del bulto en sus pantalones y sonreí.
-Me iré a la universidad de aquí a tres días. Estaré rodeada de chicos durante los siguientes años y necesito... um...-Chat me miró a los ojos.
- ¿Qué?
--Necesito que me enseñes. Me lamí los labios.
- ¿Qué te enseñe qué, Marinette?

Me presioné contra su cuerpo y me puse de puntillas, alzando la mirada hacia sus preciosos ojos. Le acaricié la mejilla, pasando mis suaves dedos por su apenas visible barba.

-Enséñame a ser mujer, Gatito. Enséñame a follar como una mujer.
********""
Esperó les este gustando
Voy a ser un poco exigente jajaja okey no.
Él próximo capitulo saldrá por 10 votos y 5 comentarios.
Hasta la próxima ❤

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