365 días sin ti. (carta a un hermano)

carta #3 "Día 20"

Mañana iré a vender las casas que están a tu nombre, no quiero hacerlo, pero papá necesita dinero para levantar nuevamente la empresa, al parecer hubo un fraude que lo dejo en bancarrota y casi la ruina total.

Estoy camino a "San José Del Rincón" Michoacán México, una de las propiedades que mañana ya estarán vendidas; el fin de semana anterior a mi cumpleaños, vendríamos a un recorrido a caballo, nos gustaba mucho montar ¿Lo recuerdas?. Sacaré nuestras pertenencias y la entregaré a Zack, un agente de bienes raíces; no quiero hacerlo en verdad que no, pero no tengo otra opción.

No me cansaré de decirte lo mucho que te extraño hermano.

...

Estaciono el auto frente a la casa; una casa de la que tengo tantos recuerdos contigo, esa casa en la que compartimos tantas cosas sin sentido.

(Flashback)

- Ya James, di me que es!- James estaba cubriendo me los ojos con ambas manos mientras caminaba detrás de mi.

- Tranquila enana, ya te dije, ten paciencia. Esto te va a gustar.- estaba tan impaciente por saber que era.

- James, de verdad que me voy a caer- el suelo no era pavimento, era de piedra; tenía que pisar con cuidado, diez metros atrás casi me caía con una roca que estaba medio salida y hace tres, lo mismo.

- Aquí estoy yo y no dejare que te caigas, tranquila Jessie. Ya falta poco- seguíamos caminando. No me quejé más y confíe en mi hermano; no se que haría sin este hombre, en verdad que no.- Llegamos, ¿Lista?- asentí varias veces con la cabeza

- Ya! James- pataleé en el suelo

- Bueno, ya. Una... Dos... Tres...- me quitó la venda de los ojos y frente a mi estaba una casa hermosa, Dios, di me que no la compró- esta casa es para cuando quieras venir a vacacionar, la compre sólo para ti- claro, tenía que ser

- Estás loco?, no podemos costearnos esta casa es...

- Es qué?

- Es demasiado bella y además... Esta en México!!!

- Bueno, a ti siempre te ha gustado México, adorabas venir con el abuelo Alejandro

- Cierto, pero es demasiado. Y hablando del abuelo Ale, ¿Donde está?- mire a mi alrededor

- Él vendrá más tarde, le dije que ya habíamos llegado y...

- Aguarda un momento, el abuelo sabía sobre esto?- en cuanto vea a ese hombre tan terco y testarudo lo regañare

- De echo, de el fue la idea, quería verte cada vez que viniésemos aquí, y como a ti no te gusta quedarte en hoteles o en su casa...- dio media vuelta, sabía que cuando hacia eso quería reclamar o reprocharme algo

- Ya te dije que no es por no quererlo ver, no me agrada estar con sus hijos quiénes tanto me critican- creó que este día que iba tan bien, se ha arruinado.

- Es tu familia, me da igual lo que te digan, nunca quieres quedarte con él

- Pero ¿Qué diablos dices?, prefieres que tenga otra crisis con ellos que estar bien?

- Prefiero que te mueras tú, a que se muera el abuelo- mis lágrimas no tardaron en aparecer, me fui corriendo a la que sería o hubiera sido mi habitación.

James jamás había sido tan imbécil, es un idiota y yo aún mas por creer que el me protegería.

Me quede dormida llorando, baje las escaleras y me diriji a la cocina, escuchaba a mi hermano hablar y me acerque más.

- Si abuelo, sé que a veces no puedo controlar mi mal genio, pero dios, es que Jessie aveces suele ser...

Justo en ese momento entró yo- suelo ser ¿Qué? James; ¿Quieres que me valla?, por que puedo hacerlo- no es como si quisiera, digo, aún tengo otra familia

James se quedó boqui-abierto un momento- te llamaré más tarde abuelo- colgó y camino hacia mí- no necesitamos tener otra discusión Jessie- ahora soy Jessie, ya no soy su enana o su pequeña- es mejor que te vallas a tu habitación

- No James, me iré, me iré de tu vida, saldre de ella, me iré con mis padres- giré sobre mis talones, dando media vuelta

- No eres capaz- estaba subiendo las escaleras y James me seguía el paso

Sonreí de lado - eso es lo que tu crees

(Flashback end)

- Fuiste un tonto- sonrío de lado y sacudo mi cabeza, quitando de mi mente ese recuerdo.

Bajo del auto, camino por la entrada hasta dar con la puerta de fuera, abro está, doy un par de pasos para cerrar la puerta detrás de mi; sigo caminando, hasta que...
Los recuerdos llegan y pasan como un huracán frente a mis ojos

- Y pensar que eres una buena para nada - mi madre estaba parada justo frente a la puerta.

Como encontraba siempre la manera de hacerme sentir mal sin siquiera esforzarse. Como eso no la hacia sentirse mal; asiendo me sentir mal a mi misma. Como es posible que una madre odie a sus hijos.

- Sí, gracias por recordarme lo- saqué las llaves de mi bolsa, abrí la puerta, entré y cerré la puerta en el rostro de mi señora madre. Le resté importancia a su comentario

- piensas dejarme aquí afuera- espeto del otro lado de la puerta

- Sí, no tengo muchas ganas de pelear- dejé mis cosas sobre la mesita de la entrada y subí las escaleras hasta dar con la habitación de James- a veces quisiera no haber nacido James!- sollozé tomando una foto de ambos- tú tenías razón, debí haber muerto yo en lugar del abuelo.

Empaque todo lo que pude, baje por unas cuantas cajas al sótano; estaba un poco oscuro, así que tuve que encender las luces, bajé las escaleras y al levantar la mirada ví en un estante un pequeño regalo, una caja, la retiré con cuidado y me senté en el suelo; no me importó ensuciar mi pantalón de polvo.
La caja era rosa con lunares blancos y un gran moño azul; tiré del cordón y destape la cajita, dentro habían dos libros. <<la sirena- de Kiera Cass >> & <<La razón de estar contigo>>. También había una carta.

De: Tu hermano mayor
Para la mejor hermana del mundo...

Karla Chávez De Alatriz.
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