Manos Desconocidas

57 10 11
                                    

Mi corazón acelerar su latir,
Poco a poco el miedo apoderarse de mi,
Como pedir ayuda cuando tu voz no quiere salir,
Cuando tu cuerpo se paraliza a tal punto en que solo el miedo puedes sentir.

Es una nueva ocasión para aquel depredador,
Que consume mi cuerpo en la perversa oscuridad,
Sin ni siquiera haber yo dado autoridad.

Quien se cree aquel animal,
Que de por vida a marcado mi memoria sexual,
Con tormentosos recuerdos,
Que atacan mi mente cada noche sin piedad.

Ni con enjuagar mi cuerpo sin razón,
He logrado quitar tan asquerosa sensación,
Me gustaría borrar de mi memoria aquel instante,
Que para mi alma sigue siendo agonizante.

¡Maldita noche, maldito miedo,
Mil y una vez maldito enfermo!

Últimas PalabrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora