Capitulo 5

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Lysandro Pov

Me termino de mirar en el espejo dándole una ultima arreglada a mi cabello grisáceo. Suele estar arreglado por naturaleza pero hoy esta hecho un lío, así que he tenido que arreglarlo. Cercioro que mi pañoleta roja este bien colocada en mi cuello y sacudo un poco mi saco azul. Hora de irse.

Levanto mi maleta sobre mi hombro y salgo de la habitación. Vuelvo a hacer lo mismo con la puerta que da a la salida de mi casa cerrándola. Doy unos cuantos pasos siendo consciente de mis pensamientos y hasta ese momento todo estaba en orden como todas mis mañanas anteriores, sin embargo, no podía dejar de pensar en eso.

Ayer había pasado algo muy interesante. Una chica había gritado en pleno recreo que su tímido amigo estaba enamorado de mi desde la etapa de colegio. El chico corrió a taparle la boca con sus manos recriminando su actuar pero su voz se fue apagando poco a poco cuando se percató que todos los que estaban en mi mesa estaban mirándolo, incluyéndome. Cuando cruce mirada con él solo pudo bajar la cabeza avergonzado mirando hacia su almuerzo como si fuera lo más interesante de su vista.

Me permito distraerme de mis pensamientos percatando el cielo nublado, con un tono opaco, tal vez advirtiendo que llovería y yo no traigo paraguas. Genial Lysandro, eres un completo idiota.

Eso no fue lo que me sorprendió (anticipando que no busco sonar arrogante), según lo que dicen tengo a más de la mitad del instituto en el mismo estado que el chico y creo entender por qué.

Cabello gris, piel clara, alto, delgado, estructura de rostro algo afeminada.

Estoy seguro que muchos llevan embobados con mi físico y dicen estar enamorados de mi hasta llegar al punto de declararse. Todas cosas exteriores. No dudo que el cantar y componer también ha influenciado en esta fama, pero incluso eso es exterior. Estoy seguro que muy pocas personas tienen idea como soy en realidad y aunque muchas veces me ha dolido ver como algunas chicas rompen a llorar cuando las he rechazado, no me perdonaría mentirles. Igual pasa con ese chico.

O se suponía que sería así.

No. No lo fue. Algo en él me llamo la atención de tal manera que no pude quitar mi vista de ese chico con mejillas rojas cuando se retiro cabizbajo con su bandeja de comida, aun así no pude dejar de sentirme como una mierda.

Desde ayer estoy divagando sobre ese sentimiento y no encuentro una respuesta lógica. Lo peor es que un fantasma en mi interior tiene mucha curiosidad por él y tampoco entiendo eso porque yo odio la curiosidad.

...

Llegando al instituto saludo cordialmente al personal de seguridad y contestan de igual forma para volver a su conversación matutina. Me aproximo a las escaleras para subir al cuarto piso. No entiendo muy bien por qué mi aula tiene que ubicarse en uno de los últimos pisos de la edificación siendo yo una persona de la más holgazán.

Llegando al cuarto piso ingreso al aula buscando asientos libres al fondo. Hay muchos, así que me apresuro a ocupar uno de ellos y dejo mi maleta sobre mi carpeta apoyando mis manos y mentón sobre estas. No se exactamente por qué estoy mirando hacia el pizarrón si aún no ha llegado el profesor.

El timbre suena y veo como una silueta algo rellena ingresa al aula con una gran capucha cubriéndole, agregando a esto una chalina triple envuelta en su cuello y más arriba de este llegandole hasta su boca acabando con una enorme casaca. Era el chico de ayer. Pero ¿Qué hace entrando a mi clase? ¿O es qué siempre ha estado en mi aula? Observo como una chica pelirroja se ríe de él levantando su mano para que la vea. Esperen, es la misma que gritó ayer en el comedor. Esta claro que es el chico. Me veo allí vigilando cada movimiento que hace y de alguna manera no me molesta en lo absoluto observarlo.

Eres tan estúpidamente adorable (Castiel x Nathaniel)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora