Eres tan estúpidamente adorable (Castiel x Nathaniel)

Capítulo 3

Ahora lo veo y no puedo evitar sonreír como el idiota que soy y sin embargo, ahora que lo veo, no puedo evitar pensar que me gusta la persona adecuada. ¿Cómo es que puedo darle la definición de perfección a la persona sentada unos espacios delante de mí? Perfección es un concepto muy fuerte, lo sé y por eso me cuestiono lo que estoy pensando, no obstante para mí él es lo que yo defino como perfección.

Bajo la mirada a mi cuaderno examinando el conjunto de rayas que comienza a tomar sentido. Desde que comenzó la clase de Ciencias me propuse dibujar a Castiel así que he estado mirando a ese chico desde hace dos horas. Su perfecto perfil, sus labios, sus ojos, sus hombros, su posición relajada en la carpeta, la chica que le sonríe a su lado y él le corresponde algo tímido. Incluso lo que le rodea es tan lindo como él, la chica es hermosa. Suspiro y sé que es por la frustración que siento. Lo estoy mirando como un acosador desde hace dos días, días que han pasado desde que nos sentamos juntos. Al principio estaba pensando sentarme a su lado, al verlo el siguiente día con una carpeta vacía mis nervios me traicionaron y pase de largo. Ni bien me senté me maldije por ser tan cobarde pero eso no fue lo peor, como el karma es una gran perra me lo demostró segundos después cuando el profesor estaba a punto de cerrar la puerta de la clase y una chica entro de forma apurada sentándose al lado de Castiel. Molesto regrese a casa y prometí el siguiente día sentarme si o si a su costado pero no paso. En vez de eso me encuentro dibujando su bello rostro, pero esta vez no fue mi culpa, la chica llego más temprano de lo normal y le guardo sitio a su lado. Añado unas cuantas líneas al dibujo y la campana suena haciéndome soltar otro suspiro. Idiota. Idiota. Idiota. Dejo caer mi lápiz sobre el cuaderno y Alexy que está a mi lado me sonríe cuando lo miro.

-¿Por qué no te sentaste a su lado?- Pregunta mi amigo con una sonrisa que logra reconfortar a cualquiera. Tiene una hermosa sonrisa.

-Ayer fue porque fui un cobarde y hoy porque la chica a su lado llego antes. – Suelto cruzando mis brazos sobre la carpeta y apoyando mi mentón sobre estas. Escucho como Lysandro se ríe por algo que ha dicho el chico de ojos verdes sentado a su lado. ¿Cómo se llamaba? Kentin. Estaban sentados delante de nosotros y delante de ellos, Castiel. Observo a mi amigo y niega con la mano queriendo decir que no le afecta, sin embargo sus ojos lo delatan. Me encantaría que Alexy al menos lo intentara pero el problema es que no confía ni un poco en él mismo y no sé cómo ayudarlo porque yo tampoco creo en mí.- Estúpida vida.

-¿Ahora con pensamientos suicidas? Vamos. Levanta ese ánimo. Iré a comprar algo para comer. ¿No quieres nada?- Niego con la cabeza. Estoy gordo así que estoy haciendo dieta. Obviamente no le puedo decir a mi mejor amigo porque él me obligaría a comer así que prefiero rechazarle sin dar explicación. Me revuelve el cabello y se retira del aula.

Sigo con mi dibujo haciendo rayas en los ojos y borrándolas porque no me están saliendo bien. Trato de escuchar lo más que puedo la conversación entre Lysandro y Kentin para tener un rastro de si al chico blanquecino le atraía el de ojos verdes.

"... ¿aún está en pie lo del álbum cierto? Es magnífico."

"Claro que está en pie. Yo no miento."

¿Qué quería decir eso? ¿Qué cosa sobre el álbum? ¿De que hablaban? Óyeme bien albino, si le haces daño a mi amigo juro que te corto tu hombría y la aviento a los perros callejeros. Juro que lo voy a hacer si lo haces llorar. Ese chico ya ha sufrido mucho como para andar llorando por chicos. Simplemente quiero saber porque Alexy no tiene una mejor vida. En serio quiero saberlo.

La sorpresa al darme cuenta que estoy mirando al frente y Castiel ha volteado para hablar con Lysandro, me espanta de tal forma que abro los ojos demasiado y finjo seguir con mi dibujo. ¡Maldita sea! Acabamos de cruzar miradas y puedo sentir como mis mejillas suben de temperatura con el único fin de demostrar lo avergonzado que estoy haciendo que las odie tanto. Trato de desordenar mi cabello tirando mi flequillo al frente para que no me vea tratando de esconder el penoso espectáculo que estoy dando.