Él estaba en su camarote escribiendo una carta. El barco se balanceaba a causa de la tormenta, le costaba escribir con ese tiempo, tuvo que escribir la carta varias veces. Cuando terminó, enrolló la carta y la marcó con el sello imperial. Sacó al águila de su jaula y metió la carta en el tubo que tenía bajo la pata. Salió de su camarote y soltó al águila. El almirante era un elfo olyvirio, un elfo de piel oscura como todos los de la tripulación. Causaba terror entre todos los piratas, no dejaba ni a uno vivo, el mismo se encargaba de su ejecución y no había quien lo venciera.
–Es ella, capitán–dijo el contramaestre
–He esperado esto durante mucho tiempo. De esta no se escapa
–¿La quieres viva o muerta?–preguntó con una sonrisa pervertida
-El emperador quiere que le sirva su cabeza en bandeja. Una pena, con lo hermosa que es
Un año antes...
Habían capturado el barco con éxito. Los piratas saltaron ansiosos al barco capturado antes siquiera de escuchar las órdenes de su capitana.
–Registrad el barco, sacad todo lo que haya de valor y a todos los de este barco a cubierta.
Los piratas fueron sacando a gente, los registraron y si tenían armas se las quedaban ellos. Los hicieron sentarse en la cubierta del barco, a los que se resistían los golpearon y los tiraron al suelo. Sacaron de su camarote al capitán del barco, un humano de unos cuarenta años.
–Sois unos bárbaros y unos monstruos–dijo el hombre forcejeando con los piratas
–Es muy cortés por tu parte–dijo la capitana disfrutando del espectáculo que daba el hombre
Los otros piratas sacaron toda la mercancía que tenían de valor, sacaron una docena de cajas bien selladas, y mucho oro y joyas. Dwyn, el segundo al mando de la capitana, abrió con ayuda de otro de sus elfos las cajas. Tinuviel observaba sin decir nada, sin mostrar emociones. Se llevó la mano a la daga que tenía en su cinturón, y acarició el mango.
–Vaya lo que tenemos aquí-el segundo al mando de la capitana,Dwyn–pieles de eul de las dunas, las más exóticas y caras. Solo un cargamento puede hacerte rico, pero vosotros tenéis un barco entero con telas y pieles muy exclusivas como estas.
–¿Humanos cargando telas y pieles?–dijo la capitana–Vosotros no estáis protegidos por ninguno de los reinos humanos que puedan tener flota. Están demasiado ocupados con la guerra como para preocuparse de unos mercantes
–Olyviria, Hizunia y Novo Caeli pagan muy bien nuestras mercancías–dijo el capitán cabizbajo
–Supongo que navegais muy lejos para conseguir estas mercancías, y que muchos de los que hemos matado se dedicaban a cazar y coger las pieles de eul para ti–ella señaló los cadáveres de los que habían muerto en el intercambio de artillería.
–¿A dónde queréis llegar?–preguntó desafiante
–Curiosidad. Se me hace raro ver humanos que no sean soldados o esclavos–dijo con sarcasmo
–Nosotros ya tenemos la mercancía, ¿que hacemos con ellos?–preguntó Dwyn mirando a los prisioneros
–Les hemos quitado todo lo que tenían de valor y destrozado el mástil del barco. Encargaos de que el barco se hunda con ellos dentro
Empujaron a todos los prisioneros y los hicieron irse al sótano del barco, en los almacenes. Cuando pasaron al otro barco, y hubieron terminado soltaron los amarres que mantenían unido el barco al otro y elevaron anclas.Lo primero que hicieron es disparar a las partes inferiores del barco para hundirlos.
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El Alma de los Celestes(cancelada de forma indefinida)
FantasíaCuenta la leyenda que la obra de la Creadora fue malograda por culpa del Caído, que él corrompió el mundo y los corazones de los mortales que lo habitan... Actualmente Olyviria se encuentra librando una guerra de conquista contra el continente de...