El Alma de los Celestes(cancelada de forma indefinida)

Flor de Sangre II

El emperador se retiró de la sala del trono, y dejó a sus consejeros para que llevasen el resto de asuntos imperiales. El oficial militar, y su guardia lo acompañaban por las calles del palacio. El paisaje era volcánico, a lo lejos se podía ver un gran volcán expulsando cenizas, algo a lo que los habitantes de aquel imperio estaban acostumbrados.

-¿Como va la construcción de nuestra flota, Gran Almirante?-preguntó Kralos

-Va de maravilla, en unos meses tendremos la flota más grande de todo el continente, y los mares.

-Nuestros ejércitos lo están haciendo bien con los reinos humanos. Me esperaba que Frejyard se negara a mi oferta de alianza, me hubiera tomado por sorpresa que la aceptase.

-Son valientes y fieros guerreros. Son la raza más fuerte. Imagine, alteza como debe ser Frejyard de poderoso.

-¿Dudas de nuestro poder?-preguntó el emperador arqueando una ceja

-No, alteza, pero es un error subestimar al enemigo. Ya lo debéis saber

-Ahora mismo no sería recomendable atacar a los alyvir, son muy fuertes y poderosos. Nos dificultarían la guerra, y si a eso le sumas que Hizunia pueda unirse a los humanos contra nosotros. Sería un desastre

-Pero vos tenéis un plan-Kralos sonrió, y le abrió la puerta a una sala en la que había una mesa de guerra.

En la mesa de guerra estaba representada la flota olyviria por todas las costas del país y por los mares, acercándose a otras flotas.

-Nuestro amigo común, Akrios Malar se ha hecho un olyvirio fuerte. Nosotros tenemos flota, pero él no solo tiene otra flota, tiene ejército propio, y una amplia red de espías que abarca toda Dekram. Ese cabrón se ha convertido en la envidia de todos. Su isla, Novelis es el centro de la piratería y lo ilegal. ¿Alguna idea, Mitrum?-el emperador se apoyó en la mesa mientras Mitrum

-Si les atacamos se unirán a él. Y eso lo convertirá en rey de los piratas. Su influencia y oro lo puede llevar a financiar a nuestros enemigos. En mi opinión hay dos opciones hacer la guerra contra Akrios, lo que nos será aún más difícil que contra los humanos. Además él fue uno de los mejores generales del mar de nuestro gran imperio-dijo con frustración y desprecio hacia su viejo amigo-Sabe todas nuestras estrategias y tácticas. O podemos esperar a tener nuestra nueva inmensa flota, y aislarlo. Cazar a sus barcos y que su economía se hunda

-Bueno, no necesitamos librar nosotros la guerra contra Akrios. Muchos lo odian, lo consideran un déspota y un tirano. Solo necesitamos a alguien dispuesto a librar esa guerra por nosotros-Kralos y Mitrum se miraron fijamente

-¿En quien habías pensado?-preguntó Mitrum

-En cualquiera que lo odie tanto como para arriesgar su vida en derrocar el imperio criminal de ese desertor. En alguien con el suficiente talento como para arrebatarle su fuerza y salir indemne. Quiero a una persona así para nuestro plan.

-Se hará, majestad-hizo una reverencia y se dispuso a retirarse

-Mitrum-se detuvo y se volteó a mirar al emperador-La próxima vez que nos veamos será para anunciarme que no hay nadie en los mares capaz de superar el poder olyvirio

-Tus deseos son ordenes-se retiró de la sala

Kralos minutos después de reflexionar salió también de la sala, pero él se dirigió a las mazmorras. Las mazmorras estaban bajo tierra, y allí nunca daba el sol. Tenían que tener el lugar iluminado con antorchas. Se oían gritos de dolor de los que allí estaban siendo torturados. Él entró en una celda donde se encontraba un elfo hizunio. Le ordenó a su guardia que le dejaran solo con el preso, este estaba dormido o desmayado. Cogió un cubo de agua que se encontraba en un rincón de la celda y se lo lanzó para despertarlo.