S E I S

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Pasaron días, incluso meses y la comida ya se estaba agotando tuve una breve platica con mi madre en la cocina sobre las provisiones.

-¿Que piensas hacer?. Dijo ella con voz cansada

-Pues no lo se, la que debe de saber aquí eres tu ¿no?.

-Pues no, no se que hacer tu siempre eres la de las ideas.

-Aun así siempre las dos tenemos que estar de acuerdo por que si no esto no funciona.

-Pues hay que pensar.

En eso hubo un silencio pero se me vino a la mente un recuerdo, cuando paso todo esto de la invacion zombie mi madre y yo habíamos ido de compras en el auto aún deben de estar esas bolsas, que eso si no recuerdo que contenían pero no pierdo la fe de pensar que allí debe de haber algo de comida.

-En el auto, hace mucho fuimos de compras al supermercado tal vez allí hay comida. Respondí entusiasmada.

-¿Como crees? Yo no recuerdo que compramos ¿que tal si no hay comida?.

-Si, tiene que haber...Voy a salir.

-NO, tu no sales-Dijo molesta-Aun hay zombies afuera mejor quédate y olvídate de esas bolsas y ayúdame a pensar otra cosa.

Me enoje en ese momento, todavía que le ayudo que le doy una idea la deja, puse una cara seria mientras me dirigía a la sala por mi suéter y las llaves de la casa.

-A DONDE VAS.Dijo mi madre molesta mientras venia hacia mi.

-Voy a hacer algo que tu no vas a hacer.

-No, no vas a salir.Se colocó en la puerta apartándome el paso.

-¡¿Quieres morir de hambre?! ¡¿Eso es lo que quieres?!.

-Entonces has lo que quieras. Se quito de la puerta y se subió a su recamara.

Me sentí mal por que se veía triste y enojada pero estaba harta de que cuando quería hacer algo ella se interfiriera en mi camino, abrí la puerta de un golpe salí y la cerré de la misma manera, el auto estaba al lado de mi solo que la cajuela estaba atrás, habían algunos zombies merodeando por allí así que me oculte rápidamente en el auto antes de que me vieran, me fui de lado para irme hasta la cajuela y revisando de que ningún zombie volteara para acá, al llegar rápidamente abrí la cajuela sin hacer tanto ruido saque las bolsas con cuidado, creo que eran 3 y de igual manera la cerré con la misma intención cuando la abrí.

No pude evitar que se me escapara una pequeña risita de felicidad por haberlas sacado, me dirigí a la puerta de mi casa con sigilo, saque las llaves lentamente del bolsillo de mi suéter y pasaba una por una cada llave hasta encontrar la de la casa, aun no podía quitar esa sonrisa de mi rostro, luego de unos cuantos segundos se escucho un grito horrible un grito espantoso el cual me hizo voltear hacia atrás era mi vecino del frente quien venía corriendo hacia mi no pude evitar abrir mucho mis ojos y quitar esa sonrisa pues detrás de el venían muchos zombies persiguiéndolo.
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Perdón si no subí nada estos días :(
Pero espero que les esté gustando :)

Justo Antes De Morir Donde viven las historias. Descúbrelo ahora