"Era Roberto"

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Había pasado apenas una semana y sentía que ya no podía más con esta actitud tan amargada que tenía.

-Hitomi, ya no estés triste, sé que te duele mucho lo de Roberto, pero debes sanar las heridas- dijo Lessly, otra de mis mejores amigas.

-Mm... Tienes razón- dije.

Era algo incómodo ver a Roberto durante los descansos, procuraba alejarme lo mejor posible. Cuando nos cruzábamos, sólo agachábamos la mirada.
Al salir de la escuela, estaba Jose Luis, como esperando a alguien.

-Oye, que bueno que te encuentro prima- dijo tomando mi hombro.

-Lo lamento, ya no soy tu prima ¿no lo sabías?- dije mientras retiraba su mano de mi hombro.

-Ya lo sé, pero yo te sigo diciendo prima

-Jaja ¿de acuerdo?. Y dime ¿qué haces por aquí?- le pregunté.

-Tengo que pedirte un enorme favor. Una de tus compañeras me gusta y sé dónde vive, la invité a una fiesta pero rechazó mi invitación. Quiero pedirte el enorme favor de que la convenzas

-Ah... ¿Quién es?- pregunté.

-Es Massiel.

-Oh ya veo. Está bien, te ayudaré.

Fui a casa a cambiarme, esta vez no me costó pedir permiso, puesto que había cumplido mi promesa la vez que salí.
Tomé mi bolsa y me fui con Jose Luis. Poco después llegué a casa de Massiel. Jose Luis se escondió.

-Buenas tardes ¿se encuentra Massiel?- dije.

-Ah, claro, en un momento le hablo- dijo amablemente su madre.

-¿cómo sabes dónde vivo?- preguntó Massiel asombrada.

-Ah... Es una larga historia. Pero antes de eso, quiero que vengas a la fiesta de Jose Luis, sería agradable que estuvieras con nosotros- dije.

-¡¿Qué?! ¡eso ni pensarlo!- dijo exaltada.

-¿Por qué no?

-Ya me invitó varias veces, ya sé que le gusto, pero yo no quiero nada con él. Perdona.- respondió mientras cerraba la puerta.

Con cara de desilusión, regresé con Jose Luis.

-Lo siento, no ha querido- dije con cara de tristeza.

-No te preocupes prima, creo que el que viniera ya era demasiado difícil. ¿sabes? Te he visto decaída, creo que sería mejor si yo te invito a ti ¿qué dices? ¿vienes?

-Mm... Claro ¿por qué no?

Mientras íbamos bajando por la calle, vi algo que jamás hubiera deseado ver. Era Roberto.

No es lo mismo cancer de mama, a que mamá con cancerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora